19 abril, 2025

19 abril, 2025

Una histórica del béisbol

Edith de Leija es tamaulipeca, y es parte de la historia del béisbol femenil con los recientes logros; además ha destacado en softbol.

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Aldama es una ciudad que tiene apenas cerca de 14 mil habitantes, municipio en la que una de las principales actividades económicas es la ganadería, también conocido por tener a El Zacatón, el cenote más profundo del mundo, asimismo es una localidad en la que el deporte es una gran pasión y a raíz de ello, han salido deportistas destacados para Tamaulipas.

Una de ellas es, Edith de Leija Sánchez quien ha roto barreras en Tamaulipas y México, ha logrado destacar en un deporte que para las mujeres, estaba totalmente en el olvido, como lo es el béisbol, y de la mano, ha sabido destacar en el sóftbol.

No cabe duda que Edith es una deportista histórica, pues ha sido parte de la primera Selección Mexicana de Béisbol Femenil que participó en una Copa del Mundo de dicha especialidad y además ese mismo equipo avanzó a la súper ronda final en la que se enfrentará a los mejores del mundo en el 2024 y además sueña con estar en unos Juegos Olímpicos, esto como una promesa para sus familiares.

El camino no ha sido fácil, y mucho menos corto; Edith ha tenido que ser perseverante y eso ha sido la clave para que cumpliera muchos de sus objetivos.

La historia de Edith es un libro con mucho que contar, una historia que empezó como una simple diversión y todo gracias a su hermano, pues el vivir con una familia beisbolera, deporte que apasiona mucho en Aldama, la llevó a seguir el ejemplo… muchos años han pasado desde su inicio y ahora recibe la recompensas por su arduo trabajo.

Se apasionó sólo de mirar
Su familia siempre ha sido beisbolera, su hermano jugaba el Rey de los Deportes en uno de los equipos de la zona de Aldama, ella de vez en cuando acudía a sus entrenamientos y juegos a verlo con su mamá y/o papá, fue en esos momentos cuando Edith, decidió dar el paso que con los años, se convertirían en algo importante.

“Yo inicié a los seis años, mi hermano jugaba y yo a veces iba a verlo, un día mis papás me preguntaron que si yo también quería, dije que sí, porqué de tanto ver cómo jugaban, me gustó ese deporte, así comencé poco a poco”, inició con la entrevista con Expreso/Oé.

“Yo recuerdo cuando empecé, nos tiraban pelotas de tenis con la mano y después ya fuimos perfeccionando las técnicas, fue una etapa muy bonita en lo que llevo en el béisbol y sóftbol”, puntualizó.

Sin impedimentos
A pesar de ser la única niña que siempre iba a entrenar y jugar, para Edith eso no fue impedimento, “no batallé porque siempre me apoyaron y siempre hubo un respeto por parte de mis compañeros”, expresó.

De Leija no tardó mucho en aprender, el béisbol corría por su sangre y eso le ayudó a ser destacada, “el mismo año que empecé a jugar béisbol, tuve mi primer Nacional con niños, fue una experiencia muy buena; después tuve estatales, más nacionales en otros lugares, no recuerdo donde, pero si fueron varios”, manifestó.

Pasaron los años y Edith de Leija mostraba grandes cualidades, pero el tiempo se le acababa, pues el béisbol femenil era un deporte que después de cierta edad, ya no se jugaba, por lo que la joven tamaulipeca tuvo que encontrar una alternativa para seguir en crecimiento con el guante y el bate: el sóftbol.

Sóftbol y béisbol, de la mano
Fue aproximadamente a los 13 años cuando Edith empezó a practicar con la pelota blanda, justamente en Ciudad Victoria en la Liga Universitaria. Ella tenía que viajar a la capital para tener sus entrenamientos o jugar partidos al mando de Martin Botello.

Viajaba dos o tres horas para jugar, “primero empecé con una liga de Victoria, me invitaron una vez, después Martin Botello, -mi coach de ahora- habló conmigo y mi mamá, que me invitaba a jugar con su equipo, y de ahí ya empecé venir a Victoria”, expuso.


Eso le ayudó a seguir en actividad, pero no se olvidaba del béisbol, ya que constantemente tenía entrenamientos.

Al final, el ser perseverante le ayudó a hacer historia, pues después de muchos años, decidieron hacer un torneo de béisbol a nivel nacional que serviría como selectivo para ser parte del Tri.

“Primero se hizo el Nacional de béisbol femenil, seleccionaron a muchachas y estuve yo, después hubo visorias para sacar a jugadoras, yo fui quedando, y ya al final nos dijeron que íbamos a ser de la Selección”, indicó.

“Fuimos a Dominicana nos fue bien en general y yo quedé campeona bateadora, me sentí muy bien, fue algo que no olvidaré, me sentí contenta de representar a mi país y muy sorprendida con el nivel de otros países”, dijo.


No solo fue en el béisbol, Edith encontró el éxito en el sóftbol, pues representó en muchas ocasiones a Tamaulipas en torneos nacionales y Olimpiada Nacional, ganó varias medallas y tuvo buenas actuaciones.

“Fue algo que no me esperé cuando comencé en todo esto, conforme pasó el tiempo ya fui trabajando más para destacar, pero de chica no pensé ganar Nacionales o representar a mi país en béisbol o sóftbol”, manifestó.

