¿Para qué voy a votar? Ya los pinches políticos se repartieron el pastel, que mas da que vote yo o no.
Además, todos son bien corruptos, por los que vote, también van a robar”. Fue la respuesta que me dio un joven amigo a quien conocí en el trabajo y que aún no llega a cumplir 30 años. El desencanto con la política es una de las mas importantes causas del abstencionismo en México.
El INE dio a conocer que, durante la última elección federal, solo entre el 51.7% y 52.5% participo acudiendo a las urnas, apenas un poco mas de la mitad de un padrón de 98.6 millones de electores, de ellos 26.2 millones son jóvenes de entre 18 y 29 años y de ellos arriba del 45% no votan. Una verdadera tristeza que a nuestra juventud no le interese participar en los comicios donde puede hacer sentir su decisión acerca de la política en México.
Las trampas burdas que se llevaban a cabo en el pasado; ejemplos de algunas de ellas son cuando en tiempos de Echeverria le llegó un telegrama a la hermana de un amigo mío que trabajaba en el IMSS donde le notificaban que no era necesario que se presentara a votar, que el sindicato se haría cargo de votar por ella, o en tiempos en que el cacique Gonzalo N. Santos era un pilar del PRI cuando Miguel Alemán Valdés era presidente, ponía a sus gentes a llenar urnas con votos dentro del rancho El Gargaleote en San Luis Potosí.
A los ciudadanos mexicanos nos ha costado mucho lograr tener una democracia que cada vez más iba consolidándose hasta que llegó el actual gobierno que ha atentado contra las instituciones que le dan sustento, como por ejemplo el Instituto Nacional Electoral se encuentra dividido con 5 consejeros nuevos que tienen consigna de apoyar a uno de los partidos.
El Tribunal Federal Electoral debería contar con 7 magistrados, pero solo tiene a 5 pues en el congreso no se han llevado a cabo los nombramientos necesarios.
Ahora se está tratando de influir en el árbitro. En menos de un mes tendremos la elección mas grande en la historia de México, lo que es un reto no solamente para el INE, es un reto para todos los mexicanos pues tenemos un presidente que no quiere perder el poder y para ello no solo ha estado afectando a la institución que llevará a cabo la elección, sino que ha impulsado a que su candidata empezara su campaña desde hace dos años y aunque hubo un proceso de elección dentro de su partido, quedaron muchas dudas sobre la limpieza de este.
Es decir, la elegida por el presidente iba de cualquier manera. Sin duda, durante el día de la elección habrá mucha presión para que el partido del gobierno gane para obtener una mayoría absoluta y habrá que ver las medidas que tome el presidente después de la elección para lograrlo, sin embargo, hasta este momento hay algo que los autócratas no han podido hacer, manipular una elección cuando el electorado participa en forma mayoritaria.
Este dos de junio hay que salir a votar, por quien sea su preferencia, pero que nadie use su voto (o su falta de voto) para llegar a un puesto público.
Tenemos que defender nuestra democracia, imperfecta y aún vulnerable a los ataques de los autócratas, pero que nos ha estado dando cada vez mejores resultados y la podemos perfeccionar. En estos días vi una camiseta que tenía grabado “Votar es de chingones”, este 2 de junio seamos chingones hay que ir a votar. ¡A votar joven! … y ¡viejos también!