El pasado 15 de noviembre el Secretario de Hacienda y Crédito Público presentó el paquete económico 2025 que incluye en Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación. Aquí pondré algunas consideraciones:
Plantea un crecimiento entre el 2 y el 3%, la inflación promedio en 3.8%, un tipo de cambio con el dólar de 18.7, un precio del barril del petróleo en 57.8 dólares y un Déficit público de 3.9%.
Estos primeros indicadores llaman mucho la atención porque el Banco Mundial ha pronosticado que el próximo año tendremos una desaceleración que conlleve al 1.7% de crecimiento, por debajo de lo establecido en el paquete.
El paquete económico prevé un gasto de 9.22 billones de pesos, con ingresos de 8.05 billones lo que terminará agrandando la deuda pública y con llevará a un pago más grande de intereses, esto en un escenario en el que calificadoras como Moody´s han cambiado su calificación al país de estable a NEGATiVA, provocada principalmente por el debilitamiento institucional (reforma judicial y organismos constitucionales autónomos) y la estrechez presupuestal. La deuda pública se llevará a 51.4% del PIB ha crecido un 7 % en los últimos 6 años.
Por otro lado el Gobierno realiza recortes en áreas importantes del gobierno por ejemplo SEMARNAT recibirá 39.4% menos recursos, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana 36.2 % menos, Salud registra una caída del 34%, la Secretaría de Energía un 31.3 % menos. Cultura un 30.8% y al INEGI un 17.5 % menos.
Para terminar con este breve análisis, tenemos una presión fuerte por parte de los programas sociales, principalmente de las dos tipos de pensiones, tan es así que 1 de cada 4 pesos del PEF 2025 se irá a pensiones.
Esto obliga al país a recaudar más dinero para poder continuar con este ritmo en los programas sociales y obras heredadas, sino pronto tendremos que dejar sin dinero s la educación superior, o renegociar un nuevo pacto fiscal con las entidades federativas. No hay muchas opciones para este nuevo sexenio hacia donde crecer en el presupuesto.
Esto implica una Reforma fiscal, la deuda no debería ser una opción, un día nos alcanzarán estas decisiones. Nadie se puede extrañar llevan años con este ritmo de gasto y aumento a las transferencias directas, les ha funcionado electoralmente, veamos si les funciona económicamente al país, solo el tiempo dirá.