¿Sabes a lo que hace referencia la expresión de “subirse el muerto”? Quizá alguna vez haya experimentado la no muy agradable sensación de una parálisis de su cuerpo mientras está acostado a punto de dormir, pero, por alguna extraña razón pierde toda movilidad de su cuerpo.
Este fenómeno es causado por una diferencia en los tipos de ondas cerebrales que produce el cerebro cuando estamos dormidos.
Existen 4 tipos de ondas que se generan: las Alfa, que se presentan cuando estamos con los ojos cerrados, relajados. Las ondas Beta, se producen cuando estamos despiertos. Las ondas Delta, que son características del sueño más profundo, y las ondas Theta, que se encuentran activas cuando estamos soñando. Existen dos fases del sueño: la etapa REM que por sus siglas en inglés significa Rapid Eye Movement, o su traducción al español: MOR Movimiento de Ojos Rápido. Se llega a tal estado después de casi una hora y media después de dormir, y se repite en ciclos de 90 minutos. En este periodo es cuando el cerebro crea el 90% de los sueños, también trabaja mejor en la resolución de problemas complejos, se vuelve creativo, y tiene emociones y motivaciones.
Durante este periodo, el cuerpo se queda totalmente inerte, sin movimiento. Lo único que se mueven son los ojos de manera muy rápida (incluso las personas ciegas y los animales). El cerebro está tan ocupado creando sueños agradables, bizarros o pesadillas, que no puede trabajar con el movimiento del cuerpo. Precisamente es en este estado, cuando experimentamos la sensación de “se me subió el muerto”.
Los autores Dennis Coon y John Mitterer en su libro “Introducción a la Psicología: el acceso a la mente y la conducta” (2010), llaman a este fenómeno “parálisis del sueño” y es más frecuente que suceda justo antes de despertar. Es la sensación es de no poder mover ninguna parte del cuerpo. Aunque se le da la orden a las manos o pies de moverse, inclusive de gritar para pedir ayuda, el cuerpo no obedece. Por el contrario, se siente un frío que va subiendo de los pies a la cabeza lentamente. Algunas personas han incluso experimentado alucinaciones durante la parálisis del sueño tales como ser abducido por un extraterrestre, ver demonios, opresión del pecho, ahogamiento o flotación sobre el cuerpo.
El psicólogo Al Cheyene (1999) lo llama alucinaciones hipnopómpicas. ¿Exactamente qué lo produce? No se sabe, pero no son pocas personas las que lo han sentido.
Por otro lado, la otra fase del sueño a la que se le llama No MOR (NMOR) o Non Movement Eye Rapid, en español: No REM, se produce cuando el movimiento de los ojos es lento, pero el cuerpo sí se mueve. Por ejemplo, cambiamos de posición, nos rascamos, podemos escuchar cosas, entender que nos llaman por nuestro nombre, e incluso apagar la alarma sin despertar.
En esta fase, el cerebro tiene una actividad con ondas Delta principalmente, y su función es mejorar el aprendizaje, fijar la memoria, recuperar el cuerpo de la fatiga muscular, equilibrarse emocionalmente, y realizar una limpieza neuronal. En esta fase NMOR sí podemos mover el cuerpo y éste responde. El estado de la conciencia puede variar desde relajación hasta sueño profundo. Luego entonces, se podría explicar la parálisis del sueño o la experimentación de “subida de muerto”, como un ligero y poco frecuente desfase entre la inmovilidad del cuerpo característica del sueño MOR, con la leve conciencia del sueño NMOR.
O bien, una extraña generación alternada entre ondas Theta y ondas Alfa o incluso Delta. Las razones que podrían llevar a experimentar los estados de parálisis cerebral seguramente serán los mismos que generan los otros trastornos del sueño: falta de horas de sueño, estrés, cansancio, exceso de alimentos en la cena, problemas crónicos, desorganización en las horas del sueño, entre muchos otros.
En general, hablamos de una mala calidad del sueño. Desde otra perspectiva, y como además de científica soy una firme creyente, me concentro más en rezar tres veces el Padre Nuestro para poder pasar del sueño MOR al NMOR y volver a tener el control de mi cuerpo.
Lo curioso, es que nunca me sale la primera vez esta oración, si no hasta el segundo intento, entonces no paro hasta que haya realizado las tres oraciones y es cuando logro salir del trance. Sí, sé que científicamente lo que debería hacer es mejorar mis hábitos de sueño, pero hasta donde sé, la fe y la ciencia no son excluyentes. Por si acaso recuerde que, mejorar los hábitos de sueño pueden ayudar grandemente a evitar experimentar las parálisis del sueño. Por cierto, ¿Cuándo fue la última vez que sintió que “se le subió el muerto”? Posiblemente, si le vuelve a ocurrir, ya tendrá más en cuenta qué es, por qué sucede, cómo se evita y cómo se sale del trance.