CD. VICTORIA, TAM.- Cada 28 de octubre, un santo católico moviliza a millones de fieles, desde jóvenes hasta adultos y mayores; todos ellos unidos por una misma fe y una venerabilidad hacia San Judas Tadeo.
Catalogado por muchos como el patrón de las causas difíciles o muchas veces imposibles, es a nivel nacional cuando menos, el único apóstol de los 12, con más seguidores en la iglesia católica.
Pero el fervor por este santo parece crecer cada año, pues comprobado está por muchos que sus plegarias fueron escuchadas y sus problemas de diferente índole desaparecieron o aminoraron a gran escala.
🔹San Judas milagroso
En punto de las 2 de la tarde, el tambor de un grupo de danzantes guadalupanos, sonaban como no lo hacían desde hace décadas en la colonia San Marcos 2, al poniente de la ciudad a y las faldas de la Sierra Madre Oriental.
La razón: venerar a San Judas en su día por organización de la familia Zúñiga Mendoza.
Decenas de vecinos se dieron cita al domicilio donde un imponente altar al santo resaltaba a simple vista de entre los devotos y los danzantes.
Al término de la celebración, Expreso charló con la señora Rosa Imelda Mendoza Castillo, organizadora del evento religioso que reunió a una buena cantidad de habitantes de la colonia en un momento de fe.
Al cuestionarle sobre su creencia hacia el santo, detalló tiene años con su fe hacia él, pero ésta incrementó desde el año pasado, cuando por la muerte de su madre cayó en un cuadro de depresión que incluso, la orilló a casi suicidarse.
Fue entonces cuando pidió con más fervor hacia Dios por intercesión de San Judas, aliviar su estado emocional; sus peticiones entonces, fueron de gran ayuda logrando salir de esa depresión y volviendo a vivir la vida de forma normal.
“Esto es una anécdota real, yo el año pasado decaí cuando mi mamá murió; caí en una depresión total”.
“Incluso atenté contra mi vida, yo estaba en un hoyo sin salida”, relata Rosy, como muchos vecinos la conocen.
Continuando con la charla, explicó cómo fue es que tuvo un acercamiento más intenso con el santo, ayudando de forma casi inmediata a salir con sus problemas.
“Vino una persona a mi casa y me empezó ella a invitar y me llevó (con San Judas) y sí tuve mucho cambio”.
“De llegar a ir con el psiquiatra, puedo decir que estoy bien, gracias a mi fe y también a mi familia que no me dejaron sola, aunque todavía sigo con medicamento ya no es la misma situación crítica del año pasado”.
Y agregó: “ yo sé que San Juditas es un intercesor, porque primero está Dios Nuestro Señor, pero a través del Santito recibimos muchas bendiciones y creo que debemos de tenerle mucha fe”, finalizó.
🔹Salud lo que más le piden
Existen muchos otros santos a los cuales se les reza y se les brinda la confianza para que a través de ellos, alivie muchos de sus problemas, desde casos de salud, económicos y hasta legales, que son los más solicitados de acuerdo a los testimonios.
Pero gran parte de sus devotos, coinciden en temas de salud, nada de cosas materiales, “primero lo primero”, expuso Fernando.
Este último, cuenta con un pequeño altar a San Judas a las afueras de su casa, al igual que Rosy Mendoza en la colonia San Marcos 2.
Pero Fernando vive cerca del viejo Camino Real a Tula, y es ahí donde también venera y celebra al santo de su devoción.
Hace algunos años sufrió de una rara enfermedad que lo dejó inhabilitado por varios meses sin que los doctores le dieran un diagnóstico de su padecimiento.
Pero un día, todo cambió, con la llegada de un novenario a San Judas muy cerca de su fiesta patronal, a donde acudió y siendo “la última, pero la mejor opción”, pidió con fe su problema sanara, y así fue.
Después de eso, Fernando empezó a tener mayor movilidad en sus extremidades inferiores y pudo volver a caminar después de un largo tiempo que lo pasó en silla de ruedas y en cama.
“Fue un milagro, porque no sabían qué tenía, me hicieron estudios y todo, me checaron la columna, los discos y todo eso para ver si tenía algún nervio que no me dejaba caminar y nada, no aparecía nada. Fueron varios estudios y no me encontraban nada”.
“Después mi familia me llevó a la parroquia de San Judas y ahí ya casi llorando le pedí a San Judas me curara, le pedí y me dio”.
Desde entonces Fernando también brinda un rezo en honor al santo y pone en sus manos su salud y la de sus familiares, afirmando que el es el bueno para los milagros y causas imposibles.
POR ANTONIO H. MANDUJANO