CIUDAD VICTORIA, TAM.- Más allá de la mirada encausa una poética, el otro lado del micro universo que no contemplamos. “Ver para creer”, en el arte contemporáneo no es suficiente. No ha cambiado las formas, estas nos cambiado en el cristal de nuestros ojos, estos miles de ojos que disparan flashazos desde la piel, desde el oído, desde la boca y el corazón.
Hay una necesidad del arte que nos hace vivos. Sin esto, el arte ya hubiera muerto con nosotros. El rostro tangible del arte como bien señala nuestro Maestro Adolfo Sánchez Vásquez, es un “trabajo peculiar”, al fin trabajo, que se mueve con criterios gestuales y de pensamientos de trabajo.
José Zorrilla es un artista que no asoma su mirada, asume el mando de la otra mirada en el marco de sus ojos. El espacio intangible que solo tocan los poetas y los músicos.
Porque el espacio se enmarca en el sueño, con la realidad de cabeza, en un estrecho de lo visual con el silencio de las formas.
En nuestros días hay una revuelta en las escuelas de arte, o más bien en los “Ismos”, alentados por el márquetin de la obra en donde las decisiones estéticas se toman de acuerdo al mercado del arte.
El tiempo me dice, que muchos de los artistas de hace 20 años que aventuraban una gran obra de arte hoy son totalmente desconocidos o parcialmente muertos. El arte no se ancla en “el capolavoro”, la obra de arte, y se multiplica a través del trabajo peculiar de la continuidad. Hay obras de arte a una mirada y caen con el tiempo. Pero las hay que son miradas siempre, en un “siempre irrepetibles” que deviene lo fantástico creativo.
Ejemplos muchos en la travesía de las artes. Pero alguno más o menos, ejerce primacía en los artistas. No siempre convienen, el arte de nuestros días es una revoltura de marcas más que de autorías donde se triunfa por la cercana a las grandes galerías pero no a las agudas minoras estéticas. Es más bien, un mercado voraz que se lleva a los mejores talentos a la muerte. Yo creo en la disciplina del arte, en una combustión del estudio y la dedicación que permite ver más allá de las fronteras establecidas por el mercado.
Mercado voraz, de fintas y escaramuzas, que no revelan lo adentro, mancha espiritual, trabucos, la esencia del artista como una disciplina espiritual antes que la de mercado. Espiritual en el sentido de la expresión, porque si se vive del arte.
La frase eterna, “vivir del arte”, es confiable en una diversidad de “ismos”, peri con las características señaladas de estudia y disciplina, instrumentos de la creación, siempre definitivos.
José Zorrilla ha llegado a las formas en apariencia intrascendentes, de perros que corren desbocados, de rostros que parecen pedir auxilio, de cuerpos recién pasados por el amor, de aviones de agua, de motocicletas, de cosas encontradas más allá de la mirada coloquial, del planteamiento urbano.
El artista Zorrilla busca atrás de la otra frontera, la mirada oculta de la luna, ese manjar de lo divino de ka creación: inventar y soñar.
Actualmente presenta en el Centro Cultural Tamaulipas, en su atrio, su muestra de este maduro artista, José Zorrilla, en un espacio de lo diverso.El CCT, dirigido con talento y acierto por la Ileana Martínez, que le ha dado un toque de cuidado a lo que allí se presenta. Que hay que elogiar, la calidad plástica de lo que allí se exhibe.
“Más allá de la Mirada” me parece un título sugestivo, abierto a las miradas y a los cauces transparentes de una poética que asoma, eso sí, a nuestras manís como nuevos ojos, de un artista que mira por nosotras las cosas pequeñas, alejadas de la retina, y que celebran con nosotros su placer, el arte. Un artista de libre y de gran su tenacidad lo transforman en un artista completo, que madura en cada uno de sus trabajos. De minuciosa calidad, adentrándose en el corazón de las cosas. Porque no es suficiente con lo que ves, es más con lo que ves a través de un artista, que desvela nuestros sueños que vuelve tangible la mirada azul del fondo.
Un trabajo cuidadoso, tintes de hiperrealismo, surreal, y el realismo, convertidas en bastiones de la mirada, la única mirada del artista en el espejo, al fin reflejo oculto de su conciencia.
José Zorrilla, es dentro de la gama de buenos artistas plásticos, mimbres y mujeres del Tamaulipas contemporáneo, un camino más en la palpitante aventura de arte llevado por un estupendo dibujo y expresiones que ya ventilan una obra mayor.
Bien por el artista José Zorrilla, muestra que estará abierta hasta el 18 de mayo. Los invito a sentir la otra mirada de un poeta que ve más ala del pintor.
Por Alejandro Rosales Lugo