CIUDAD VICTORIA, TAM.- En un rincón de Ciudad Victoria, donde las calles han visto crecer a muchas personas, pero pocos han destacado y cumplido el sueño en el deporte que tanto les apasiona, ha surgido la figura de un chico de 16 años.
A pesar de su corta edad, ha dado mucho de qué hablar en el fútbol local y ha logrado lo que muchos sólo alcanzan en sueños: él vive ese sueño, el de ser jugador del primer equipo de su ciudad en la Liga Expansión MX y ahora puede decir que es seleccionado nacional juvenil Sub-18. Su nombre es Heber Omar Velázquez Sánchez, y hoy es jugador de Correcaminos a pesar de ser un adolescente que incluso usa el transporte público o de plataforma para llegar a los entrenamientos o su casa.
Nacido y criado en el barrio de El Palmar, sus primeros pasos en el fútbol los dio con amigos, jugando en canchas de tierra o concreto. Siempre participaba en las ‘retas’ o en los entrenamientos, a los que nunca faltaba. Esa constancia lo ha llevado a lo que ha logrado actualmente, con disciplina y el talento que lleva en la sangre, gracias a su padre, quien también jugó en las Fuerzas Básicas de Correcaminos.
Hoy, la vida y el fútbol le sonríen a Heber, aunque no todo ha sido fácil. Aunque su ascenso parece haber sido de la noche a la mañana, no ha sido obra de la casualidad. Ha pasado por episodios difíciles tanto dentro como fuera de la cancha, situaciones que lo han forjado como persona y jugador.
Heber vivió una situación difícil hace años, algo que fue complicado para él. Aun así, se aventuró a salir de la ciudad para jugar en las fuerzas básicas del América, pero la pandemia lo golpeó duramente, al punto de estar cerca del ‘retiro’.
Cayó en depresión por el fútbol, pero después de que Correcaminos le dio una oportunidad, todo parece indicar que lo que vivió fue necesario, pues el destino le tenía preparado el ser, por ahora, un ‘profeta en su tierra’.
Para entender su historia, tenemos que retroceder unos 12-13 años, ya que desde pequeño Heber Velázquez se interesó en el fútbol. En su familia siempre se vivió y respiró este deporte.
“Siempre ha sido el fútbol, es mi más grande pasión. Mi papá jugaba y yo lo acompañaba. Siempre llevaba mi pelota y, mientras él jugaba, yo pateaba. Siempre me gustó esto, jugaba descalzo o en chanclas, era bien braza, como dicen”, detalló.
Su pasión y el interés que mostró llevaron a su familia a darle la oportunidad de integrarse a un equipo, una decisión que le cambiaría la vida. “Entré a la escuela de Bravos cuando tenía como siete años, entrenaba en Casas Blancas, que me quedaba cerca, yo soy de El Palmar. Ahí entrené y jugué, fue la primera oportunidad que confiaron en mí”.
EL NIÑO QUE JUGABA DESCALZO Y FUE RECHAZADO POR EQUIPOS INFANTILES
Por increíble que parezca, Heber no fue aceptado en algunas escuelas de fútbol, ya fuera por cupo lleno o por supuestamente no tener cualidades. Sin embargo, en Bravos encontró la oportunidad que le permitió demostrar que todos estaban equivocados. Así lo comentaron sus entrenadores, Rigoberto Sánchez y ‘Meme’, quienes iniciaron la escuela de Bravos.
“Él llegó cuando empezábamos la escuela de Bravos. El profe Manuel, que era el encargado, y yo lo entrenamos, le dimos la oportunidad. Prácticamente fue el fundador de Bravos”, contó Rigoberto Sánchez, su primer entrenador.
El formador de talentos describió a Heber como un jugador único. “Siempre fue muy disciplinado, siempre con la pelota. Otros niños a veces no querían entrenar, pero él no era así. Siempre humilde, respetuoso, y siempre noté que tenía esas ganas de salir adelante, de demostrar que podía ser el mejor”, cerró sobre su experiencia con Heber.
Otra anécdota que contó ‘Meme’, gran amigo de la familia de Heber, es que descubrió al jugador victorense cuando tenía apenas dos años, ya que conocía a su papá y jugaban en el mismo equipo. “Lo veía en las canchas cuando jugábamos, y lo que me llamaba la atención era que le pegaba fuerte, tenía dos o tres años y a la pelota grande. Siempre descalzo. Le decía a su papá: ‘¿oye, por qué patea así?’, y él me respondía que así le gustaba, que siempre jugaba así en la calle o en la casa”, mencionó ‘Meme’, quien ahora está orgulloso de la llamada ‘Pantera’ por todo lo que ha logrado y por ser parte de este proceso.
