Los resultados en Correcaminos no se han dado, y aunque muchos han señalado a Francisco Cortez y su cuerpo técnico, creo que es momento de hacer un análisis más profundo de lo que realmente está ocurriendo en el equipo.
Es fácil culpar a Francisco, como también lo fue con Raúl Gutiérrez, el exentrenador del ‘Corre’ que llegó con el título de campeón del mundo, pero cuyos resultados tampoco fueron los esperados. Lo mismo pasó con Edgar Solano y Héctor Altamirano. Pero, ¿por qué no señalar también a los jugadores?
No creo que debamos generalizar, y sería incorrecto hacerlo, ya que hay muchos jugadores que, aunque tengan uno, dos o tres partidos malos, demuestran ganas de trascender, de ayudar al equipo y al entrenador de turno, y defienden su trabajo. Sin embargo, hay otros que han estado bajo la dirección de varios entrenadores —al menos dos de los que mencioné anteriormente— y aún no muestran el porqué se les paga y bien. Curiosamente, sólo dan destellos de talento cuando quieren asegurarse un lugar en el equipo al final de cada torneo.
Esto no es para eximir de responsabilidad a los cuerpos técnicos, ni a los que ya pasaron ni a los que estarán. Pero también es hora de poner la lupa sobre los jugadores. Algunos han tenido problemas fuera de la cancha, y son conocidos por frecuentar ciertos lugares nocturnos cada fin de semana cuando juegan de locales o cuando «cae el mes». Y eso no es algo que me tengan que contar… ja.
Por otro lado, hay quienes, sin siquiera salir a divertirse públicamente, demuestran su falta de profesionalismo en el campo. Se sienten incómodos con las exigencias del preparador físico, en este caso, Daniel Ipata, porque estaban acostumbrados a estar en la «hamaca», a dar unos cuantos buenos partidos y con eso asegurar su renovación para seguir cobrando bien.
¿Podrían ser algunos jugadores parte del problema del equipo? El ‘Clan’ que se ha formado a lo largo de los años parece estar intoxicando a Correcaminos desde adentro. No es casualidad que pese al cambio constante de técnicos, los resultados sigan sin llegar, más allá de que la cabeza que es David Martínez, no tiene ni idea de lo que es el fútbol.
Hoy en día, hay jugadores tamaulipecos y otros con un largo proceso en fuerzas básicas. Espero que no sigan el mal ejemplo de esos pocos que, poco a poco, iremos señalando, pues así como se le critica al entrenador, también es hora que ‘las vacas sagradas’ den la cara, y no, no es una amenaza, simplemente se trata de criticar con justicia, tal como se ha hecho con los cuerpos técnicos y sin duda, algo es claro: el común denominador en esta serie de fracasos recientes del ‘Corre’ es una base de jugadores (aunque no todos, claro) y el presidente que lleva más de tres años sin dar resultados claros.
Y en ese ‘no todos’, de primera, puedo mencionar a todos los tamaulipecos, jóvenes y de experiencia, que me consta sienten los colores y quieren defender la playera y también su trabajo, hay otros como Daniel Cisneros, Sebastián Medellín o Fabián Salas, que sin ser de fuerzas básicas o tamaulipecos, se han comprometido desde el día uno a buscar trascender individualmente o grupalmente.
Y repito, no le quitamos culpa al entrenador, al cuerpo técnico, al presidente o director general, pero también ya es hora de presionar a esos jugadores que en lugar de sumar, restan tanto deportiva como moralmente, y eso en cualquier lugar laboral, por más bueno que sean los jefes o que tengan ganas de hacer cosas distintas por el bien de la empresa, ese tipo de ‘empleados’ terminan por hundir el trabajo que quiere hacer cada uno desde su trinchera.
En próximas entregas, empezaremos a señalar con nombre y apellido a aquellos jugadores que le están faltando el respeto a la institución y que, en lugar de contribuir al proyecto, están hundiendo el esfuerzo colectivo. El tiempo de las excusas se ha terminado, y Correcaminos merece jugadores comprometidos con el equipo y su afición, un directivo o varios que sepan al menos que es lo que se vive en el fútbol dentro y fuera de la cancha.
Y de las formas no hablamos… que hoy el mismo Paco Cortez se enteró por mensajes de amigos o de medios de comunicación que habían publicado su salida.
Por DANIEL VÁZQUEZ