CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- De las 38 sanciones que ha emitido la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por mal uso de las concesiones en Tamaulipas, 29 han sido impuestas en el municipio de Jaumave, donde donde desde hace al menos un lustro se han disparado las denuncias por la sobre explotación del Río Guayalejo.
En total, el organismo ha autorizado multas por 2 millones 688 mil pesos, de los cuales 1 millón 900 mil pesos corresponden a las sanciones para empresas asentadas en ese municipio.
Los otros municipios de la Cuenca Golfo Norte con castigos económicos y administrativos son Victoria y Güémez.
En la capital del estado se han impuesto multas por 612,960 pesos y en el municipio vecino por 174,759 pesos.
Mientras que en la Cuenca Río Bravo solo hay registro de una sanción en Reynosa, por la cantidad de 187,269 pesos.
En total han sido ocho personas morales las reincidentes que han recibido castigos.
La mayoría de los casos son por “ocupar o aprovechar vasos, cauces, canales, zonas federales, zonas de protección y demás bienes a que se refiere el Artículo 113 de esta Ley, sin el título de concesión”; por “explotar, usar o aprovechar aguas nacionales sin el título respectivo”, e incluso por “modificar o desviar los cauces, vasos o corrientes cuando sean propiedad nacional, sin el permiso correspondiente”.
El último estudio de disponibilidad fue publicado en el Diario Oficial de la Federación en 2020, y las unidades de riego han solicitado un estudio de acuerdo a mediciones realizadas en la cuenca alta del Río Guayalejo, que refleje la realidad en cuanto a la poca o nula disponibilidad en algunos casos.
Tras darse a conocer obras irregulares para desviar y acaparar agua, la Comisión Nacional del Agua ordenó a a los limoneros de Jaumave demoler las represas que fabricaron para regar sus cultivos, y también retirar la infraestructura hidráulica con la que “huachicoleaban” agua.
Estas acciones se dieron luego de una serie de manifestaciones por parte de la “Asociación de Usuarios del Canal Común Guayalejo”.
En aquél momento se detectaron al menos cuatro pozos junto a varios equipos de rebombeo, mismos que desvían hasta 80 litros por segundo de recurso hidráulico con equipos que también instalaron sin permiso. Poco más de mil hectáreas acaparan de agua en cuatro puntos de extracción de agua afectando a unas 3 mil personas que habitan en los ejidos Matías García, José María Morelos ( El Nopal ) San Lorencito, Alamito, Padrón y Juárez, Gustavo Cáceres, el Ingenio y el Ejido Jaumave.
El año pasado, usuarios de la unidad de riego común Guayalejo, del municipio de Jaumave, se reunieron con autoridades de diferentes niveles para solicitar la creación de un grupo técnico que atienda el conflicto hídrico.
Pero también, abundaron otras solicitudes para su beneficio en torno al agua, para solucionar otras problemáticas que tienen en torno al líquido potable y para uso agrícola y pecuario.
Los solicitantes pidieron establecer un programa de aforos con la participación de los órdenes de gobierno y los usuarios, cumplimiento a las sanciones impuestas por la autoridad del agua, efectuar estudios específicos en la zona del conflicto y construir o modernizar obras hidráulicas de distribución con esquema de medición volumétrica y telemétrica.
Además de reglamentar las extracciones de la cuenca del Jaumave – Chihue, el dar seguimiento a los acuerdos obtenidos en reuniones con la Conagua, así como una actualización de la disponibilidad de agua de acuerdo a las extracciones autorizadas por dicho órgano federal y el comportamiento del rio Guayalejo, obtenido con las mediciones del caudal del rio, porque se tiene evidencia de sobre explotación de concesiones que ponen en riesgo la actividad agrícola y ganadera.
Además de realizar estudios específicos en la zona de conflicto y construir o modernizar la infraestructura hidroagrícola para eficientar el agua de riego.
Se hizo referencia a la también problemática generada en las unidades de riego por la falta de organización, de actualización de padrones de usuarios, concesiones vencidas, falta de control y supervisión en los dispositivos de medición, infraestructura en malas condiciones, falta de diagnóstico, escasa tecnificación del riego en el sector social, falta de actualización del estudio de disponibilidad del acuífero, así como la cultura del agua en todos los sectores usuarios.
Por Staff
Expreso-La Razón