CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La Fiscalía General de la República (FGR) ha incrementado la persecución de los delitos relacionados con el robo de hidrocarburos.
Durante 2023, se iniciaron 481 carpetas de investigación por delitos relacionados con la sustracción, transporte, almacenamiento y distribución ilegal de hidrocarburos, superando por un amplio margen las 264 carpetas abiertas en 2022, lo que representa un aumento del 82%.
Este incremento contrasta con la disminución registrada en 2020 y 2021, años en los que el número de carpetas fue de 204 y 126, respectivamente.
Sin embargo, la cifra más reciente vuelve a poner en evidencia la persistencia del problema, que parece haber retomado fuerza.
Además de enero a mayo del 2024 ya sumaban 248 carpetas abiertas.
Información publicada por la FGR a través de transparencia revela que se detectaron 748 tomas clandestinas en 2023, mientras que en los primeros cinco meses del año se habían reportado 419.
En el 2022 fueron 657 y en el 2021 solo 211, mientras que en el 2020 fueron 493. En el 2029 fueron 789, una cifra récord del último lustro.
Estos delitos, sancionados bajo la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, incluyen actividades como la sustracción, resguardo y distribución ilegal de hidrocarburos, así como el daño a las instalaciones utilizadas para su transporte.
El robo diario de gasolina a Pemex se ha convertido en un problema financiero para la empresa, pues según las cifras oficiales, el monto equivale a llenar el tanque de más de 100 mil autos cada día.
En 2023, Pemex reportó el robo de mil 708 millones de litros anuales, que equivalen a 28 mil 467 pipas, es decir, 78 pipas diarias.
Conforme registros de la petrolera mexicana, la pérdida económica por robo de hidrocarburos al cierre de 2023 fue de 761.4 millones de dólares.
Las desviaciones de hidrocarburo se registran principalmente en ductos ubicados en los estados de Hidalgo, Jalisco, Tamaulipas, Puebla, Estado de México, Nuevo León y Veracruz.
Los reportes del Sistema de Transferencia de Custodia (SITRAC) que Pemex utiliza para contabilizar las desviaciones y que es alterno al SCADA (Sistema de Control y Adquisición de Datos, por sus siglas en inglés), indican que la inercia de robos se logró frenar en 2019 con 378.1 millones de litros, pero subió a 538.2 millones en 2020 y a 466.9 millones en 2021.
Pero desde 2022 este delito comenzó a escalar y cerró con 983.9 millones de litros, mientras que en 2023 se disparó a mil 708.2 millones.
En el sexenio pasado el incremento en el robo, según el SITRAC, pasó de mil 498 millones de litros en 2014 hasta 3 mil 396.1 millones de litros en 2018, equivalentes a 157 pipas de 60 mil litros por día, el doble de las calculadas en 2023.
Por lo que hace a ductos, en 2023 Pemex cerró con 14 mil 890 piquetes, 6.7 por ciento más que en 2022, cuando acumuló 13 mil 946 tomas clandestinas para la ordeña de combustible.
Los piquetes se concentraron en 2023 en el municipio Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo, con 481 tomas clandestinas en el ducto Tuxpan-Tula, seguido de Tototlán, Jalisco, con 430 piquetes al poliducto de la Refinería de Salamanca que hace envíos a Guadalajara.
Le siguió el municipio de Ayotlán con 416 tomas clandestinas; Tula de Allende, en Hidalgo, con 408 puntos de ordeña; Zapotlanejo, Jalisco, con 415 eventos; Tecate, Baja California con 329 y Atotonilco de Tula con 329.
Por Staff
Expreso-La Razón