CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El Informe 2021 de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos A.C (CMDPDH) reveló que Tamaulipas es el estado del Noreste más afectado por el desplazamiento forzado.
La organización documentó la movilización de familias del municipio de Mier a inicios de ese año.
El caso quedó registrado en el Informe presentado este martes, y afectó al menos a 100 habitantes de esa localidad.
La Comisión advierte que en 2021 se registró la cifra más alta hasta ahora registrada de personas desplazadas en el país (casi equivalente a la suma de personas desplazadas en los últimos tres años).
Pero también de eventos de desplazamiento interno masivo por violencia (que casi duplican los registros en 2020), incrementos que atribuyen al contexto de violencia que se agudizó en varias regiones del país.
Aunque no existe un registro o estadísticas oficiales de personas desplazadas al interior de sus fronteras, el Displacement Monitoring Centre (DMC), calcula que hay alrededor de 379 mil personas desplazadas internas por conflictos y violencia.
El caso de Tamaulipas ocurrido en el primer mes del 2021, cuando presuntos integrantes del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES), creado en agosto del 2020, habrían ingresado en varias ocasiones a la comunidad para intimidar a los pobladores.
El 6 de enero de ese año, los oficiales allanaron varios domicilios de forma violenta y se llevaron a cuatro personas, todo ello sin orden judicial ni dar explicación de los actos.
Uno de los domicilios allanados fue el de Nora Estefanía Noyola Fernández, quien recuerda que rompieron el candado para poder entrar, después de romper muchos objetos, se llevaron a su esposo Luis Alberto Herrera Ávalos.
Luego los policías entraron en casa de Anabel Bocanegra de donde se llevaron a sus hijos, Brian Eduardo y Mario Alexis, así como a otro joven de nombre José Jaime Santacruz.
A los cuatro se los llevaron al cuartel en Miguel Alemán, hasta donde llegaron pistoleros de un grupo criminal y los sacaron de allí, pensando que se trataba de integrantes de un cartel rival.
En un momento, los hermanos Brian Eduardo y Mario Alexis lograron escapar, sin embargo Luis Alberto y José Jaime no tuvieron la misma suerte y los delincuentes se los llevaron.
La indignación de la actuación de los elementos policiacos envalentó a los pobladores quienes se manifestaron a la entrada de Mier, para exigir la presentación con vida de los dos hombres.
En medio de la manifestación donde se encontraban mujeres, adultos mayores y menores de edad, policías estatales comenzaron a disparar, golpear y robar las pertenencias de los manifestantes.
Las declaraciones de quienes estuvieron ese día en el lugar señalan que los efectivos policiales hicieron detonaciones, pero también algunos utilizaron bats para golpearlos, provocando hematomas y fracturas.
Una mujer que acudió con sus nietas de tres y cinco años de edad, recuerda que a una de ellas le robaron su Tablet, mientras que a su hija, la mamá de las pequeñas le fracturaron un brazo y a ella le robaron 50 mil pesos que traía consigo y que ocupaba para surtir su tienda de abarrotes en ciudad Mier.
Los efectivos de seguridad agredieron a las mujeres a quienes hicieron tocamientos de carácter sexual, una mujer refirió que su cabeza fue azotada contra el vidrio de una camioneta y le pegaron con un bat además de cortarle el pelo con una navaja.
Los elementos del Ejército pertenecientes al 105 Batallón de Infantería, ubicados en un cuartel en esa misma ciudad Mier, nunca se presentaron.
Ante esta agresión, alrededor de 25 familias decidieron abandonar sus hogares por tiempo indefinido para resguardar sus vidas, sin que se tenga registro que hayan regresado.
“Tamaulipas ha sido el estado más afectado por el desplazamiento interno forzado en el noreste”, afirma Séverine Durin, profesora-investigadora en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Ello como consecuencia de la “violencia armada desplegada por actores legales e ilegales, la comisión de delitos de alto impacto entre la población (homicidios, secuestros, extorsión) y violaciones graves a derechos humanos (ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada)”.
Es en ese ambiente de terror y sentimiento de inseguridad, que decenas de familias se vieron obligadas a abandonar su hogar para resguardarse en otras localizadas de México y el Valle de Texas.
En noviembre del 2010 también se registró un desplazamiento forzado de pobladores de Mier a Miguel Alemán, mientras que en San Fernando, tras los hallazgos de fosas clandestinas con migrantes, se calcula que un cuarto de la población huyó, luego de ser víctimas de extorsión, secuestro desaparición y el miedo a que sus hijos fueran reclutados por la delincuencia.
Por Perla Reséndez
Expreso-La Razón
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— Expreso (@ExpresoPress) October 17, 2022