Mauricio Sáenz Canovas es un cineasta matamorense que utiliza elementos ficticios entralazándolos con la realidad. Su trabajo experimental más reciente “Niño halcón duerme entre visiones de un incendio” lo llevó al Festival de Cine de Morelia.
En él cuenta la historia de un adolescente que forma parte de un cártel, su función es ser vigía de los movimientos de los grupos contrarios, por lo que se convierte en “halcón”.
“De una manera muy abstracta, metafórica y poética habla de la experiencia de uno de estos chavos que al pertenecer a este entorno va viendo cosas muy extremas, mismas que lo van dejando ciego, por lo que se convierte de victimario a víctima”, menciona el director. Su tierra fue inspiración y desánimo, comenta. La ubicación de la frontera norte de Tamaulipas y la cercanía con el territorio estadounidense, ha vuelto a algunos municipios, escenarios frecuentes de violencia, por lo que la presencia de jóvenes en actividades del crimen organizado es algo común.
“Creo que necesitaba hablar de algo que entendiera mejor, algo más cercano a mí. Ver la vida de estos chavos llamados halcones que más allá de ser parte, pues también son víctimas de esta situación tan violenta y tan desfavorable que vivimos en México”, agrega Mauricio.
DIFICULTADES Y RETOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL MATERIAL
El rodaje de “Niño halcón duerme entre visiones de un incendio” fue algo que siempre lo mantuvo muy motivado, la experiencia fue enriquecedora y el periodo de post-producción lo considera un proceso muy bueno y con mucho aprendizaje.
Lo más satisfactorio para él fue ver la historia final, un producto terminado que es el reflejo de un esfuerzo materializado. No obstante también considera que hubo momentos difíciles durante la construcción del cortometraje. “Fue difícil hilar todo lo que quería decir en el guion y mantener el interés siempre”.
Aunado a ello, factores como el clima y el entorno de grabación complicaron la realización de algunas escenas. La sede fue el parque de la huasteca en Monterrey por lo que menciona se tuvieron que escalar varias montañas incluso por la noche en algunas ocasiones. El proceso no fue completamente sencillo.
Aunque como bien lo indica Mauricio… lo más satisfactorio es ver el esfuerzo materializado. Mismo que ha dado grandes resultados, siendo seleccionado, presentado y premiado en cuatro festivales nacionales.
El estreno nacional tuvo lugar en el Guanajuato Film Festival en Julio, casi como en efecto dominó seguirían el resto de los reconocimientos. Premio a la mejor película de la sección de Nuevo León en el Festival Internacional de Cine en Monterrey, en el Transmutación Festival de Cine Contemporáneo obtuvieron el premio a la mejor película mexicana con proyección en la Cineteca Nacional. Mientras que en el Festival de Cine de Morelia se llevaron el premio especial del Jurado en cortometraje mexicano.
Presente en los cuatro festivales, Mauricio creé que la historia ha llamado la atención, considerando una buena recepción por parte del público.
Destacando especialmente el Festival Transmutación en Ciudad de México y el Festival de Cine de Morelia donde las salas estuvieron llenas y los espectadores muy activos con preguntas acerca del material. Sáenz Canovas busca con su producción “poner el dedo en la llaga” ya que se trata de un tema que afecta a la sociedad mexicana, principalmente a los jóvenes.
“No satanicemos a las personas que son parte de estos cárteles. Hablemos de la deshumanización al orillarlos a formar parte de esto…de como son víctimas y a la vez victimarios”, finaliza el director.
POR KAREN SALAS