La ciencia revela cuándo la envidia es más fuerte. Estudios recientes han demostrado que hay una edad en la que la envidia llega a su punto máximo. Pero ¿qué es la envidia y cómo afecta a hombres, mujeres e incluso perros?
La envidia es un sentimiento de insatisfacción o descontento que surge cuando alguien tiene algo que nosotros deseamos. Suele surgir de la carencia, del deseo de poseer, y se acompaña de sentimientos como la baja autoestima, rencor, ira, egoísmo y las ganas de ser el centro de atención.
Publicaciones refieren a la envidia como un sentimiento «malsano» que surge cuando una persona consigue o tiene lo que otra no.
¿Hombres o mujeres? ¿Y a qué edad?:
Según la Base de Datos Estadísticos Sociales, se siente más envidia en el rango de edad que abarca de 30 a 39 años. Dentro del mismo rango, también se encontró que las mujeres tienden a sentir más envidia.
La envidia no está limitada al mundo físico. Un estudio de Social Media indica que la envidia es la emoción que más puede generar Facebook. Los perfiles que más envidia generan a través de fotografías y publicaciones de estados o ubicaciones incluyen a la mujer hermosa, el que tiene gran capacidad económica, los viajeros frecuentes, el «galán», y el talentoso, quien además, posee un auto de ensueño.
Investigadores de la Universidad de Viena descubrieron que los perros también pueden sentir envidia al percibir que su dueño trata mejor a otros perros. Los perros manifiestan este sentimiento a través de bostezos, mostrándose cansados o mediante ciertas formas de llamar la atención, como rascarse.
La envidia y la genética:
La investigación realizada en el Departamento de Economía en Madrid arrojó luz sobre una dimensión poco explorada de la envidia: su base genética. Según este estudio, la envidia es una respuesta evolutiva a la desigualdad, la cual se ha codificado en nuestros genes. Esto significa que el sentimiento de envidia que experimentamos cuando vemos a alguien con más recursos puede ser una reminiscencia de nuestros antepasados, que competían por recursos limitados para sobrevivir.
Desde una perspectiva evolutiva, esto tiene sentido. En un entorno en el que los recursos son limitados y la competencia es alta, los individuos que se sintieron envidiosos de aquellos con más recursos podrían haber estado más motivados para buscar y obtener esos recursos por sí mismos. De esta manera, la envidia podría haber jugado un papel en la supervivencia y el éxito reproductivo de nuestros antepasados.
La envidia en el mercado laboral
El economista Antonio Cabrales argumenta que la envidia puede desempeñar un papel significativo en el mercado laboral. Según su investigación, la envidia puede influir en las decisiones de las personas sobre dónde trabajar, cuánto esfuerzo poner en su trabajo y cómo interactuar con sus colegas.
Por ejemplo, si un empleado siente envidia de un colega que percibe como más exitoso, puede verse motivado para trabajar más duro para igualar o superar a ese colega. Esto puede tener implicaciones tanto para la productividad individual como para la dinámica de equipo en general. Por otro lado, la envidia también puede dar lugar a comportamientos negativos, como la competencia desleal o el sabotaje.
Cabrales sugiere que los empleadores y los gerentes deben ser conscientes de estas dinámicas y tratar de fomentar un ambiente de trabajo en el que los empleados se sientan valorados y reconocidos por su trabajo, para mitigar los efectos potencialmente dañinos de la envidia.
La envidia a lo largo de la vida
Aunque el pico de la envidia se produce entre los 30 y los 39 años, la envidia es un sentimiento que evoluciona y cambia a lo largo de nuestras vidas. En la juventud, podemos envidiar los juguetes o las habilidades de nuestros compañeros. A medida que crecemos, nuestra envidia puede centrarse más en el éxito profesional, las posesiones materiales o la felicidad personal.
La ciencia está trabajando para comprender más plenamente este complejo sentimiento. Aunque puede ser doloroso y destructivo, la envidia también nos puede proporcionar una ventana hacia nuestras propias carencias y deseos, lo que nos ayuda a crecer y a mejorar.
El estudio de la envidia, su impacto y prevalencia en nuestras vidas, ofrece un fascinante vistazo a las complejidades de la psicología humana. Aunque es un sentimiento con frecuencia desagradable, la ciencia está mostrando cómo la envidia puede revelar aspectos cruciales de nuestro comportamiento y de nuestra sociedad.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR