TAMPICO, TAMAULIPAS.- El Obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano estimó que en febrero iniciará la reconstrucción de la parroquia de la Santa Cruz de ciudad Madero, la cual se desplomó el 1 de octubre del año pasado.
Dejó en claro que esas labores se realizarán con el apoyo de la comunidad.
Dijo que muchas personas se han acercado para manifestarle que ya quieren comenzar la reconstrucción de ese templo.
«Creo que ya están concluyendo el peritaje y la resolución por parte de la fiscalía que es lo que estábamos esperando, por un lado ya salió la última paciente y eso nos da gusto, hemos visitado algunos de los que aún siguen enfermos, hemos estado al pendiente de ellos pero creo que ya estamos en días también de empezar la reconstrucción», explicó.
«Creo que los peritajes ya están en la parte final, así que en este mes de febrero seguramente ya estaremos iniciando la reconstrucción, va a ser por apoyo», indicó.
Comentó que el IEST, el Ayuntamiento y los arquitectos de la ciudad presentarán proyectos distintos a manera de propuesta de lo que sería la nueva parroquia.
CLASIFICAN TEMPLOS SEGÚN EL RIESGO
De igual manera, precisó que la semana pasada se reunió con arquitectos e ingenieros para analizar el estado de los diferentes templos de la Diócesis.
En ese sentido, comentó que se hizo una clasificación, marcando con rojo aquellos recintos que están en muy malas condiciones y que deben cerrarse, amarillo para los que necesitan algunos trabajos de rehabilitación y verde para aquellos que están buen estado.
«En rojo salieron tres pero son capillas, iglesias más pequeñas que pertenecen a las parroquias, hay dos iglesias que se cerraron completamente, una está en reparación que es la de Cristo Resucitado», indicó.
PRESENTARÁN COMITÉ PRO CATEDRAL
En cuanto a la Catedral, en próximos días se presentará al nuevo comité de proconstrucción de ese templo.
El mismo trabajará en la impermeabilización, aire acondicionado y demás reparaciones que requiere ese recinto religioso.
Estará integrado por ciudadanos y fieles católicos.
Por Benigno Solís/La Razón
