Es tendencia el compatriota ERNESTO ZEDILLO, por sus críticas a la reforma judicial recién aprobada y la respuesta masiva que desató en las redes obradoristas, similar en intensidad a las que reciben personajes como FELIPE CALDERÓN y CLAUDIO EQUIS.
Le dieron, pues, una soberana madriza, que incluyó recuerdos ingratos del FOBAPROA, frases poco afortunadas como el “no tengo cash” y “díganme la neta”. Ni modo.
Aunque igual pudiera estar de moda el mismo personaje, solo que para bien, hoy que la doctora SHEINBAUM está pausando su relación con MORENA, confirmando su decisión de “separarse de la militancia”, pues habrá de “gobernar para todos los mexicanos” (https://tinyurl.com/22owossa) al subrayar que “no seremos un partido de Estado” (https://tinyurl.com/2y59frrw).
Deslinde, en efecto, muy parecido al que formuló ZEDILLO treinta años atrás, cuando anunció la “sana distancia” entre su gobierno y su partido, el PRI, en aquel célebre discurso titulado «La hora de la democracia» ofrecido el 4 de agosto de 1994 (https://tinyurl.com/26l9tfjh).
CLAUDIA fijó una postura similar durante el Séptimo Congreso Nacional Extraordinario de MORENA verificado el pasado domingo 22 de septiembre, donde fue renovada la cúpula nacional, tras concluir el mandato de MARIO DELGADO en la presidencia del partido y CITLALLI HERNÁNDEZ en la Secretaría General.
Entran al relevo dos piezas jóvenes del obradorismo. En la dirigencia, LUISA MARÍA ALCALDE sustituye al señor DELGADO, mientras que CAROLINA RANGEL GRACIDA reemplaza a CITLALLI.
LA NÚMERO DOS
Para quienes preguntan quién es CAROLINA RANGEL, se trata de una economista michoacana que proviene de la ayudantía presidencial, el grupo de cuadros jóvenes que acompañaron a LÓPEZ OBRADOR en reemplazo del desaparecido Estado Mayor Presidencial
En su tierra natal y dentro del actual gobierno morenista que encabeza ALFREDO RAMÍREZ BEDOLLA, CAROLINA ha ocupado dos carteras de carácter estatal, Desarrollo Social (hoy Bienestar) y la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo, para luego incorporarse a diversos cargos relacionados con programas sociales en el plano federal.
La mancuerna, pues, que asumió este domingo está constituida por dos mujeres, LUISA MARÍA y CAROLINA, lo cual difiere con la expectativa que los medios tejieron en la víspera, cuando se decía que ANDY LÓPEZ BELTRÁN ocuparía el segundo cargo jerárquico de MORENA.
Si nos atenemos al aspecto estrictamente formal, el hijo del presidente será el “número tres”, al ocupar la Secretaría de Organización. Elo, aunque el peso de su linaje alborota a la opinocracia nacional que ya lo considera como el verdadero poder tras el CEN.
Y, bueno, no deja de ser lamentable el despropósito de algunos grupitos, cuando caminaba ANDY al proscenio para tomar el micrófono y lo vitoreaban con el poco afortunado grito de “¡presidente, presidente, presidente!”…
Haciendo pando el becerro, mire usted, cuando recién asoma ante las cámaras y reflectores. Qué caray, todavía no se sienta CLAUDIA a gobernar… ¿y tan pronto le están tirando arañazos a la silla del águila con la óptica especulativa del 2030?
Lo cuál tampoco debió gustar a la propia LUISA MARÍA quien, tras fungir como titular de STPS y SEGOB, llega a la dirigencia nacional de MORENA como una prospecta natural a la candidatura presidencial del mismo 2030.
Por supuesto, es muy temprano para andar barajando nombres cuando el nuevo régimen ni siquiera ha comenzado. Peor todavía, la calentura transexenal pudiera ser fuente de discordia temprana entre el nuevo equipo partidista, en una coyuntura que aconsejaría privilegiar el trabajo conjunto y no la competencia individual.
¿INFANTILISMO?
Mucha gente joven en el nuevo equipo de MORENA. Se cumple la premisa de ANDRÉS MANUEL sobre el cambio generacional. Aunque el estilo juvenil a veces tiene sus bemoles.
El pasado primero de septiembre, cuando LUISA MARIA ALCALDE, como titular de SEGOB, asistió a la Cámara de Diputados para entregar el sexto informe, imbuida acaso por su entrante cargo partidista, lanzó una arenga furiosa que provocó la inmediata respuesta opositora.
La emisaria había llegado a San Lázaro vestida de blanco, con un amplio séquito de ayudantes y rodeada de un aparatoso equipo de prensa, dispuesto para grabar cada paso, cada gesto, cada expresión, cada palabra, cada sonrisa, como en la alfombra roja de Hollywood.
Olvidando acaso que las campañas ya terminaron y que su partido ya ganó, la dama subió a la tribuna lanzando voces agudas contra sus adversarios, coros de corte proselitista (“Es un honor…”) agitando brazos y puños.
Provocación, confrontación, rudeza innecesaria. Desde luego, las bancadas contrarias le respondieron en el mismo tono agresivo, unificadas con el grito de “¡fuera, fuera, fuera!…”
Ímpetu adolescente, propio de los mítines preparatorianos. Solo que la dama ya no es ninguna puberta, cumplió 37 años en agosto pasado y cabría esperar posicionamientos más adultos en alguien con su preparación y experiencia.
Desplantes, acaso, de aquel izquierdismo infantil consignado por VLADIMIR LENIN. Penosa falta de respeto para la pluralidad parlamentaria y la institución legislativa misma.
Y también para la propia CLAUDIA, hoy que la mandataria electa está asumiendo posturas incluyentes y necesariamente plurales, al tomar distancia de su partido con la decisión de gobernar para todos los mexicanos.
POR CARLOS LÓPEZ ARRIAGA
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com
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