19 abril, 2025

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Amblipigio: Primitiva y fascinante máquina de matar

Los amblipigios son un grupo de extraordinarios arácnidos que pueden encontrarse en las regiones húmedas de nuestro estado; principalmente en los municipios de Gómez Farías, Ocampo, Llera, Victoria, Tampico y Altamira.

CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Ante la palabra “animal”, el cerebro humano típicamente arroja imágenes de organismos peludos o emplumados. Pensamos en fauna con características similares a las nuestras; incluso si son tan básicas como la presencia de huesos y un singular par de ojos.

Pero el reino animal resulta ser una fuente prácticamente ilimitada de fascinación – concedida por la incalculable cantidad de criaturas de apariencias tan bizarras que ni siquiera parecen originarias de este planeta. Les presento entonces a uno de mis animales favoritos: el amblipigio.

Conocido también como tendarapo, este rarísimo artrópodo conforma su propio orden de arácnidos; uno llamado Amblypygi. Ojo aquí: estos arácnidos, al igual que la mayoría, no son arañas. Esta es una frase que repetiré seguido en ediciones futuras, y será igual de cierta en cada una de ellas. Los amblipigios, a diferencia de las arañas, carecen de la capacidad de producir seda, y a pesar de su intimidante (y para algunos, espeluznante) aspecto, no tienen veneno. En realidad son totalmente inofensivos para los humanos. Los insectos desearían poder decir lo mismo para ellos, ya que los amblipigios son sus depredadores por excelencia. Ágiles, sigilosos, voraces, poderosos – son verdaderamente dignos de invocar pánico siempre y cuando midas menos de 15 centímetros.

En Tamaulipas, contamos con una especie de amblipigio llamada Paraphrynus pococki. Habita en las zonas húmedas de nuestro estado, y es particularmente abundante en los municipios de Gómez Farías, Ocampo, Llera, Victoria, Tampico y Altamira. Son cazadores nocturnos y típicamente buscan refugio en cuevas, donde pueden ser encontrados frecuentemente.

Como parte de esta clase de biología express, hablemos sobre los orígenes evolutivos de estos pseudoalienígenas. Los primeros fósiles completos que tenemos datan del Carbonífero, hace 300 millones de años, pero muy probablemente originaron desde el Devónico, 85 millones de años antes. Fueron algunos de los primeros depredadores terrestres en el planeta, y es simplemente increíble pensar en ello mientras tienes uno en tus manos – portando el mismo plan morfológico del que vestían sus ancestros mucho antes de la aparición de los dinosaurios. Dado que llevan semejante cantidad de tiempo controlando las poblaciones de artrópodos y evitando la propagación de plagas en los ecosistemas tropicales de la Tierra, lo menos que podemos hacer como sus nuevos inquilinos es simplemente dejar que lo sigan haciendo. Si el aspecto físico fuera un argumento válido para chanclear un ser vivo, muchísimos humanos terminaríamos afectados. Y no veo que nosotros controlemos plagas ni mantengamos armonía ecológica como lo hacen los amblipigios.

He aquí un llamado para que que, si llegas a tener la suerte de encontrarte uno de estos invertebrados, lo admires con respeto e intriga por su fenomenal morfología. Si dicho aspecto te causa temor, pues, ¿qué no es parte de lo que los vuelve fascinantes?

Por. Marco Zozaya
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