19 abril, 2025

19 abril, 2025

Desata pugnas la debacle electoral

Luego de los resultados del 2 de junio, al interior del PAN empiezan a agravarse las diferencias entre distintas corrientes políticas; no es para menos: perdieron más de 100 mil votos y el control del estado

CIUDAD VICTORIA, TAM.- Los partidos más antiguos viven uno de los momentos más críticos de su historia en Tamaulipas.

La derrota que sufrieron el PAN y el PRI el pasado 2 de junio no solo modificó el mapa político del estado, sino que los situó en una posición de irrelevancia que en el caso del tricolor se ahonda cada día más, y en el de Acción Nacional, no vivía desde los tiempos en que precisamente intentaba luchar contra la hegemonía del partido gobierno.

Además, sus resultados negativos en la elección desataron guerras intestinas por el control de las estructuras partidistas, y una larga temporada de ajuste de cuentas entre grupos y corrientes internas. Las cifras hablan por sí mismas y explican este escenario catastrófico para el PRI y el PAN. En solo tres años, Acción Nacional perdió la gubernatura del estado, 16 ayuntamientos, al menos 10 diputaciones y 124 mil votos.

En cuanto a población, Morena y aliados tendrán bajo su control municipios con un total de 3 millones 186 mil habitantes de los 3 millones 527 mil habitantes con que cuenta Tamaulipas, de acuerdo al INEGI; el resto se dividen entre panistas, priístas y Movimiento Ciudadano. Pasaron de gobernar al 20% de la población a solo el 10%, tras perder todos los municipios grandes en los que controlaban el Ayuntamiento. El PAN sufrió una grave sangría de votos.

El cómputo total de la elección de representación proporcional revela una disminución del 24% de los votos que había conseguido en la última contienda, la de 2021 en la que obtuvo 515,765 votos, y el pasado 2 de junio apenas sacó 391,763.

Al PRI le fue todavía peor, pues pasó de132,947 a 69,296; es decir, se le fue un 47% de su votación. Además de las cifras, el PAN sufrió una derrota en lo simbólico pues perdió dos alcaldías que eran consideradas sus últimos grandes bastiones: Tampico y Mante.

Pero no solo eso, pues además perdió presencia en zonas rurales que controlaba con solidez. Perdió por ejemplo San Fernando, donde mantenía una clara hegemonía; se le escapó Soto La Marina, que aunque tenía un presidente municipal de Morena, desde su toma de protesta se había alineado con los intereses de Acción Nacional.

Se esfumó su control político de la Frontera Chica, pues Morena ganó los ayuntamientos de Guerrero, Mier y Camargo.

El único municipio de esa región que logró retener el PAN fue Miguel Alemán. Ni hablar de las ciudades grandes de la frontera: Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, donde radica más de una tercera parte de la población tamaulipeca y seguirán bajo férreo control de Morena.

Acción Nacional también perdió el ayuntamiento de Tula, otro de sus enclaves en el Altiplano. El PRI, por su parte, también sufrió una reducción del territorio que gobernaba, pues se quedó con solo uno de los cuatro municipios pequeños que tenía en su poder.

Logró retener Güémez y perdió Abasolo, Guerrero y Jiménez. Además de la importancia poblacional y de territorio, ocho municipios de Tamaulipas ejercen casi el 90% del gasto de todos los ayuntamientos. Se trata de Nuevo Laredo, Tampico, Victoria, Matamoros, Reynosa, Madero, Altamira y Mante, que en conjunto ejercieron presupuestos de egresos en el 2024 por 14,328 millones de pesos, y que estarán en manos de Morena. En consecuencia, los partidos de oposición también verán reducidas sus prerrogativas para el próximo proceso, debido a las bajas votaciones que recibieron.

‘HAY QUE DESTERRAR A LOS CABEZA’

Tras la debacle electoral del 2 de junio, corrientes internas del PAN y del PRI han cuestionado la decisión de aliarse en Tamaulipas, pues los resultados han sido peores desde que se concretó la coalición. En la elección del 2022 por la gubernatura, la primera en la que fueron aliados, el PAN logró subir su votación un 10.4%, pero el PRI pasó de 127,562 votos en el 2021 a menos de la mitad en el 2022.

En el 2024 la situación apenas mejoró para el PRI, que logró superar los votos del 2021, pero el PAN con 391,763 votos vio cómo se erosionó el 21.16% de los sufragios que había conseguido apenas tres años antes, lo que significó un nivel de votación tan bajo que no había sufrido desde al menos la elección del 2013.

Por eso, se ha atizado la guerra interna por el control de los partidos. En el PAN, donde el grupo del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca mantiene el poder en la dirigencia estatal, empiezan a hacerse más evidentes las fisuras.

Arturo Soto Alemán, Consejero Estatal del partido, insistió en que se debe buscar rescatar la dirigencia del partido y el consejo político que es dominado por los cabecitas.

