CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El agua que le queda a la presa Vicente Guerrero, alcanza para abastecer por 6 años más a la capital de Tamaulipas, Victoria, lo anterior, si el recurso no se evapora o si no se hace mal uso de este recurso por parte de la sociedad.
Actualmente cuenta con poco más de 360 millones de metros cúbicos (Mm3) lo que representa al 9.4 por ciento de su capacidad, lo cual es suficiente para que en teoría más del 70 por ciento de los capitalinos tengan agua en sus llaves.
Lo anterior también se prevé, si ningún evento meteorológico de intensidad se presenta en dicho lapso para la región centro del Estado.
El gasto que registra o que ocupa Victoria de agua al año, es de entre el 50 al 70 por ciento para casi todo el territorio capitalino, a no ser de quienes dependen de los pozos de la peñita que es mayormente el sector poniente y otros del centro.
Al respecto, el director del organismo de Cuenca Golfo Norte, en la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Jaime Gudiño Zárate, destacó que el abasto está asegurado aún y cuando no llueva en los próximos 5 a 6 años.
“Esta asegurado el suministro de agua, si hay una problemática interna de distribución porque esas dos fuentes, la peñita y pozos de la zona norte, están quedando disminuidos, sobre todo porque tenemos un déficit de agua, porque vamos saliendo de una temporada de dos años secos…Aritméticamente tenemos el agua asegurada, sin pérdida para los próximos cinco o seis años, así dejara de llover en ese período”, señaló Gudiño Zarate.
Y agregó que “el agua está almacenada de manera segura en la presa, no tenemos problema en lo que resta de este año y los próximos, incluso si no se registraran lluvias en la próxima temporada”.
Así mismo comentó que el problema de abastecimiento en Victoria es por el déficit de agua en la Peñita y los pozos de abastecimiento, así como la falta infraestructura adecuada.
Descartó que se tenga la necesidad de modificar la obra de tomas de agua en la Presa Vicente Guerrero para el abastecimiento de la capital, o reubicar los equipos de bombeo, ante posibles niveles más bajos.
Sin embargo, los modelos de su desgaste en los últimos 4 años, han sido alarmantes, pues por cada año que ha pasado se seca en un 10 por ciento, más de lo que actualmente tiene.
Al iniciar la actual década (2020) dicho embalse contaba con el 54.7 por ciento de su total, que en números netos representaba poco más de 1800 millones de metros cúbicos (Mm3), una cantidad de agua aún favorable para sus distintos usos entre los que destacan el riego para el Distrito 086 y el de consumo humano.
Un año después tuvo un descenso de un 5.5 por ciento, lo que la dejaba al 49.2 por ciento que era igual a 1924.36 Mm3.
Para enero del 2022, arrancó ese con un almacenado de poco menos del 35 por ciento, lo cual, correspondía a 1 mil 299.4 (Mm3), pero un año después, su nivel cayó casi el 15 por ciento.
Y es que en el 2023 ya había perdido el 29 por ciento de con lo que había arrancado la decada, registrando el 20.9 por ciento de llenado, es decir, que inició enero con 817.72 Mm3 de líquido, una disminución de 481.68 mm3 menos en solo 12 meses.
Por Antonio H. Mandujano
Expreso- La Razón