A diferencia de otras transiciones de los poderes políticos del área metropolitana del sur, como la ocurrida hace seis años en Madero, entre el alcalde saliente Andrés Zorrilla y su sucesor Adrián Oseguera, que resultó ríspida, las de mañana se desarrollarán aparentemente en orden y sin peros.
En la urbe petrolera y Altamira debido a que se trata de relevos de cabildos de partidos políticos del mismo color e ideología y en el caso de Tampico a que las relaciones entre el exalcalde panista Chucho Nader y el gobierno del Estado, igual que de su sucesora, la morenista Mónica Villarreal, siempre fueron cordiales y respetuosas.
Como lo demuestra la derrota de la ex candidata del PAN a la alcaldía tampiqueña, Rosa María González Azcárraga, que se aceptó sin cuestionamientos ni impugnaciones.
El alcalde saliente del puerto jaibo, Fernando Alzaga Madaria, adelantó, a propósito, que el proceso de entrega recepción concluirá mañana y que, salvo algunas obras, como la de la calle semipeatonal de la Diaz Mirón, se terminarán en los primeros días de la próxima administración.
Mañana lunes, según expresó por otra parte el director del departamento jurídico, Julián Zorrilla Estrada, se entregarán al comité de enlace entrante los últimos documentos y el reporte de los asuntos pendientes, como el de los jurídicos, en los que existen plazos legales que tienen que cumplirse.
Otro panista al que no le gustan los conflictos, el diputado albiazul, Pepe Schekaibán, declaró el viernes que será respetuoso de las nuevas reglas del ingreso al congreso de Tamaulipas y puso como ejemplo que ya obtuvo su credencial como ha dispuesto la reforma a la ley interna de la legislación y que a lo largo de su gestión trabajará por todo aquello que sea benéfico para la comunidad.
¿Se deslindará de los cabecistas? Es probable que sí, al menos parcialmente. No hay que olvidar que los panistas del sur y muy particularmente los seguidores de Nader pintaron su raya y marcaron con firmeza sus discrepancias a la relación política con el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca.
Los que no sacaron credenciales de identificación para ingresar al recinto legislativo como señala la reforma a la organización y funcionamiento interno del Congreso, fueron los diputados Ismael García Cabeza de Vaca, Marina Ramírez Andrade y Gerardo Peña Flores.
La sala regional del TEPJF consideró que se trata de condiciones indebidas, hecho que anticipa que el pleito de la 4T, ahora contra el hermano del exgobernador no ha terminado y que una vez que empiece a laborar la nueva legislatura, los morenistas, que tienen mayoría calificada, volverán a la carga.
En ese escenario, no resultaría extraño que, como sucedió con el pleito entre de Francisco García Cabeza de Vaca y el presidente López Obrador, que puso fin a las ilusiones que tenía el primero de obtener una diputación federal plurinominal en la primera mitad del sexenio de Claudia Sheinbaum y lo obligó al a autoexiliarse en los Estados como prófugo de la justicia, el final de la película de Ismael seguirá en suspenso.
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