Las formas embrujan, te envuelven en sustancia, un artista es un brujo, y sus encantos llegan a todos sus espacios. Rebecca Manson es un artista que encanta, con las formas olvidadas en las calles, en las esquinas de una ciudad cualquiera, que convulsionan y atraen todas las miradas, el arte llega a nosotros en cuanto es tangible a la mirada y al sentimiento.
Rebecca Manson atrae con sus formas abandonadas en la banqueta como espacios muertos que no tienen importancia, pero que el artista los hace nuestros, un montón de basura que es una acumulación urbana que se convierte en obra de arte. Quiero pensar que el arte como expresión de las cosas encuentra formas de una belleza oculta, misteriosa, encantadora, en que lo sucio lo grotesco se convierte en belleza, en una discusión permanente sobre lo que es, o debe ser la belleza. Esta artista de nuestros días refleja el submundo que ha veces pasa desapercibido o que tropezamos con este en el camino de la imaginación. Objetos cotidianos que aparentemente no tienen valor son por su mano, una obra de arte, no cualquier cosa, sino que las cosas en su fealdad y olor son obras esenciales de convivencia, es decir aceptadas por nuestras emociones y vivencias.
El arte contemporáneo es un periodo limitado de la creación artística. Porque creo yo que abarca un espacio de tiempo, que corta nuestra mirada y pensamiento. Por lo que es mejor entender (el arte de nuestros días), como el titulo esencial de lo que se hace hoy en el arte universal. Por lo que podemos ver con desdén y hasta con enojo esas obras de arte que aparecen de repente en la vía pública, en la sociedad y el mosquero que abruma nuestro oído y olfato, pero que Rebecca Manson lo convierte en un objeto soluble a nuestro gusto y mirada, donde aprendemos a querer a las cosas, aparentemente inútiles y tediosas.
El arte así es parte de nuestra masa corporal, donde el abandono se convierte en parte a las cosas como una obsesiva variación de lo que vemos y sentimos. No estoy de acuerdo con muchas formas expresivas del arte en nuestros días, pero si de las cosas que adquieren belleza aun en su fealdad y en su misterio que el artista le imprime.
De tal manera en una instalación de cuerpos cerámicos nos construye una pequeña ciudad de basura transformada en obra de arte. Para mi ha sido muy grato conocer el Museo de Arte Moderno de Fort Worth, Tx guiado por la sabia e intensa mirada de Ivette Ramos, quien paso a paso nos llevó a los espacios vitales del extraordinario museo texano. Gracias al apoyo del Grupo Internacional Dallas dirigido por Guadalupe Vallejo Malibrán, a una invitación para platicar de la obra de arte personal y poética. Agradecemos la presencia de Sarah Theurer Hunt, Directora del maravilloso museo, catalogado como uno de los mejores espacios museográficos del mundo, diseñado y construido por Tadao Ando, ligado a la naturaleza de la arquitectura en una comunión con el espacio y el espectador.
Ha sido un placer platicar con el arte en la voz de Ivette Ramos acompañado de mi hija Alejandra y de Guadalupe Vallejo y la hospitalidad que nos brindó Enriqueta Garrett en nuestra breve estancia en esa estupenda ciudad.
El Grupo Internacional Dallas fue fundado en 1992 y debidamente registrado en 1993. El objetivo de este grupo es defender el idioma español y la cultura y las costumbres de los países latinos en los Estados Unidos.
Agradezco la atención de la señora Guadalupe Vallejo Malibrán y Enriqueta Garrett por la hospitalidad y las atenciones.
Por Alejandro Rosales Lugo.