19 abril, 2025

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El vil asesinato del General Medrano

Encarcelado junto a su hermano en Ocampo, se presentó un rural para ofrecerle su ayuda y escapar; con el pretexto que se echaron contra la escolta los acribillaron vilmente a los dos

Francisco Medrano Villanueva, nació en el rancho La Cieneguita, municipio de Tula, Tamaulipas, en el año de 1887; siendo sus padres don Bartolomé Medrano y doña María Felicitas Villanueva. Fue nieto en línea paterna de don Teodosio Medrano y de doña Ma. Inés Vega, y por línea materna de don Nicolás Villanueva y de doña Ma. Leónides Hernández.

MUY JOVEN SE INCORPORÓ CON LOS CARRERA TORRES

En 1910, a la edad de 23 años, se incorporó al ejercito libertador del profesor Alberto Carrera Torres, hasta formar parte de su Estado Mayor.

El estallar la revolución constitucionalista en 1913, Medrano se volvió a levantar en armas, operando junto a Simón Castillo en la región de los Morelos, Ocampo, Tula, llegando incluso sus operaciones militares hasta Soto la Marina.

El 6 de septiembre de ese año, obtiene el grado de capitán primero de caballería. En la ocupación de San Luis Potosí por la División del Centro al mando del general Jesús Carranza, Medrano estuvo al mando del 2º Escuadrón del Regimiento de “Cazadores de Tamaulipas”.

Fue parte del contingente que entró a la Ciudad de México en agosto de 1914 y a principios de septiembre, fue destacamentado con su escuadrón a la estación San Marcos, en Puebla. En ese año, pasó a formar parte del Estado Mayor de Francisco S. Carrera Torres. Según partes militares de la época, portaba Medrano un rifle Winchester, matricula 536.

Durante la división de la familia revolucionaria entre villistas y carrancistas, permaneció leal a la Convención y fue ascendido a coronel; por lo que participó en diversos hechos de armas, como el acontecido en Estación González, Tamaulipas, el 23 de mayo de 1915, donde fueron derrotados por los carrancistas; perdiendo en la huida una mula que transportaba su archivo personal y militar.

LOS DIFÍCILES AÑOS DE LA GUERRILLA

El 8 de enero de 1916 se rindió Alberto Carrera en Cárdenas, San Luis Potosí, y con él su madre, hermanos y oficiales cercanos, entre los que se encontraba Francisco Medrano.

Poco tiempo después fue liberado, pues como dicen sus descendientes, el que les importaba a los carrancistas era don Alberto.

Sabedor del viacrucis que vivió su antiguo jefe, se volvió a levantar en armas, ahora bajo el mando del general Magdaleno Cedillo Martínez y de Francisco Carrera Torres; quienes le encomiendan operar en la región de Ocampo. Para marzo de 1916, Medrano y Eutiquio Carrera Torres contaban con una fuerza de 3,000 hombres. Para 1917, Medrano y un tal Sidronio Rodríguez estaban al mando de la “Brigada Tamaulipas”, teniendo su base de operaciones en la sierra del Contadero.

Sus familiares refieren que, en esos años aciagos fallecen en combate sus hermanos Aniceto, Jesús, Salomé Medrano.

MEDRANO ROMPE CON LOS CEDILLO Y CON PANCHO CARRERA

En noviembre de 1917, Francisco Carrera Torres se instaló en Miquihuana para coordinar las operaciones de sus fuerzas dispersas.

Ahí se entera, por medio de Saturnino Cedillo, que Medrano los había abanado para pasarse a las guardias blancas del general Peláez.

Ahí inicia una cruenta rivalidad con sus antiguos compañeros de armas, quienes jamás le perdonaron su traición, y que años después sería factor en su cruento crimen.

SE REINCORPORA AL EJÉRCITO NACIONAL

En 1920 se rindió al Plan de Agua Prieta, reconociéndosele el grado; pero el 8 de enero de 1922, motivado porque Obregón quiso licenciar sus tropas, se levantó en armas en Jiménez, arrastrando a veintitantos hombres.

En el combate que se libró por ese motivo, resultó muerto por parte de los sediciosos Irene Flores (chofer de Medrano), quedando heridos el coronel Librado Salinas, jefe de la guarnición de la plaza y el propio Medrano; quien tuvo lesiones de consideración y fue atendido por los doctores Felipe Pérez y Raúl Mananton, de las fuerzas gubernistas del coronel Modesto García.

Pese a ello, y por permanecer leal durante la revolución delahuertista, Medrano fue reincorporado, ocupando diversos cargos en el gobierno y en el ramo militar, por lo que fue pieza clave en la fundación de varios ejidos en la zona sur de Tamaulipas.

FUE APREHENDIDO CON SU HERMANO EN EL LIMÓN

A principios de junio de 1933, el coronel Leandro Alfaro Corona aprendió al general Medrano y a su hermano Nicolás, en el poblado El Limón, muniEN OCAMPO se le aplicó la ley fuga. cipio de El Mante, siendo conducidos a Ocampo, donde fueron encarcelados en el cuartel. Ahí permanecieron a la espera de ser trasladados a Victoria, donde se les juzgaría por los delitos de que se les acusaba.

SE LES APLICÓ LA LEY FUGA

Los hermanos permanecieron en celdas diferentes hasta la madrugada del 7 de junio de 1933, cuando ante ellos se presentó un rural ofreciéndoles su ayuda, y bajo el pretexto de que los Medrano se echaron sobre la escolta, fueron vilmente asesinados por los esbirros de Alfaro Corona. Gerardo Medrano, hermano de las víctimas y entonces diputado local, formó parte de la comisión que acudió a Ocampo a realizar las pesquisas sobre los crímenes.

Ahí pudieron apreciar que las paredes de la celda que ocuparon los prisioneros, presentaban los impactos de bala, y que en el piso había un charco de sangre y demás huellas inequívocas, que revelaban el atentado.

También pudieron notar que los cuerpos fueron arrastrados hacia el monte, creyendo encontrar así un recurso que pudiera justificar la aplicación de la ley fuga.

EL EX GOBERNADOR MÁXIMO GARCÍA ASUME LAS INVESTIGACIONES

El general Máximo García, compadre de Pancho Villa, y en esos momentos jefe del sector militar en el centro de Tamaulipas, dejó Tampico, donde se encontraba realizando algunas diligencias de su cargo, para trasladarse a Ocampo.

Ya en el vergel tamaulipeco, García aprendió personalmente al coronel Alfaro Corona, así como al teniente coronel Miguel Aguilar; a quienes puso a disposición de la Jefatura Militar a cargo del general Anselmo Macías Valenzuela.

MEDRANO VÍCTIMA DE UN COMPLOT

Alfaro Corona había sido comisionado por la Secretaria de Guerra únicamente para desarmar al general Francisco Medrano, ya que éste había sido acusado ante las altas autoridades de la Ciudad de México por sus enemigos políticos, quienes, según las pesquisas, fueron influenciados por líderes potesgilistas.

Además, era de todos conocido que el ayudante de Alfaro Corona, teniente coronel Miguel Aguilar, era enemigo personal de Medrano. Según l investigaciones del coronel Librado Salinas, a Medrano se le mezcló indebidamente en los crímenes que se habían registrado hacia algunos días en el ejido “El Rincón de las Varas”; añadiendo que, en esas intrigas se mezclaron dolosamente líderes leales a Emilio Portes Gil.

Librado Salinas estaba plenamente seguro que Medrano no había tenido que ver en esos sangrientos hechos, y lo justificaba el hecho que un cabo de la rural de Ocampo, de nombre Rosalío Vázquez, quien fue aprendido en las diligencias del crimen, declaró que él y Lino Pineda, Justo Vega, Arcadio Pesado, Francisco Sánchez y Santana Requena, habían sido los autores del crimen de El Rincón de las Varas, y que el general Medrano nada había tenido que ver en esos sucesos.

LA LIGA DE COMUNIDADES AGRARIAS PROTESTÓ ENÉRGICAMENTE

La comisión permanente de la Liga de Comunidades Agraria y los Sindicatos de Campesinos del Estado, por la vía telegráfica se comunicaron con el presidente de la república y con los secretarios de Guerra y Gobernación, protestando enérgicamente contra los asesinatos del general Medrano y de su hermano el teniente coronel Nicolás Medrano; pidiendo se impartiera pronta justicia y castigándose ejemplarmente a los “indignos miembros del ejército” que cometieron el atentado.

En esos años la Liga era dirigida por don José Sandoval, y el secretario general era don Gerardo Medrano, hermano de los fallecidos.

EL GOBERNADOR FUE A OCAMPO

El 8 de junio de 1933, el gobernador de Tamaulipas, teniente coronel médico militar Rafael Villarreal, llegó a Ocampo acompañado de políticos y funcionarios judiciales, con el objeto de iniciar las averiguaciones en relación con los atentados cometidos por Alfaro Corona, jefe de las Defensas Sociales y Rurales en Tamaulipas.

Villarreal sabía que detrás del crimen estaban sus enemigos políticos, los cuales querían desestabilizar su gobierno, lo cual finalmente conseguirían en 1935.

Por Marvin Huerta Márquez

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