Que una comida quede salada es “normal” puede ser por descuidado, malas medidas o porque los ingredientes ya traen sal incluida, cuando este pasa lo más natural es que se tire, pero esa no es la única solución. Te compartimos los mejores tips para quitar lo salado a la comida, son sencillos de aplicar y súper efectivos.
¿Cómo quitar lo salado a la comida?
Diluir la preparación con líquidos neutros: si el platillo es una sopa, caldo, o guisado, agrega agua, caldo sin sal o leche. Esto reducirá la concentración de sal en el platillo. Recuerda hacerlo gradualmente para no alterar demasiado la textura o el sabor. Si usas agua, considera agregar ingredientes adicionales como hierbas frescas para mantener el equilibrio de sabor.
Agregar papa cruda: una papa cruda pelada y cortada en trozos puede absorber parte del exceso de sal. Simplemente colócala en la olla y deja que se cocine con el platillo por unos minutos. Una vez que esté cocida, retírala antes de servir. Este método funciona bien en caldos, sopas y salsas.
Incorporar ingredientes dulces: el dulzor puede contrarrestar el exceso de sal, agrega una pizca de azúcar, miel o un toque de jarabe de agave, según el tipo de preparación. Hazlo poco a poco para evitar que el platillo termine siendo demasiado dulce.
Añadir más ingredientes principales: si el platillo es un guiso, una pasta o un arroz, incorpora más de los ingredientes originales sin sal. Esto aumenta la proporción de comida en comparación con la sal, equilibrando los sabores. Es una excelente solución si tienes suficientes ingredientes para trabajar.
Usar pan o tortillas: en guisos o salsas, coloque un trozo de pan o una tortilla dentro de la preparación mientras se calienta. Estos pueden absorber parte del exceso de sal. Retíralos antes de servir para evitar que se desintegren completamente en la comida.
Contrarrestar con lácteos: productos como la crema, el yogur natural o el queso fresco sin sal pueden suavizar el sabor salado.
Este truco funciona especialmente bien en platillos cremosos o en guisos con salsas espesas.
Prepare una segunda porción sin sal: si la situación lo permite, prepare una porción adicional del platillo sin sal y mezcle ambas. Esto diluirá el exceso de sal sin alterar demasiado el sabor general del platillo.
¿Con qué se puede sustituir la sal en la comida?
Sustituir la sal en la comida es una práctica útil para quienes buscan reducir su consumo de sodio sin sacrificar el sabor. Estas son algunas alternativas naturales y saludables que pueden potenciar el sabor de los platillos:
Especias y hierbas aromáticas: ingredientes como ajo, cebolla en polvo, cúrcuma, jengibre, comino, pimienta, orégano, albahaca, tomillo o romero pueden realzar los sabores de los alimentos sin necesidad de sal.
Jugos cítricos y vinagres: el jugo de limón, lima o naranja, así como vinagres balsámicos, de manzana o de vino, aportan acidez que intensifica el sabor de las comidas.
Alimentos fermentados: productos como el miso, el tamari (una variante del soyu con menor contenido de sodio) o el kimchi tienen un perfil umami que compensa la falta de sal.
Extractos naturales: el extracto de levadura o la pasta de tomate pueden agregar profundidad de sabor en sopas, guisos o salsas.
Frutos secos y semillas: almendras, nueces, ajonjolí tostado o incluso tahini pueden aportar un toque salado natural al platillo.
Algas marinas: algas como el alga nori o wakame contienen un sabor salino natural, ideal para sopas, ensaladas o arroces.
Reducción natural: cocinar a fuego lento permite concentrar los sabores naturales de los alimentos, reduciendo la necesidad de sal.
Chiles y especias picantes: un toque de picante, como el chile en polvo, la paprika o el ají, puede hacer que los platillos sean más intensos en sabor.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR