TAMPICO, TAM. Cada mes, desde hace 10 años, familiares de pacientes internados en el Hospital General de Tampico, “Carlos Canseco”, tienen la oportunidad de recibir alimentos ofrecidos de manera gratuita por una organización social.
En el 2013, comenzó apoyando con desayunos a personas que viven con VIH, en su examen de rutina carga viral y CD4.
Sin embargo, al ver la necesidad que había entre quienes se ven obligados a acudir al hospital por algún familiar enfermo, el apoyo se extendió hacia ellos.
Y también, hay tiempo para dar palabras de aliento a quienes así lo requieren.
Quien está al frente de esos esfuerzos es Javier Ramos Yáñez, presidente de Aprendiendo a VIHVIR.
Reconoce que esa labor es posible gracias al apoyo de amigos y familiares que se han sumado a esa noble causa pero no siempre es así por lo que están abiertos a recibir apoyos de la ciudadanía.
Y es que no es nada sencillo organizar una entrega de alimentos sobre todo cuando el objetivo es llegar a más de 250 personas.
Además de tortas de cochinita, regalan café y pan dulce.
Precisó que anteriormente el CAPASITS Tampico estaba ubicado en el sector de Tampico conocido como colonias al cual iban personas con VIH a su examen de rutina, siendo en su mayoría originarias de Aldama, Cerro Azul Tantoyuca y demás, mismas que se pasaban toda la mañana esperando su turno.
Debido a que no tenían la posibilidad económica de comprar una comida, surgió la idea de llevarles alimento.
Posteriormente, el CAPASITS fue reubicado al hospital Canseco y llevaron el apoyo a ese nosocomio.
Pero al ver que personas que iban con especialistas y familiares de pacientes con otras enfermedades que estaban internados se acercaban a pedir alimento, decidieron extender la ayuda.
“Si antes llevábamos 100 desayunos o 150, ahorita estamos llevando 250, incluso a veces hemos llevado 300, esta labor es con el apoyo de amigos y familiares que se han sumado a la causa pero hay ocasiones en las que no pueden ayudarnos, por eso es que seguimos invitando a las personas a que se unan a esta labor con lo que esté en sus posibilidades”, indicó.
Javier se siente agradecido con la vida por la oportunidad de ayudar a los demás, a los más necesitados.
“También vendemos aguas para recaudar fondos con los donativos de las personas que nos apoyan, en la plaza Luna Luna tenemos un pequeño negocio de martes a domingo donde vendemos aguas de temporada, con lo poquito que sacamos de esas ventas más lo que la gente nos apoya es como podemos continuar con esta bonita labor”, indicó.
“La gente nos comenta que el desayuno está bien rico, dicen nunca nadie nos había dado una torta de cochinita ni con la salsa verde ni nada, es como si estuvieran en un restaurante comiendo, se olvidan un poco de lo que están pasando”, explicó.
Dijo que también ofrecen apoyo emocional cuando las personas les comentan la situación que enfrentan, lo cual les ayuda a seguir adelante.
“Nos dicen lo que pasan, cómo se sienten, se desahogan, hay personas que han llorado ahí con nosotros, damos ese apoyo emocional, las escuchamos y las motivamos a que sigan de pie, que sepan que no están solos”, aseguró.
La población puede apoyar con artículos, desde vasos, azúcar, servilletas y café hasta dinero en efectivo.
También pueden contribuir atendiendo a las personas al momento de entregar la comida.
Asimismo, hay un número de cuenta, 4152 3137 6432 3817 de BANCOMER, en el que pueden hacer su pequeño donativo que se utiliza para comprar lo necesario.
Quienes estén interesados pueden llamar al teléfono 833 204 86 72.
Con ese apoyo, la organización podrá continuar con una labor que muestra lo mejor del ser humano como es el espíritu de la solidaridad y de la empatía con los semejantes.
Por Benigno Solís