De alguna manera sorprendió el fallecimiento de la maestra Ifigenia Martínez. Se le recordará porque abrió brecha para mayor participación de la mujer en la actividad social y política del país. Como directora y maestra en la facultad de Economía de la UNAM defendió y participó en el movimiento estudiantil del 68. La recuerdo como activista repartiendo volantes o hablando a la gente en mercados y plazas. Fue de las principales fundadoras del PRD con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, así como de Morena al lado de AMLO. Cuatro veces diputada federal, una local y dos ocasiones senadora. Una mexicana ejemplar de fructífera trayectoria en el quehacer público que recibió toda clase de reconocimientos incluyendo la medalla “Belisario Domínguez”. Por ello y mucho más, merece homenaje de estado. Sobra decir que el morenismo está de luto.
Con claras evidencias en el deterioro de su salud, doña Ifigenia utilizó las últimas energías para entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum el pasado primero de octubre. En el momento culminante de la ceremonia se le escuchó decir: “Híjole, apenas puedo mantenerme de pie”, y aunque con mucho esfuerzo, cumplió con el protocolo que ordena la Constitución, aunque le fue imposible leer el discurso preparado para la ocasión donde refería la nueva era con el arribo del poder femenino a la primera magistratura y la obtención de importantes cargos administrativos y políticos. Descanse en paz.
Mientras tanto el poder judicial enturbia cada vez más la vida democrática de la república. No acepta la decisión mayoritaria que el 2 de junio demandó la reforma. De ahí que haya caído en franca provocación en el objetivo de entorpecer la tarea gubernamental. Ya dijo la Señora Presidenta que no caerá en el juego de quienes por capricho pretenden detener el proceso de transformación.
La reforma va sobre los intereses de quienes integran la SCJN porque es una exigencia popular reflejado en el acuerdo del Congreso de la Unión que no acepta demoras originadas por interpretaciones torcidas de la ley. ¿Cómo es posible que desconozcan la decisión del legislativo cuando ni remotamente les corresponde?. Al respecto, Gerardo Fernández Noroña se pregunta, “¿pues en que escuela estudiaron Derecho?”. Y tiene razón porque hasta el ciudadano simple entiende que jueces, magistrados y ministros, además de ambición, exhiben ignorancia. ¡Qué vergüenza que la justicia esté en manos de esta clase de ignorantes!.
Dicho lo anterior al poder judicial no quedará más remedio que recular, permitiendo que la nación avance por el camino de la superación y el desarrollo. Que no haga más el ridículo en el afán de proteger privilegios que son parte del pasado maldito neoliberal. He dicho.
SUCEDE QUE
Este domingo el gobernador Américo Villarreal Anaya dio a conocer una síntesis de los logros obtenidos en lo que va de su régimen como muestra del avance en todos los renglones de la administración pública, traducidos en bienestar colectivo. Tamaulipas es otro después de la catástrofe panista. Y ni modo que sea invento…Oiga, el llamado Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, (TEPJF por sus siglas en español), avaló la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas en el liderazgo del PRI y con ello acelera la desaparición de dicho partido, aseguran los que saben.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA