MANTE, TAMAULIPAS.- Aunque han interrumpido los avances en la siembra de sus tierras, el temporal de lluvias ha dejado más beneficios que perjuicios al sector productivo del campo, específicamente a la agricultura y la ganadería, destacó Américo Ibarra González, productor agropecuario de la zona temporalera de El Mante.
Este fin de semana, las superficies agropecuarias de la zona temporalera registraron en promedio tres pulgadas de húmedad aportadas por los aguaceros, permitiendo que los pozos, mantos acuíferos y represas continuarán recuperándose tras el colapso que tuvieron de la intensa sequía.
Américo Ibarra destacó que el impacto de la lluvia se refleja en el medio rural y no tanto en el urbano, pues si bien es cierto a muchos productores no les ha permitido concretar sus siembras, a los que ya tienen cultivos establecidos de sorgo, maíz, soya y frijol les favorece a qué sus plantaciones alcancen un desarrollo vegetativo importante, y a los ganaderos es todavía mayor el beneficio, pues sus presas se llenaron y los pastos brotaron para garantizar agua y alimento de sus animales hasta principios del próximo año.
«En la ciudad el mayor beneficio es que la temperatura disminuye unos días y ya, allí no batalla por agua, aquí en el medio rural es una bendición aunque ha detenido siembras para algunos compañeros, siempre será mejor que llueva a qué estemos secos, la lluvia es vida».
Destacó que miles de productores y jornaleros respiran cuando aparece las lluvias, pues estas han generado alimento, trabajo y la esperanza de resarcir los daños materiales y económicos que provocaron casi dos años de sequía.
Ibarra González dijo que, las lluvias dejan un sabor agridulce a la actividad del campo, por una parte han impedido que una parte importante de las tierras agrícolas logren ser cultivadas, sin embargo, la ganadería refleja importantes tintes de su recuperación, lo que representa un proceso de activación y recuperación para la actividad del campo en general.
Por Ramiro Ortega
Expresó La Razón