APRENDIÓ EN EL BARRIO Y EMPEZÒ A BRILLAR
Por varios años Heber estuvo en el equipo de Bravos, en el que jugó en diferentes torneos como Copa UAT, también llegó a jugar en torneos como la Luis Quintero -detrás del penal- y en la cancha América de Juárez, “si recuerdo un poco, se ponían buenos los partidos, yo jugaba como menor, pero la verdad aprendí mucho, me fogueé y siento que sí me ayudó a jugar ese estilo de torneos, porque son fuertes. Siempre llegaba temprano, no falsaba”, relata el victorense sobre su paso en el fútbol del barrio.
En Copa UAT, su equipo no podía competir ante potencias, pero él siempre destacó, a pesar de eso, siempre mantuvo la lealtad a ese equipo, “para mí era como una familia, los entrenadores que tuvo me ayudaron, siempre me quedé, nunca pensé en salirme, porque fue donde aprendí a jugar y a crecer”, mencionó.
SU PASO AL AMÉRICA
Heber empezó a hacer notar más y más, con goles, con potencia, con asistencias, y demás; en un Estatal que se realizó en Ciudad Victoria anotó un gol de media cancha a Tampico, equipo que dirigía Miguel Mendoza, reconocido entrenador, formador y detector de talentos.
Él mismo se le acercó a ‘Meme’, su entrenador, “este jugador no es para que esté aquí, es material de exportación”, y ahí empezó la aventura de Heber en busca del sueño de ser profesional.
Lo invitaron a unas visorias a las que acudió con apoyo de sus padres y su entrenador ‘Meme’, quien siempre estuvo detrás de él y apoyándolo por ser el hijo de uno de sus amigos.
Jugó en Pachuca y en Coapa, pero fue en este último equipo en el que se interesaron en él, Ángel ‘La Coca’ González, no lo dudó y lo llamó; la intención era llevar a un equipo piloto por una semana, pero días después la misma ‘Coca’ lo pidió en calidad de urgente en el club.
“Era como un sueño, es un equipo grande y quedar en el equipo que miles o millones quieren, pues fue muy bonito”, dijo sin pensarlo, aunque aquí empezaba una aventura que le dejó muchos aprendizajes.
Irse lejos de su casa cuando apenas tenía 10 años fue algo difícil para él, desde sacrifico económico, desgaste mental y otras cosas, pues cuenta que prácticamente en dos días ya quería volver a la capital, “sí, fue un sacrificio como de mi familia, como mío. Pues la verdad, moral, económicamente, pues estuvo muy difícil. sí lloré, me acuerdo que llegué un viernes o sábado ahí a la casa de club para quedarme y pues me fueron a dejar mis papás hasta allá y pues yo muy emocionado, iba con toda la ilusión y como al siguiente día me acuerdo que le marco a mi mamá casi casi llorando que pues que esto no era lo que yo pensaba, que me quería regresar y pues mi mamá me dijo ‘no, pues espérate todavía uno o dos meses porque ya hicimos el sacrificio de ir hasta allá a dejarte, gastamos dinero’”, incluso recuerda que además de los gastos que ya tenían, tuvieron que dar una ‘mordida’ al trànsito, “de hecho, pues sí, nos fregaron los tránsitos de allá y nos quitaron algo de dinero, porque nos amenazaron que nos iban a quitar el vehículo por las placas”, recordó entre risas.
Conforme pasaron los días se acostumbró y cambió de opinión.. se quedó y destacó en las categorías inferiores del América, en torneos de zona de fuerzas básicas y otros certámenes a los que acudían como invitados.
Fueron poco más de tres años los que estuvo Heber en el equipo de Coapa hasta que después de la pandemia, fue cortado su proceso, ya que con los cambios que hubo por ese suceso mundial, ya no fue considerado.
“Pues fue un golpe la verdad muy fuerte. Porque, digamos que ahí me crié, le agarré mucho cariño al club y pues estuve desde los 10 años hasta los casi 14 más o menos, y pues sí, la verdad lloré, y pues todos ahí mis compañeros más grandes que algunos los recuerdo y ahora están en la sub-23 o incluso debutaron, me decían, ‘no te aguites, así es esto, sino es aquí será en otro lado’”, me dieron ánimo pero el golpe fue fuerte”, detalló.
El algunos momentos dudó si el fútbol era para él, pero poco a poco ‘le cayó el 20’ que sólo fue una prueba y que era muy joven, por lo que decidió seguir en el fútbol en Ciudad Victoria… se dieron las circunstancias para que entrara al equipo Sub-15 que comandaba Carlos Medina en Correcaminos.
