En México, recientemente se ha votado por una mujer para el ejecutivo federal, con la consigna de ser una gestión feminista.
A la par, en el sur de Tamaulipas otra dama del mismo partido, fue electa como alcaldesa de una de las ciudades más importantes.
Muchos son los retos que ambas deberán enfrentar durante su periodo de trabajo. Solamente para mostrar el panorama que se aproxima, recordaremos algunas cifras que sitúan a Tamaulipas con una importante oportunidad de mejora, para defender y reivindicar los derechos de las mujeres, especialmente en un área que les empodera: la económica.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, en México solo el 46% de las mujeres participan en el mercado laboral, y esta cifra es muy baja porque coloca al país en la posición 110 de 146 en el mundo, una cifra muy parecida, por ejemplo, a Corea del Sur.
Específicamente en el caso de Tamaulipas, ocupa la posición 17 de 32 en el ranking nacional de desempeño en las condiciones laborales de las mujeres en 2024, con un 55.7% de competitividad. Es decir, las condiciones laborales de las mujeres en el estado, se ubican en la media nacional.
Es por ello, que el Instituto Mexicano de Competitividad propone que para mejorar dichas estadísticas habría que realizar algunas políticas públicas que fomenten la participación de las mujeres en las economías estatales, por ejemplo, impulsar formación técnica y/o profesional en las mujeres, reducir la desigualdad de género en los trabajos de cuidados, y ofrecer programas estatales para que las mujeres puedan acceder a créditos para abrir negocios formales.
En el primer caso, es necesario bajar las estadísticas de embarazos en adolescentes, y en cambio, incentivar la participación de las mujeres en el estudio de carreras profesionales STEM, que son las relacionadas a ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
La matricula de las universitarias en estas profesiones a nivel mundial ha aumentado lentamente de 24% en 2016 a 27% en 2024. Es decir, una de cada cuatro estudiantes de ciencias exactas es mujer.
En el segundo punto, fomentar una cultura de corresponsabilidad en ambos géneros para participar en los cuidados del hogar y de personas mayores, menores o vulnerables.
El problema es que el tiempo que se le dedica a las actividades no remuneradas corre más por cuenta de las mujeres que de los hombres, por lo que se debe de equilibrar dicha participación. En el tercer rubro, se necesitan políticas públicas, que no solo provengan de algunas instituciones bancarias si no de los fideicomisos estatales para otorgar créditos a mujeres para el emprendimiento formal con mínimos requisitos e intereses.
Que, condicionados a estos, se ofrezcan las capacitaciones y los trámites ante el SAT para que cumplan también con sus obligaciones tributarias.
Tan solo en 2023 Tamaulipas ocupó el décimo primer lugar en el índice de competitividad, mostrando un salario de tiempo completo de $9,773 pesos mensuales.
En cambio, su índice de desigualdad salarial entre hombres y mujeres reportaba un índice de 6.41, ubicándose detrás de estados como Ciudad de México, Querétaro, Nuevo León, Coahula, Baja California Sur, Jalisco, Aguascalientes, Chihuahua, Sonora, Baja California y Sinaloa. Estados donde existe una mayor paridad salarial.
Existen algunas diferencias en cuanto a la metodología dependiendo de la fuente. Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) en 2021, en Tamaulipas el promedio del salario mensual era de 11,495 pesos; a diferencia del mismo año en que el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. lo ubicaba en $9,773 pesos.
Se puede estimar entonces, que de estas cifras, no todas las mujeres en el estado tienen las mismas posibilidades de alcanzarlo, sino que es todavía un poco menor.
De acuerdo con la revista Forbes, en México en 2023 solo el 1% de las mujeres en las 184 empresas mexicanas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, ocupando cargos como dirección general, finanzas y áreas jurídicas. Solo el 7% son presidentas y estiman que se alcance la paridad en el ámbito empresarial hasta 2052.
Es decir, con la siguiente generación de trabajadores activos, ya que, con los actuales, aún existe resistencia al cambio. Desde esta perspectiva, el reto para la presidenta, el gobernador del estado de Tamaulipas y la próxima presidenta municipal en Tampico, no es menor, y las estadísticas están ahí para mostrarnos las variables que pueden mejorarse en cuestión de empoderamiento femenino, tema que resultó ser relevante en los programas de trabajo propuestos en las pasadas elecciones.