El 15 de junio de 1917, el gobierno del presidente Venustiano Carranza autorizó a los gobernadores provisionales de los Estados de Tlaxcala y Tamaulipas para que convocaran a elecciones de Poderes locales. El primer domingo de diciembre, como ya era costumbre desde el siglo XIX y principios del XX, se verificaron primero las elecciones para los ayuntamientos.
En esa ocasión, con la presencia solamente de Luis Caballero y la ausencia del general César López de Lara, quien aún gobernaba el Distrito Federal. Los comicios transcurrieron sin incidentes y totalmente a favor de los candidatos del partido “verde”, como se le conocía también al Liberal de Tamaulipas.
El 9 de diciembre de 1917, el periódico victorense La Democracia informaba que los caballeristas habían triunfado en varios municipios, entre ellos, Ocampo, Quintero, Gómez Farías y Xicoténcatl. Dicha publicación, que además era utilizada como medio informativo oficial de los liberales, aclaraba que los caballeristas no habían triunfado en Burgos, Palmillas, Antiguo Morelos, Nuevo Morelos, Miquihuana, Bustamante y Tula, porque no se habían verificado elecciones por la acción de los rebeldes carreristas y almazanistas.
El historiador José Carlos Mora García dice que a pesar de que en diciembre de 1917 las condiciones políticas no eran propicias para el carrancismo en su objetivo de imponer a César López de Lara a la gubernatura, Carranza otorgó su autorización al gobernador interino Alfredo Ricaut para que emitiera la convocatoria a elecciones para la integración de los poderes del Estado.
El 5 de enero de 1918, el gobernador convocaría al igual que su antecesor Osuna, a elecciones para gobernador de Tamaulipas. El decreto seria el mismo, sólo que modificaría el día de las mismas, para el domingo 3 de febrero del presente.
SE LLEGARON LOS TIEMPOS POLÍTICOS
Cuando finalmente los tiempos políticos se llegaron, el general César López de Lara hizo entrega del gobierno del Distrito Federal al general Alfredo Breceda, con fecha 22 de febrero de 1918, para lanzar su candidatura al gobierno estatal. Semanas antes, el general Luis G. Caballero aceptó también su postulación a la Primera Magistratura de Tamaulipas.
Á estos dos candidatos se les unió un gran número de políticos y militares de alta significación. La lucha electoral fue sumamente enconada
SE VERIFICARON LOS COMICIOS EN MARZO
El 3 de febrero de 1918, después de cinco años de pre-constitucionalidad en Tamaulipas, se celebraron elecciones para gobernador.
El periódico nacional El Pueblo, dijo que se verificaron con el mayor orden y que entre los ciudadanos había gran entusiasmo por ejercer la función electoral, siendo muy difícil preveer cuál de los dos candidatos seria el vencedor, pues ambos tenían muchos partidarios.
Añadía que Luis Caballero había permanecido algunos días en Tampico, pero que finalmente había salido al campo de operaciones militares. Recordar que los cedillistas y carreristas seguían en guerra con el gobierno federal. El día 4 de marzo ambos candidatos se atribuían el triunfo.
El gobernador Ricaut sugirió a Carranza que no se reconociera a ninguno. Un periódico de Laredo, Texas informaba que el general Luis Caballero había triunfado en los municipios de Xicoténcatl, Llera, Gómez Farías, Quintero, Antiguo Morelos, Magiscatzin, Tula, Altamira, Aldama, Jiménez, San Carlos, Abasolo, Soto la Marina, Padilla, Casas, Cruillas, San Fernando, Burgos, San Nicolas, Méndez, Matamoros, Villagrán, Hidalgo, Reynosa y Camargo; mientras que López de Lara triunfaron en los distritos o partidos electorales de Tampico, Nuevo Laredo, Mier, Guerrero, Jaumave, Palmillas, Bustamante, Miquihuana, Doña Cecilia, Árbol Grande y resto de la municipalidad de Tampico, así como en Ciudad Victoria
SE INSTALAN DOS LEGISLATURAS
Según Agustín Casasola, el 27 de marzo de 1918 se instalaron en Ciudad Victoria dos legislaturas, pero ninguna de ellas reconoció la autoridad del gobernador provisional del Estado, general Alfredo Ricaut.
