La atención médica privada se ha convertido en un lujo que no muchos se pueden dar. Pese a eso, hay familias que luchan para que su paciente reciba una atención particular, para no arriesgarse en las instituciones de salud pública.
Esto se debe en buena medida, a la infinidad de quejas que hay entre los derechohabientes del IMSS; el ISSSTE y otros hospitales públicos. Este fenómeno se ha incrementado en ciudades como Victoria, donde desde hace algunos años desapareció el área de distinción en hospitales como el General, lo que ha orillado a muchos pacientes a recurrir a hospitales privados.
A su vez, esto ha generado un florecimiento de la industria médica en la ciudad con el crecimiento y construcción de nuevas clínicas. Pero el costo para muchos pacientes puede ser muy elevado.
El gasto promedio de una cirugía de extirpación de vesícula en el IMSS -con información de la Revista Médica del IMSS- es de 20 mil pesos, -no para el derechohabiente, sino para el instituto-, mientras que en un hospital privado, puede superar los 60 mil pesos, y con seguro de gastos médicos la factura se puede elevar hasta los 140 mil pesos. Una atención particular para esta cirugía puede tener un costo de 60 mil a 70 mil pesos, como en el caso de Médica Norte, “sin embargo si les dices que llevas seguro de gastos médicos, te clavan la uña”, dijo en entrevista con EXPRESO un promotor de seguros.
En el caso del hospital La Salle en Ciudad Victoria, en su página te ofrecen costos y paquetes para diversas atenciones, como los partos normales y las cesáreas, o la cirugía de vesícula, “el beneficiario de una póliza de gastos médicos pagaba ahí 140 mil pesos en 2022”.
CRECE EN VICTORIA OFERTA
La oferta de servicios de salud privados en ciudad Victoria sigue a la alza, con una cantidad de clínicas y hospitales que siguen creciendo o abren, en la capital. Esta situación ha crecido aún más, desde que la atención diferenciada en hospitales públicos fue cancelada. Un servicio de parto que en un hospital público no tiene costo para las mujeres embarazadas bajo el esquema del Insabi, en un hospital privado como el Providencial tiene un costo –en oferta, especial o feria de salud- de 14 mil pesos si es natural y de 18 mil si es por cesárea, mientras que en La Salle es de 13,964 el normal y de 21 mil 347 por cesárea.
Así se promocionan en sus páginas web y redes sociales, aunque mujeres pacientes que han tenido a sus hijos en dichos hospitales, han expresado que una cesárea supera los 30 mil pesos “y si tienes cuates como en mi caso, el costo se duplica”, dijo una paciente.
Aunque la práctica privada en hospitales públicos les dejaba recursos, la saturación de cirugías privadas, dejaba en desventaja a los servicios públicos y a sus pacientes, que tenían que esperar semanas y hasta meses para encontrar un quirófano disponible.
Los médicos que son parte de la plantilla de los hospitales públicos, como el General y el Civil, hacían su agosto con sus servicios, porque cobraban doble, sus honorarios a los pacientes como servicio particular y el salario del nosocomio.
En la actualidad, en la capital de Tamaulipas, las clínicas que hasta apenas hace unos 6 años no eran más que construcciones de una o dos plantas, hoy se amplían ofreciendo atención en varias especialidades y hasta servicios de laboratorio, imagenología y Rayos X.
Clínicas como Providencial y Médica Norte, surgieron así, con la reunión de capital de varios socios, y con el paso del tiempo han ido creciendo, mientras que el Hospital La Salle, que también opera con socios como una de las mejores opciones de salud privada en la capital tamaulipeca, desde un principio fue diseñado como un hospital con amplios servicios. Incluso la Providencial, de ser un clínica de unos cuantos consultorios, está por abrir su hospital de varios pisos y una inversión millonaria para albergar a más consultorios para especialidades, cirugías y otros servicios.
COEPRIS LOS SUPERVISA
La calidad en los servicios es supervisada por la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS), que tiene un padrón de 207 hospitales entre públicos y privados a lo largo y ancho del Estado.
De dicha cifra, 47 son hospitales públicos y 160 son privados, las inspecciones que realiza la dependencia, sobre sus operaciones abarca todas las áreas, desde desechos infectocontagiosos, quirófanos, UCI, cocina, alimentos, recetas y más.
Derivado de esa vigilancia o inspección, el año pasado fueron suspendidos de sus actividades 3 hospitales privados por incurrir en algunas violaciones a la Ley de Salud, mientras que en lo que va de este año, las inspecciones han derivado en 2 suspensiones de actividades.
La COEPRIS hace verificaciones generales en clínicas y hospitales, además de los consultorios, ya en un centro hospitalario, el verificador o inspector lo primero que revisa son los documentales. “Que son las licencias y autorizaciones de cada área del hospital, como licencia para servicio de hospitalización, de laboratorio, Rayo X, hemodiálisis y un sinnúmero de permisos y autorizaciones que convergen”.
También hacen revisiones a sus procesos administrativos, para constatar que todos los doctores que ahí prestan sus servicios cuenten con título profesional y cédula, ya sea general o de especialidad y lo miso revisan a las enfermeras.
POR NORA ALICIA HERNÁNDEZ HERRERA