El inicio a los libros de historia
Tras años de éxito en el sóftbol, regresó al béisbol, esto debido a que dicho deporte empezó a revivir. Acudió a varios torneos nacionales libres y ahí se le hizo la invitación a diferentes tryouts, en los que fue destacada y fue seleccionada nacional, una vez más aunque no llegó a más en esa ocasión por el COVID.

“Yo asistí a un nacional hace tres años y ahí seleccionaron, hicieron después campamentos. Se empezaron a hacer panamericanos y mundiales, yo estuve en el clasificatorio al mundial en Aguascalientes y lo logramos el pase, pero por el COVID, se canceló”.

Pero el destino quería que Edith fuera sí o sí una histórica para Tamaulipas en este deporte, “después de la pandemia empezaron a retomar los torneos internacionales, y se hicieron de nuevo los clasificatorios, nos tocó jugar en Venezuela y conseguimos el objetivo de nueva cuenta”.

“Sì estuvo complicado (jugar de nuevo béisbol) porque tenìa mucho tiempo sin jugar béisbol , todo es diferente, la mecánica, la pelota, pero trabajé muy duro para lograr acoplarme de nuevo a lo del béisbol”, añadió.

Con esa clasificación, Edith tenía derecho a estar en el Mundial, en lo que sería una primera ronda que se realizaría en este 2023, pero antes de ello tenía que pasar por diferentes pruebas, “estuvimos en campamentos, fuimos a partidos en Estados Unidos y aquí en México, nos observaban, fueron varios meses y después ya nos llamaron a las que quedamos, gracias a Dios pude quedar”.

Después de quedar en la Selección Mexicana le pasaron muchas cosas por la mente, pues aunque ella no lo mira como sacrificio porque es algo que le gusta, sí sabe que ha sido mucho esfuerzo, tiempo y demás cosas que tuvo que pasar o hacer para poder lograr esta meta.

“Muy contenta porque para eso me preparé, para conseguir estar en la selección, mis papàs muy orgullosos de mí, porque fue un trabajo de muchos años. A mí papá le hablé por teléfono, le informé, fue el primero que supo, y se me vino a la mente todo, todos lo que he trabajado desde chica, en el béisbol y softbol, lo que he pasado de irme de Aldama para vivir aquì en Victoria y demás”, señaló Edith.

El mundial y una cita con la historia
Para un mexicano no hay nada mejor que mirar tu bandera, escuchar el himno mas hermoso del mundo y cantarlo a todo pulmón, y que mejor que hacerlo en un contexto deportivo, tal y como le pasó a Edith que admitió llorar por conseguir el objetivo de clasificar a la fase final y escuchar el himno nacional.

La novena nacional venció a Australia, Hong Kong, Corea del Sur, tuvieron un gran encuentro ante Canadá y cayeron ante las seleccionadas por Estados Unidos, a pesar de eso consiguieron su pase por primera vez en la historia del combinado mexicano.

“La verdad sí lloré, creo que la mayoría cuando se consiguió el pase a la super ronda, la verdad cantar el himno nacional, mirar la bandera en otro paìs, lo sientes mucho, sientes bonito, es un orgullo representar a tu país en el deporte y más cuando ganas”.

“Nos salieron las cosas como querìamos, más que nada el trabajo en equipo, esperemos que así sigan las cosas para el 2024 que viene la súper ronda, en lo individual también tuve una buena actuación”.

Doble esfuerzo, doble mérito
Los logros que ha tenido Edith de Leija en la actualidad podría tener un toque de especial y dificultad aún mayor; pues destacar en el deporte es difícil pero hacerlo cuando estás en una carrera universitaria es aún mayor el esfuerzo que conlleva.

Ella misma lo acepta, e incluso en sus inicios de estudiante en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, pensó seriamente en dejar el deporte, “hay maestros que no saben lo que vive un deportista, hay otros que sí, pero un tiempo sí pensé en dejar el deporte, se me dificultaba mucho por los tiempos, hay mucha presión con los trabajos, proyectos, exámenes”.

Pero al final las ganas de salir adelante en ambas cosas, pudieron más y hoy está cerca de terminar sus estudios en la Licenciatura de Nutrición, algo con lo que espera seguir ligada al deporte.

Edith, sin arrepentimiento de nada
El aventurarse a salir de su ciudad para estar su segunda casa, Ciudad Victoria, o el dejar de estar con su familia para buscar su sueño, pues aunque acepta que los extraña, esto sabe que ha valido y valdrá aún más la pena.

“Todo se lo dedico a mi familia, todo ha valido la pena, gracias por todo el apoyo que me han brindado, a mis tíos, a mis primos, papás, hermano, todos y cada uno de mi familia son especiales y les tengo la promesa que me verán en unos Juegos Olímpicos”, expuso.

Así, se puede contar la historia de Edith de Leija Sánchez, quien a lo largo de los últimos años se ha encargado de llevar el Softbol y béisbol aldamense, victorense y tamaulipeco a lo más alto.

Siempre centrada, tranquila y con un perfil bajo, pero con mucho corazón, un bateo y fildeo como muy pocas, con mucho talento y humildad, Edith seguirá en la lucha por conseguir más de su sueños, victorias y objetivos que le permitan seguir escribiendo con letras de oro su nombre dentro de estos deportes que le han dado mucho.

POR DANIEL VÁZQUEZ
EXPRESO-LA RAZÓN

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