Éste por su parte, tampoco reconoció la instalación de ninguna de las dos legislaturas, y así lo comunicó a la Secretaría de Gobernación. Cada una de estas dos legislaturas reconoció como gobernadores electos a los generales Luis G. Caballero y César López de Lara. Cuando se llegó la fecha señalada para la toma de posesión del nuevo gobernador, el general Luis G. Caballero comunica haberse hecho cargo del gobierno del Estado. La Comisión Permanente del Congreso de la Unión le contesta de enterado, pero la Secretaría de Gobernación, por acuerdo del Ejecutivo, no lo reconoce y califica de absurdo el hecho de que existan dos legislaturas y dos gobernadores. Sin poder calificar el Ministerio de Gobernación cuál de los dos gobernadores es el legítimo, y en tanto el Senado de la República no resuelve el conflicto político, se toma el acuerdo de que continúe como gobernador provisional el general Alfredo Ricaut.
LOS CANDIDATOS EN LA CIUDAD DE MÉXICO
Días después, llega a la Ciudad de México el general Caballero, y celebra varias conferencias con el ministro de Gobernación, sin llegar a ningún acuerdo.
El general César López de Lara, que durante los actos electorales en el Estado de Tamaulipas no llegó a salir de la capital de la República, celebra también conferencias con el mismo funcionario, sin llegar igualmente a ningún acuerdo definitivo.
Citados por el general Pablo González los dos aspirantes a la gubernatura, se reúnen en el domicilio del divisionario el día sábado 23 de marzo, a las tres de la tarde, con el fin de cambiar impresiones y ver si es posible llegar a un entendimiento.
La reunión duró más de dos horas, sin llegar a ningún acuerdo satisfactorio, sino que, por el contrario, los ánimos llegaron a exaltarse, según la versión del señor Eliseo L. Céspedes, que a continuación transcribimos: “Durante la conferencia en la casa del general Pablo González, el general Caballero llegó a impacientarse a tal extremo que lanzó algunos insultos al general César López de Lara.
El general López de Lara le dijo al general Caballero que por encontrarse en la casa del señor general Pablo González no le contestaba en igual forma, pero que en otro terreno estaba dispuesto a contestarle.
Al salir de la casa del general Pablo González, el general Luis G. Caballero dijo a César López de Lara que, si estaba dispuesto a discutir eso en el campo del honor, contestando afirmativamente el general López”. Finalmente, quedaron en que se encontrarían en el Bosque de Chapultepec, lugar donde riñeron a balazos, muriendo el teniente coronel Francisco Aguirre, jefe de la escolta del general Luis G. Caballero y resultando herido, aunque de poca gravedad, el diputado y licenciado Emilio Portes Gil, simpatizante de López de Lara. Al presentarse al lugar de los acontecimientos el inspector general de Policía, fueron detenidos los contendientes, y se mandó al general Luis G. Caballero a la Inspección de Policía y al general César López de Lara a la Octava Demarcación.
EL PRESIDENTE CARRANZA VISITA A LOS PRESOS
La tarde del 25 de marzo, el presidente de la república, acompañado del jefe de su Estado Mayor, coronel Bruno García Lozano, estuvo en la Inspección General de la Octava Demarcación de Policía, con el objetivo de visitar a los generales caballero y López de Lara.
Aproximadamente, media hora permaneció Carranza con cada uno de los jefes militares/candidatos cambiando con ellos impresiones acerca del motivo de su detención. Después de su visita a los generales, el presidente recibió en Palacio al general Marciano González, Inspector General de Policía, conferenciando sobre las diligencias practicadas en este sensacional asunto.
SE HIZO LA CONSIGNACIÓN
Ese mismo 25, pero a medio día, el comisario de la Octava Demarcación hizo la consignación del expediente relativo, al ciudadano juez primero de instrucción, para que este funcionario, de acuerdo con las preinscripciones constitucionales de la época, se encargara de instruir el proceso correspondiente.
En las primeras horas de la tarde, el juez primero, licenciado Juan Toro, dictó las ordenes necesarias a efecto de que en el Hospital Juárez se procediera a practicar la autopsia del cadáver del teniente coronel Francisco Aguirre. Después de cumplido el requisito, el cuerpo fue entregado a sus familiares y amigos, a fin d que se procediera a darle cristiana sepultura.
El sepelio se verificó el día 26 por la mañana. El día 27, el juez que instruyó el proceso, puso en libertad a los generales Caballero y López de Lara, por no haber encontrado méritos suficientes para proceder en su contra.
POR MARVIN OSIRIS HUERTA MÁRQUEZ