«Cuando las leyes son claras y precisas, la función del juez no consiste más que en comprobar un hecho”. Immanuel Kant
Pronto será la entrega de los premio Óscar, que es la mayor celebración en el ambiente cinematográfico. En la edición de este año, se encuentra nominada a mejor película Anatomía de una caída (Anatomy of a fall), una película francesa que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2023.
Es una película completa en todos los aspectos, desde las actuaciones, hasta el guion y los diálogos de los personajes. Todo el desarrollo del filme gira entorno la muerte de un hombre y la investigación y el juicio para definir si la causa de su fallecimiento fue un suicidio o un homicidio ocasionado por su esposa.
En la película se observa cómo funciona el sistema judicial penal francés y se evidencia la conducta altamente inquisitiva de éste, ¿qué quiero decir con esto? Que a diferencia del sistema mexicano, en el que la Fiscalía cuenta con el monopolio total de la investigación y el ejercicio del acción, y el juez o tribunal juega un papel imparcial, resolviendo lo que las partes someten en el juicio; en la justicia francesa, al menos lo que se observa, los jueces son más proactivos y actúan en el proceso con aras de llegar a la verdad legal.
Por otra parte, se expone también la clara intención en inculpar a la esposa, es decir, más allá de objetivamente encontrar la verdad histórica, el afán de acreditar la teoría del caso con ánimo de declarar homicida a la mujer es notorio.
Me llama la atención lo anterior, ya que la ficción no se ve alejada a la realidad en el mundo. En México, con la reforma constitucional del 2014, la Procuradurías Generales de Justicia mutaron a Fiscalías, volviéndose “órganos autónomos” del Poder Ejecutivo. Así, en la iniciativa legislativa a la aludida reforma constitucional, se señalaba la necesidad para el cumplimiento del deber estatal de investigar y sancionar los delitos y las violaciones a derechos humanos respetando los derechos y garantías procesales de la persona imputada en el proceso penal, enfatizando su derecho a la presunción de inocencia.
En ese contexto, es el derecho a la presunción de inocencia un baluarte que se debe respetar en todo procedimiento penal, sin embargo, pareciera que las fiscalías en todos los países del mundo juegan un papel en donde forzosamente se debe seguir un camino para encontrar la culpabilidad de personas imputadas, casándose con una idea en donde el resultado preconcebido debe ser recluir a una persona, lo cual viene a violentar dicho principio.
Así, en nuestro país es delicado que se llegue a tomar ese papel, dado que la sola existencia de la prisión preventiva, y aún más la oficiosa, puede violentar uno de los derechos más sagrados, que es la libertad. Por ende, es importante cambiar esa visión del ejercicio de la acción penal, donde la busque de la verdad histórica sea una realidad y no solo un tecnicismo políticamente vendible.
RECOMENDACIÓN SEMANAL: Evidentemente, la recomendación de esta semana es la película francesa Anatomía de una caída.
POR ARNOLDO HUERTA RINCÓN
Twitter: @arnhuerta