LA ROMPIÓ EN CORRECAMINOS
Correcaminos del Sector Amateur le quedó muy chico, pues destacó apenas empezó a jugar, pasó de la sub-15 a la Sub-17 y fue lo mismo, se hacía notar, por lo que fue llamado rápidamente a la Tercera División.
“Pues siempre estuve acostumbrado desde muy chiquito desde el barrio, en la escuelita de Bravos siempre me manejé contra mayores y fue como que lo que me dio estar sin nada de miedo, siempre a meter con todo la pata. En tercera yo estuve como menor, había chavos que me ganaban tres, cuatro años, igual en segunda, había unos que me ganaban por seis años más o menos”, expresó.
“Creo que me supe ganar la confianza, no fue fácil, pero pues hice todo lo que sabía, me fue bien gracias a Dios, di buenas actuaciones y me subieron a Premier, donde a pesar de mi edad también hice las cosas bien”, señaló.
Anotó cuatro goles en la Liga Premier en su temporada debut, en un juego logró tres por lo que fue el MVP. Eso empezó a llamar la atención del primer equipo e incluso de la liga, pues fue llamado a la Selección que armaron de los jugadores más destacados Sub-17, “fue una experiencia bonita, jugar contra equipos de otros paìses, fue algo que guardaré siempre”.
HEBER Y SU BRINCO A LO GRANDE
Tras meses destacando, Heber Velázquez fue llamado al primer equipo de Correcaminos, que empezó a vivir un cambio radical, pues llegó un entrenador de Ciudad Victoria, Francisco Cortez para darle oportunidad a los canteranos, él fue uno de ellos, de los llamados a presentarse en el primer equipo.
“Bueno, yo andaba, de hecho, en la selección, llegué, me hablaron de aquí de Correcaminos, me dieron jueves y viernes para que me presentara el sábado con expansión, y pues de ahí todavía no sabía nada, si me iba a quedar o no, qué iba a pasar conmigo, pero ese mismo día, el sábado hablé con el profe Paco que me dio la bienvenida con mucho gusto, y pues se lo agradezco, yo la verdad me puse muy feliz, mi familia igual y sabía que debía aprovechar la oportunidad”, pronunció.
Heber empezó a entrenar, primero por separado por una lesión, pero después ya estuvo de lleno con el equipo. Jugó amistosos ante Tigres, Santos y otros, “fue una experiencia muy buena competir contra ese tipo de jugadores”, comentó.
EL DEBUT QUE TANTO SOÑÓ
Tal vez no fue en una primera división, pero fue en una Liga Expansión Mx y con apenas 16 años. Heber el 22 de agosto lo tendrá siempre en su memoria, pues ese día se convirtió en el jugador más jóven en debutar en Correcaminos y en el número 13 de toda la división.
La Pantera, contó que no vivió mucho nervio, pues al entrar a la cancha todo eso se olvida, fue un momento que siempre recordará, pues estuvieron presentes sus padres, sus hermanos, sus amigos del barrio.
“Pues la verdad, antes del debut fue un poco difícil porque, como lo mencionas, estuve lesionado. Estuve cuatro semanas con una fisura en el pie. Gracias a Dios me recuperé pronto y también gracias al profe, que me dio la oportunidad. Me acuerdo que ese día estaba muy ansioso esperando la convocatoria. Cuando la dieron, me emocioné mucho; le platiqué a mi papá, que también estaba muy feliz. Estaba viendo a la afición, a toda mi familia, al barrio de aquí de Victoria.
Durante el partido, siempre estuve mentalizado, calentando. Si se me daba la oportunidad de entrar, iba a dar lo mejor de mí; y si no, pues que en el siguiente partido, en el que me tocara, también lo iba a dar todo”, expresó.
“Al momento de entrar, sentí una emoción muy grande por dentro. Se me puso la piel chinita, pero seguí enfocado en el juego. La verdad es que en ese momento no lo sentí tanto; como te digo, lo sentí ya cuando entré al juego. Cuando cayó el gol fue cuando reaccioné de todo”.
Como siempre, apegado a su familia, no pudieron faltar las felicitaciones de parte de ellos, y verlos felices fue lo mejor que le dejó su debut.