Advirtió que los panistas de verdad, no van a dejar que figuras que han perjudicado al blanquiazul retomen las riendas. Dijo que hay que desterrar a los Cabeza de Vaca del partido, “Urge quitarles el partido y mandarlos a su casa, la militancia está molesta, decepcionada y a punto de claudicar por el resultado de la elección”.

Consideró que es necesario reestructurar al partido, para fortalecerlo, “pero es una tarea de largo plazo, no es fácil, primero hay que entrar a una guerra encarnizada contra los Cabeza de Vaca y contra sus aliados, una guerra de los panistas contra los que no son panistas”.

Sobre las posibilidades de que Cesar ‘Truko’ Verastegui retome las tiendas del partido, dijo que es viable, “es panista de verdad”, pero su actitud lineal hacia la coalición, no termina de convencer y no creo que se vaya a querer emancipar de los Cabeza”.

Gerardo Peña, consideró, “llegue o no al Congreso local por la vía plurinominal, la va a buscar, para los panistas de verdad es conveniente que sea el él candidato de los Cabeza, “para ponerle una arrastrada de mil colores, el terminaría sepultando”.

Además, dijo, ‘Cachorro’ piensa regresar, sin embargo, esperan poder cerrarle el paso. Sobre sus aspiraciones personales, dijo: “claro que quiero, pero no iría a una contienda que divida al partido en la guerra contra los Cabeza, la contienda interna hay que dejarla en el terreno de la política y no en el terreno personal”.

Por otro lado, se mostró a favor de concluir de una vez la alianza con el PRI. “La coalición con el PRI ya es impresentable, el tener a los priistas con nosotros, hace que la gente no confíe, no podemos estar aliados ya con el PRI, es el partido más odiado del continente, no de México, del continente”. Advirtió que en el PAN, están obsesionados creyendo que las sumas son lineales y hay sumas que restan, como esa alianza, insistió luego de advertir que si Oscar Almaraz hubiera ido solo por el PRI, “porque él tiene de panista lo que yo de güero”, hubiera sacado más votos.

En la pasada elección, ni la clase media, ni los católicos, ni la sociedad civil votó por el PAN, dijo, porque no hay identidad: “le tenemos pánico a la derrota y hacemos todo para perder, nos estamos manteniendo vivos”.

CONTRA ALITO EN EL PRI

El priísmo también entró a un momento de reflexión interna tras los resultados sufridos en las últimas elecciones.

A unos días de la más reciente jornada electoral, la dirigente estatal del partido, Paloma Guillén, también pidió que se considere el fin de la alianza con el PAN.

“En lo personal, yo voy a pugnar para que en la siguiente elección, que aún le faltan tres años, ya no exista ya coalición, creo que tenemos ya la fuerza suficiente y habrá que ir viendo cuáles son los perfiles adecuados en cada uno de los municipios y regresar a la base”, dijo.

Dijo que es necesario ir planteando la renovación del partido, que será uno de los próximos objetivos que ser discutirán al interior.

Apenas el viernes, un grupo de militantes del partido, entre ellos algunos ex dirigentes, y ex funcionarios y legisladores, publicaron un pronunciamiento contra la posible reelección de Alejandro Moreno “Alito” como dirigente nacional.

En un desplegado firmado por más de 40 ex Presidentes y ex Presidentas del partido en Tamaulipas así como ex Senadoras, ex senadores y ex diputados federales y locales además de ex Alcaldes y líderes de sectores, exigieron respeto a la militancia y a los estatutos del partido.

“En las calles, colonias, barrios, ejidos y comunidades hay miles de priistas que no nos hemos rendido; que por décadas hemos dado la pelea política con lealtad y entusiasmo, priistas que con talento y sensatez le han dado soporte a una estructura nacional que no es bajo ningún criterio, patrimonio de las dirigencias”, dijeron.

El texto fue firmado por ex Presidentes del PRI como Luis Enrique Rodríguez Sánchez, Edgar Melhem, Enrique Cárdenas, Sergio Guajardo, quienes consideran que los actos que está cometiendo Alito llevan a este instituto a un abismo. “La evidencia del 2 de junio pasado nos indica que se agotaron nuestras propuestas.

El partido necesita retomar las causas sociales. No estamos de acuerdo con la reelección ni la modificación del articulo178 de nuestros estatutos pues ha generado una división en el priismo”. Exigieron que las estructuras, militancia de tierra y de trabajo partidista sea quienes participen y decidan el destino del partido.

En el desplegado también aparece la firma de la ex Senadora y ex líder del Congreso Guadalupe Flores de Suárez, lo mismo que la ex senadora Amira Gómez, el ex líder nacional de la CNOP y ex senador Marco Antonio Bernal, Rafael González Benavides, Carlos Solis, Amelia Alejandrina Vitales, Aida Zulema Flores Peña, Alejandro Etienne Llano entre otros.

POR STAFF

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