2 julio, 2025

2 julio, 2025

Camino de Luz; escuelita para personas con discapacidad visual de Altamira

Tiene 14 años de haber sido creada y en la actualidad tiene 26 alumnos, entre niños, jóvenes y personas de la tercera edad

En Altamira existe una escuela para personas con discapacidad visual y que se ubica en las instalaciones del Centro de Rehabilitación Integral (CRI) del DIF Altamira.

Se trata de la Escuela Camino de Luz, tiene 14 años de haber sido creada y en la actualidad tiene 26 alumnos, entre niños, jóvenes y personas de la tercera edad.

La encargada de despacho del CRI, Aleida Morales Gallardo precisó que además de enseñarles el sistema braille como pocas escuelas, tienen una maestra que les va instruir a elaborar pulseras, manualidades sencillas y que ellos puedan manipular.

Una vez al mes tendrán una sesión psicológica, en la que el especialista tendrá una terapia grupal, una vez a la semana van a pasar al gimnasio y el maestro les va poner actividades de bajo impacto, es decir ejercicios que ellos puedan realizar.

«También van a tener actividades pedagógicas todos los días, también van a tener espacio de música, además de la enseñanza en braille, uso de computadoras, que puedan manejar el bastón y son parte de las actividades».

De los 26 alumnos de la Escuela Camino de Luz, el 50 por ciento presenta discapacidad visual por nacimiento y el otro 50 por ciento por enfermedad.

Durante este lunes autoridades municipales inauguraron el salón, el cual fue acondicionado para las diversas actividades, incluso se instaló un piso pododactil para que las personas se puedan guiar con el bastón.

Los adultos acudirán dos veces a la semana a la aula o actividad correspondiente y los niños solo una vez.

«Se inauguró el aula de camino de luz, debido a la pandemia estaba cerrada y ahorita se está volviendo a instalar, buscando a los pacientes.

Aquí se les enseña el braille, para todas las personas que lo deseen aprender, aquí se les va impartir y de hecho tenemos una señalética en nuestro CRI donde ya viene la lengua de señas», comentó la funcionaria.

Para Aleida Morales Gallardo, al ser un Centro de Rehabilitación incluyente para las personas con discapacidad visual, se debe contar con la infraestructura adecuada, a fin de poder tenerles un acceso correctamente y «para ello estamos trabajando».

«Se puso el piso pododactil porque es parte de la enseñanza que se le va dar a ellos, que con el bastón se vayan guiando y puedan llegar a su salón y es la primera etapa».
Emelia Santiago Flores de 65 años de edad, es alumna desde hace cinco años y comentó que la escuela es gran importancia.

«Aquí nuestros familiares se van con tranquilidad a sus trabajos y saben que nos dejan en buenas manos y saben que en casa nos poníamos con mucha depresión y no teníamos con quien hablar».

Doña Emelia tiene debilidad visual, «no veo con el ojo izquierdo y con el ojo derecho veo sombras, bultos y en ratos se me abre la pupila, pero dura unos 15 minutos y vuelve a cerrarse»
«Gracias al CRI y a todos los que están aquí he aprendido a manejarme, estoy aprendiendo braille, ya me puedo defender y sé manejar mi bastón y moverme, sobre todo educar el oído porque así sabemos cuando estamos en espacios cerrados o abiertos».

POR OSCAR FIGUEROA

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