“Después de todo el debut, mi familia estuvo muy emocionada. Mi papá y mi mamá me felicitaron mucho, me dijeron que le diera para adelante y que, si me tocaba entrar, lo diera todo, como siempre me han dicho. Al final del partido, todo el barrio del Palmar se acercó. Estuve ahí con mi familia, emocionado. Sentí una gran emoción al ver que la gente de mi barrio y mi familia me veían cumpliendo uno de mis sueños y me felicitaban. Yo siempre he sido muy de barrio, muy humilde, como decimos acá. Días antes del partido, yo me la vivía normal, ahí en el barrio. Iba al parque, saludaba a los amigos que fueron a ese partido. Me preguntaban cuándo iba a jugar, que me iban a ir a ver. Les decía que antes estaba lesionado, pero que a lo mejor me iban a convocar, y ellos siempre estuvieron presentes”, agregó.
Así ese niño y joven que años y meses antes de su debut estaba en el otro lado, en las gradas mirando al equipo de casa, ahora se convirtió en parte de él y al que veía dentro del campo, “hasta hace meses antes del debut, yo era aficionado, iba al estadio a verlos cuando estaba en segunda o tercera, antes de niño a veces iba también, fue un sueño la verdad estar ahí”, confesó.
UN SUEÑO MÁS…
Dentro de su lista de deseos siempre fue claro en que quería ser seleccionado nacional y lo ha logrado… después de sumar minutos en la Liga Expansión con apenas 16 años y con gestión del cuerpo técnico, Heber Velázquez fue observado por Andrés Lillini y recibió la oportunidad.
“Me siento feliz, me habían comentado hace semanas que había un seguimiento, pero ahora se hizo realidad, la verdad todo ha sido tan rápido”, dijo brevemente Heber Velázquez.
Siempre ha dicho que quiere ser como Cristiano Ronaldo, pero más que por los goles por su disciplina y por las ganas de trascender. Es algo que Hebert quiere emular, pues sabe que eso lo llevará lejos, “sueño con estar en la Selección Mayor”.
Por último Heber Velázquez dedicó todo esto que le está pasando a su familia, a sus padres, quienes han estado con él incondicionalmente, también a sus amigos y al cuerpo técnico de Correcaminos Expansión, pero también a cada uno de los entrenadores que ha tenido, “todos han sido importantes, gracias a la confianza que me tuvieron, a Paco por debutarme y enseñarme muchas cosas, a la Selección Mexicana, a la afición, todos son parte de esto”, finalizó.
Con apenas 16 años, Heber Velázquez ha recorrido un camino lleno de retos, sacrificios y aprendizajes. Desde las canchas polvorientas del barrio hasta su debut en el fútbol profesional, su historia es un testimonio de perseverancia y amor por el deporte.
Pero para Heber, este es sólo el comienzo. “Lo que más quiero es seguir representando a mi familia y a mi barrio, demostrarles que los sueños se cumplen si luchas por ellos”, comentó con determinación en su mirada.
Aunque sabe que aún tiene un largo camino por recorrer, Heber no deja de soñar: “Quiero llegar a Europa, jugar en los equipos más grandes del mundo y, algún día, levantar una copa con la Selección Nacional”.
Con la misma humildad con la que aborda cada paso, Heber mira al horizonte, consciente de que el verdadero desafío no es sólo llegar, sino mantenerse. Y con cada paso, cada gol y cada sacrificio, se asegura de que su nombre quede grabado en la historia del fútbol victorense, tamaulipeco y ¿por qué no? En un futuro en México.
TIENE UN DON QUE DIOS LE DIO
En entrevista con Oé! Manuel ‘Meme’ Hernández, quien fundó Bravos Fc la escuela en la que empezó Heber Velázquez, el juvenil victorense tiene un don que Dios le dio, pues lo tiene ‘natural’.
“Desde que lo vi patear la pelota descalzo y fuerte, una pelota grande para él, la numero cinco, supe que tenía fuerte. Como dice su papá, es un Pantera, muy explosivo, siempre ha sido así y de buen golpeo, lo tiene muy natural, es un don que Dios le dio”, explicó.
También mencionó que él era el referente de ese equipo de Bravos, “nosotros buscábamos formar jugadores, no ganar títulos, era imposible pelear contra potencias, mis respetos, nosotros íbamos a los estatales para foguear y ganamos pocos partidos pero jugadores destacaron y de ahí vieron a Heber para que se fue al América”, puntualizó.
‘Meme’ dijo que que nunca ha visto otro jugador como Heber pues a pesar de su corta edad, juega como experimentado, “me ha tocado verlo jugar, y ha hecho muy buen trabajo, ni parece que tenga 16 años”.
Finalmente mencionó que él volvió al ‘Corre’ por Heber, “seré franco y sí, yo hace años si iba al Corre, es el equipo de casa, pero por trabajo ya no había ido, ahora con Heber no me pierdo nada, apoyo al Corre pero más aún a él”, finalizó.
DANIEL VÁZQUEZ
EXPRESO-LA RAZÓN