Exhibidas cual engañadoras quedaron las diputadas locales Úrsula Patricia Salazar Mojica y Guillermina Magaly Deándar Robinson (pretendientes a la candidatura senatorial de morena), en su intentona de llevar al patíbulo por supuestas malas conductas administrativas a funcionarios universitarios.
La sobrina de Andrés Manuel López Obrador (quien por cierto niega el parentesco) admitió –en su carácter de presidenta de la Junta de Gobierno de la LXV Legislatura–, como cierta, una acusación de su homóloga contra el secretario de finanzas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) porque éste, según la diputada reynosense valiéndose (supuestamente) de su cargo, ‘remató’ a su esposa un vehículo tasado en cerca de un millón de pesos en la irrisoria cantidad de 12 mil 500 (+/-).
La denuncia originó que el Congreso local citara a comparecer no sólo al tesorero del alma mater (Franklin Huerta Castro), sino también al auditor superior del estado (Jorge Espino Ascanio) y al titular del órgano de control interno universitario (Humberto de la Garza Almazán), para que ‘explicaran’ lo relacionado a esa presumida venta fraudulenta.
Ninguno acudió a las citas –convocadas por las comisiones unidas de: Vigilancia de la Auditoría Superior del Estado, Anticorrupción y Participación Ciudadana del Congreso–, por ser falsa la información citada.
El propio rector de la UAT, Guillermo Mendoza Cavazos, desmintió las mentiras de ambas diputadas al precisar, públicamente, que dicho vehículo (de reciente modelo) hubiera sido vendido en 12 mil 500 pesos –según dijo la diputada Magaly secundada por su par Úrsula, en la acusación–, porque la cifra citada sólo corresponde al pago de impuestos por la compra-venta.
Ambas legisladoras, entonces, quedaron en ridículo tras comprobarse que hacen todo lo hacen al ‘ahí se va’, pues no consideran los alcances de sus decisiones.
En una entrevista, Mendoza Cavazos explicó que, ‘para la enajenación de un bien de la UAT interviene un evaluador para fijar el precio’, por lo que en esta ocasión no fue la excepción- Y esa camioneta se vendió en 570 mil pesos.
Consideró, el rector, que esa confusión de los diputados locales quizás fue porque el pago de 12 mil 500 pesos se hizo por concepto de impuestos, como se confirma en una transferencia bancaria a una de las cuentas de la UAT.
Y está documentado, pese a las apreciaciones de algunos periodistas, glúteo expedito, que magnifican malamente cuanto no signifique un ‘entre’.
Por tanto, ahora los integrantes de las comisiones legislativas, que por instrucción ‘turbia’ acusaron malos manejos en la UAT, deberán emitir una disculpa pública a la institución, pues pretendieron propiciar escándalos de corrupción cuando, en realidad, se trató de una venta de un bien inmueble, conforme a la normatividad vigente.
Seguramente, varios legisladores de morena ya se frotaban las manos para aprovechar mediáticamente el supuesto caso de corrupción de la UAT ante el arranque de la precampaña presidencial que inicia próximo lunes 20 de noviembre, como es el caso de la diputada local Magaly Deándar.
Otra diputada que se sumó a la patraña, fue Danya Aguilar Orozco, quien se dice sin partido, pero le sigue haciendo el trabajo sucio a la bancada morenista.
Ella fue la encargada de citar al Secretario de Finanzas de la UAT, Franklin Huerta Castro, a fin de que explicara la venta de la camioneta de la institución.
Desde un principio se vio que la acusación de las y de los diputados de morena en contra el funcionario de la UAT no tenía futuro ni sustento legal, puesto que surgió de una ‘denuncia anónima’, que ni siquiera se encargaron de investigar para constatar su veracidad.
Sin embargo, las diputadas quedaron ridiculizadas por el rector Guillermo Mendoza Cavazos.
¡Vaya exhibida que les dieron!
Y todavía así quieren ser senadoras de la República por, según ellas, siempre hablar con la verdad.
Fortaleza de morena
Hay aquí en Tamaulipas algo así como 600 mil beneficiados con apoyos de la Federación donde se involucran personas mayores de 65 años; alumnos de preparatoria y nivel profesional; jóvenes que no estudian ni trabajan (los ‘ninis’); madres trabajadoras; personas con capacidades diferentes; y otros, que supuestamente le darían su voto a Movimiento Regeneración Nacional (morena) y sus aliados (PT y PVEM).
Los tres membretes adolecen de estructuras numerosas como sólidas, al menos en la entidad; así que le apuestan al efecto lópezobradorista.
En el Instituto Nacional Electoral (INE), morena registra en todo el país 466 mil 931 afiliados; el Partido del Trabajo, 448 mil 492; y el Verde 660 mil 874.
En conjunto acumulan 1 millón 576 mil 297 afiliados, pero en el estado no se registran cifras oficiales.
Eso me lleva a advertir que habría variables en la intención del voto; y por ello es precipitado hablar de ventajas en la competición del 2024.
POR JUAN SÁNCHEZ MENDOZA
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