El pasado mes de octubre un escándalo estalló en Inglaterra, pues padres que perdieron a sus recién nacidos años atrás supieron que probablemente los pequeñitos no murieron de causas naturales, sino que fueron asesinados por una enfermera neonatal fue hallada culpable de matar a siete bebés y de tratar de matar a otros seis en un hospital en Gran Bretaña.
Lucy Letby, de 33 años, fue acusada de asesinato por las muertes de cinco bebés varones y dos niñas, y de intento de asesinato por las muertes de cinco varones y cinco niñas, cuando trabajaba en el Hospital Condesa de Chester, en el noroeste de Inglaterra, entre 2015 y 2016.
Su despiadado modus operandi
Fue acusada de lastimar intencionalmente a los recién nacidos de distintas maneras, incluyendo inyectándoles aire en sus flujos sanguíneos e inyectándoles aire o leche en sus estómagos por sondas nasogástricas. También fue acusada de envenenar a los bebés al insertar insulina en las sondas intravenosas y de manipularles los tubos de respiración.
Letby atacaba a los recién nacidos después de que sus padres se iban, cuando la enfermera jefe se alejaba o de noche cuando estaba sola, explicó el fiscal. A veces se unía a los esfuerzos del personal para salvar a las criaturas, o ayudaba a los padres desesperados. Entre las víctimas figuran gemelos e incluso trillizos, de los cuales murieron dos con 24 horas de diferencia, tras su regreso de vacaciones de Ibiza en junio de 2016. El tercero se salvó porque sus padres suplicaron que fuera trasladado a otro hospital.
Letby rechaza todas las acusaciones
Un jurado de siete mujeres y cuatro hombres deliberó 22 días antes de llegar al veredicto. Un miembro del jurado tuvo que abandonar el juicio en medio del proceso por razones personales y el juez le dio a los otros 11 la opción de llegar a su decisión con 10 personas en vez de por unanimidad.
Letby fue hallada inocente de un cargo de intento de asesinato y el jurado no pudo hallar consenso con respecto a otros cargos. Algunos de los veredictos fueron anunciados en el tribunal días atrás, pero el juez prohibió difundirlos hasta completar las deliberaciones.
Letby retuvo las lágrimas el 8 de agosto cuando el jurado la halló culpable de dos cargos de intento de asesinato, y estalló en llanto cuando abandonó el tribunal. Posteriormente se negó a ir a la sala cuando se leyeron los demás fallos.
Durante el largo juicio, que empezó en octubre del año pasado, la fiscalía relató que el hospital registró en 2015 un aumento pronunciado en la cantidad de bebés que morían o cuya salud se deterioraba considerablemente. Algunos sufrieron “colapsos catastróficos” pero sobrevivieron gracias a la intervención del personal hospitalario.
“Una presencia malévola”
Los fiscales afirmaron que Letby estaba de turno cuando ocurrieron todos los casos y la calificaron de “presencia malévola constante” en la unidad neonatal cuando los bebés se desmayaron o murieron. Añadieron que ella lastimó a los bebés de tal manera que no quedara gran huella, y que persuadió a sus colegas de que las atrofias y muertes eran normales.
«No merezco vivir. Los maté adrede porque no era suficientemente buena para ocuparme de ellos. Soy una persona horrible», escribió la enfermera en una nota encontrada en su casa en 2018. En otros documentos, decía que era inocente. Su abogado, Ben Myers, insistió en que el servicio neonatal del hospital acogió en 2015-2016 «más bebés de lo habitual, con necesidades médicas más importantes», y había «fracasado» en sus acciones.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO