MÉXICO.- El término “adulto mayor” se refiere a una persona que ha alcanzado una edad avanzada en su ciclo de vida. Este grupo demográfico se caracteriza por estar en una etapa de la vida en la que pueden experimentar cambios físicos, sociales y emocionales significativos debido al envejecimiento.
A partir de los 50 años, el cuerpo humano experimenta cambios naturales. Cuidar la salud física mediante una dieta equilibrada, ejercicio regular y chequeos médicos periódicos puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y la osteoporosis, mejorando así la calidad de vida.
LA GERENTOLOGÍA
La gerontología es el campo del conocimiento que se especializa en el estudio del envejecimiento y de la vejez. Es una disciplina interdisciplinaria que abarca aspectos físicos, sociales, psicológicos y económicos relacionados con el proceso de envejecimiento y la vida de las personas mayores.
Estudia los cambios físicos y mentales que ocurren con el envejecimiento, así como las enfermedades y condiciones de salud comunes entre las personas mayores. Se enfoca en estrategias para promover la salud y mejorar la calidad de vida en la vejez.
A su vez, examina cómo las relaciones sociales, el ajuste psicológico, la adaptación a roles de vida cambiantes y la participación en la comunidad afectan el bienestar de las personas mayores.
HÁBITOS QUE HACEN ENVEJECER
La gerontología juega un papel crucial en la comprensión de los retos y oportunidades que enfrentan las sociedades en un mundo envejecido, contribuyendo a mejorar la calidad de vida y promover el envejecimiento activo y saludable.
Desde esta disciplina se indican cuáles son los hábitos comunes hacen envejecer de forma más rápida a las personas mayores de 50 años:
- Falta de actividad física: La inactividad física puede llevar a la pérdida de masa muscular, disminución de la flexibilidad y menor resistencia cardiovascular, lo cual puede acelerar el proceso de envejecimiento.
- Dieta poco saludable: Consumir una dieta alta en grasas saturadas, azúcares refinados y alimentos procesados puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y obesidad, que pueden afectar negativamente la salud y el envejecimiento.
- Fumar y consumo excesivo de alcohol: El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol son factores de riesgo significativos para diversas enfermedades, incluyendo enfermedades cardiovasculares, cánceres y problemas respiratorios, que pueden acelerar el proceso de envejecimiento.
- Exposición al sol sin protección: La exposición prolongada al sol sin protección puede causar daño a la piel, como arrugas prematuras, manchas de la edad y aumento del riesgo de cáncer de piel, lo cual puede hacer que la piel envejezca más rápidamente.
- Estrés crónico: El estrés crónico puede afectar negativamente la salud física y mental, contribuyendo a condiciones como la hipertensión, problemas digestivos y trastornos del sueño, que pueden acelerar el proceso de envejecimiento.
- Falta de sueño: El sueño insuficiente o de mala calidad puede afectar la salud general y el bienestar emocional, así como contribuir al envejecimiento prematuro al no permitir que el cuerpo se repare y se regenere adecuadamente.
- Aislamiento social: La falta de interacción social y el aislamiento pueden tener un impacto negativo en la salud mental y emocional, aumentando el riesgo de depresión y ansiedad, lo cual puede influir en el proceso de envejecimiento.
Adoptar hábitos saludables como hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta equilibrada, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, protegerse del sol, gestionar el estrés, dormir lo suficiente y mantener conexiones sociales significativas puede ayudar a promover un envejecimiento saludable y activo.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO