CIUDAD VICTORIA, TAM,. Este 2024, ha sido de contrastes para Francisco Cortez, pero sin duda, lo que lo marcó, fue tomar la Dirección Técnica de Correcaminos, el equipo de sus amores, el de la ciudad donde nació en 1985, en el que jugó de joven y donde la experiencia no ha sido sencilla, pero hoy “lucha” por generar un cambio, teniendo como materia prima a los jóvenes locales.
Es la noche del Jueves, recién culminó el partido de la fecha doce en el Marte R. Gómez, donde Correcaminos venció tres por cero a Morelia, victoria con la que le pusieron fin a una racha de nueve duelos sin ganar. Como de costumbre, después de un partido, “Paco” fue a cenar con el ‘Pánuco’ Gómez y “El Profe” Arturo, ambos son parte de su cuerpo técnico, pero sobre todo, son dos de sus maestros de vida. Junto a ellos recordó que el actual torneo “Ha sido un camino con muchas piedras, difícil, pero me siento orgulloso de dirigir al club de mis amores, de estar al frente de una institución que tiene mucha historia y que está escribiendo una nueva con los jóvenes”.
Navegar por momentos difíciles, no es nuevo para Francisco; para empezar, cuando apenas tenía cuatro años de edad, su vida cambió para siempre; perdió a su padre. Respira profundo, y explica con seriedad que su infancia “Fue difícil, mi papá murió en un accidente automovilístico, él era Agente del Ministerio público en Padilla. El licenciado Francisco Javier Cortés Puga, era muy querido, por lo que comentan de él”, dice orgulloso.
“Mi mamá no nos llevó ni al funeral, ni al entierro, me lo ocultaron, nos decían el típico ‘se fue al cielo’, pero nunca tuve esa parte del proceso, después en terapia, lo tuve que sanar”, confiesa. Rosa Velia Rodríguez, que apenas tenía 35 años de edad, encaró la situación y pensando en el bien de sus hijos, de inmediato se puso a trabajar como maestra de Primaria. “Muchas de las veces en mi infancia me la pasé en el 19 Hidalgo y Juárez, con mi tía Juanita, ella tenía un restaurante, “La Huasteca”; nos cuidaba a Karla, mi hermana y a mí, en lo que mi mamá trabajaba y ya pasaba por nosotros como a las siete de la tarde”. En 1993, cuando tenía ocho años y estudiaba la primaria en La Salle, sufrió la perdida de su primo Casio, quien era como su hermano, él también falleció en un accidente automovilístico.
“Esa me pegó más, él era con quien me la pasaba jugando, siempre estábamos juntos, murió muy joven”.
EL FUTBOL FUE LA LLAVE
Cortez expone que siempre fue alguien solitario, que incluso llego a recibir bullying, pero el futbol fue la llave.
“En el colegio yo siempre llevaba el balón, era el típico niño del balón, de ahí me fui dando cuenta que siempre fui de ordenar, de organizar; incluso en la Prepa hago en El Repiso un equipo de fútbol y hasta mandé traer los uniformes de Marval”. El balompié, más formal, llegó el día que acudió al Teatro de la UAT a un evento y recibió un “volante” donde se invitaba a los niños a participar en el equipo de “Agronomía”, que competía en la Copa UAT. “Mi tía Juanita me llevó al entrenamiento, ese día conocí al profe “Panuco” Gómez y entré a mi primer equipo, la vida me puso a alguien que me arropó; él nunca se dio cuenta, pero fue como un padre para mí, la verdad de repente cuando se le complicaba a mi mamá, él pasaba por mí en una vagonetita que tenía, siempre fue de apoyarnos”.
“La generación iba caminando, me tocó estar en Tercera División de Correcaminos, me debutó el profesor “Pancho” Cervantes y el profe “Pánuco” también estuvo ahí, me tocaron todos los técnicos; en segunda tal vez no no fui tan titular, pero estuve un buen lapso, fue muy emotivo, fue conocer a mucha gente, muchas amistades grandes que hice”. Plantea que en aquel momento era muy “inquieto”, pues además de jugar, estudiaba y trabajaba. “La hice de todo, en mi primer trabajo estuve en una carnicería, trabajé vendiendo botanas en el Estadio cuando jugaba el Corre y hasta ponía publicidad en los partidos”. A la par, comenzó a dirigir escuelitas de futbol y a un equipo en la Copa Telmex, “Tuve vocación de entrenador, me metí a mi papel, sin ganar nada de dinero yo lo hacía”.
También se puso a “chambear” las “diez horas” que le heredó su mamá; se metió a la UAT a estudiar Contabilidad en la Facultad de Comercio y viajaba a Tampico para hacer el Curso de Entrenador Profesional de Futbol.
“Yo pedí el apoyo para ir a un congreso de porteros a la Ciudad de México, me fui tres o cuatro días y allá conocí al victorense Jesús Alfaro y también a Carlos Truco, me le acerqué para preguntarle si había una posibilidad, él era el Director de porteros del Club Pachuca y me dijo que lo iba a ver…”. “…Yo en ese momento ya entrenado a los porteros en Correcaminos de Segunda y Tercera, por amor al arte”.
El 21 de Agosto del 2008, dos semanas después del curso, “Iba llegando a casa y sonó el teléfono, eran las tres de la tarde y me informaron que sí había una posibilidad de ir a Pachuca, Trucco quería que me fuera a probar”, relata con emoción. De inmediato se lanzó a la Facultad de Comercio a comunicar que no se inscribiría al siguiente semestre, avisó en los lugares que trabajaba que se ausentaría y “A las nueve de la noche agarré el autobús en la Central y ya no volví, en Pachuca fue otro mundo, me encantó, me quedé”. En la institución de Hidalgo, comenzó a absorber conocimientos de reconocidos formadores, “Estoy agradecido con la vida, porque fui aprendiendo de la vieja escuela del fútbol mexicano, de Miguel Gómez, del “Ratón” Ayala, del profe Patiño y de muchos más”.
EN PRIMERA CON CALERO Y HUGO SÁNCHEZ
Del 2008 al 2012, y tras recibirse como Licenciado en Educación Física en la Universidad del Futbol, le dieron la oportunidad de ser entrenador de Porteros de las categorías Sub 20, Sub 17, Segunda División Premier y Nuevos Talentos de “Los Tuzos”.
En Enero de 2013 ocurrió algo inimaginable, se convirtió en el entrenador de porteros de Pachuca en Primera División, el técnico en ese momento era el histórico Hugo Sánchez y el arquero, un tal Miguel Calero. “Yo siempre digo que es Dios, hay una charla donde Miguel Calero me da mi lugar y dice que ‘el entrenador de porteros es Paco Cortéz’, te puedo contar mil anécdotas de él, me trataba como un hijo…”.
“…Igual con Hugo Sánchez, yo tuve cercanía con él porque jugábamos la Copa, entonces se adelantaba un auxiliar con el plantel que iba a jugar y Hugo viajaba el mero día, viajábamos con él otro profe y yo, entonces había más cercanía, Hugo es un tipazo, un tipazo la verdad”. Pero no todo fue “miel sobre hojuelas”, había que enfrentar situaciones día con día. Uno de los momentos más oscuros que vivió en Hidalgo, fue el día que murió Miguel Calero, quien ya se había convertido en un gran amigo para él.
“Fue un shock, con la trombosis fue todo muy rápido, cuando ya no se pudo hacer más, su familia me dio la oportunidad de despedirme de él…”. “…Fue muy duro, estuve un par de días encerrado, lloré en el vestidor, era mi amigo, mi ídolo, Miguel era otro rollo, fue muy doloroso, él hizo que yo siguiera en Primera División como entrenador de porteros y le debo mucho de lo que soy, también me enseñó mucho como persona”.
EN INFERIORES LO GANÓ TODO
De Agosto de 2013 a Julio de 2015 fue Director Técnico de las categorías 2003 y 2001. De Agosto de 2015 a Octubre de 2017 fue Director Técnico de la categoría Sub 12, Auxiliar Técnico de la Sub 15 y Director Técnico de Sub 17.
En Septiembre de 2017 se convirtió en el responsable de las Fuerzas Básicas, en el 2018 fue Técnico de la Segunda Premier y con eso cerró su etapa en Pachuca, donde fue Campeón Sub 20 en el Clausura 2019 y Sub Campeón Sub 13, el mismo año. Con sus jugadores conquistó el Campeonato del Torneo Fuerzas Básicas 2015-2016 con la categoría 2004, fue Campeón del Clausura 2016 con la categoría Sub 15, en el 2016 fue Campeón Nacional de la Copa Danone y Noveno lugar del Mundial Sub 12 que se jugó en París, Francia.
NUEVAS LATITUDES
En el 2018 estuvo cerca de firmar con Mineros de Zacatecas de la Liga de Ascenso, equipo perteneciente a Grupo Pachuca, pero en ese momento decidió tomar experiencia y aprender fuera de México. “Me fui con Andrés Fassi a Argentina, a Talleres de Córdova, estuve viendo fútbol y metodologías, ahí y en Brasil.
Vino en ese momento un cambio para mí, un cambio espiritual muy grande y desde ahí me considero una persona que aprendió a sanar”. Su siguiente destino sería Costa Rica, donde fue Director Técnico de la Sub 20 y Sub 13 de la Liga Deportiva Alajuelense, uno de los equipos más reconocidos del país. En el 2020 recibió la llamada de un viejo amigo, “El Chaco” Giménez, quien lo invitó a ser su auxiliar en el Cancún FC de la Liga de Expansión. También fue auxiliar en Uruguay del Atenas de Segunda División, fue técnico en la Tercera de Tulancingo y también comandó a Gavilanes de Matamoros.
FUERTE COMO MAMÁ
Actualmente vive su sueño de dirigir a Correcaminos donde “Estamos apostando por algo diferente, con jóvenes locales, a la afición yo le prometo mucho trabajo, muchos valores, queremos construir algo sólido, tenemos un nuevo presidente y hay certeza de que sigue el proyecto en pie y que está más fuerte que nunca”.
Los golpes de la vida, los ha enfrentado trabajando en silencio, ha cumplido objetivos y sueños, se considera una persona resiliente y reconoce que gran parte de la fuerza que tiene se la da Dios y su familia, sobre todo Rosy Rodríguez, su madre.
Con lágrimas en los ojos y la voz quebrada, se despide diciendo que “Ella todo el día trabajaba para darnos la educación que nos dio, se hizo fuerte porque tenía que hacerlo, por ser padre y madre. Gracias mamá, te amo, hiciste un hombre de bien, hiciste tu trabajo, eres un ejemplo de valores, de perseverancia y te prometo que voy a hacer historia en Correcaminos y en el fútbol mundial”.
POR DANIEL RÍOS