CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El amor de una hija por su padre la ha llevado a tocar todas las puertas en busca de ayuda. Marcos Daniel Morales Trujillo, maestro de educación física de 44 años, ha dedicado su vida a formar generaciones de estudiantes con pasión y entrega.
Hoy, tras recibir un trasplante de hígado de emergencia, su lucha por la vida continúa, pero necesita el apoyo de todos: requiere 50 donadores de sangre para su recuperación.
“Todo pasó muy rápido”, cuenta su hija, aún con la voz entrecortada por la preocupación.
En marzo de 2024, su padre comenzó a presentar síntomas alarmantes: inflamación en piernas y abdomen debido a la retención de líquidos. Luego vino el diagnóstico y la difícil espera.
Finalmente, el pasado 1 de febrero, la familia recibió la noticia que tanto anhelaba: había un donador compatible y la cirugía debía realizarse de inmediato.
El trasplante se llevó a cabo en el Hospital Universitario de Monterrey y, aunque el procedimiento fue exitoso, la batalla no ha terminado.
Marcos sigue en terapia intensiva y su cuerpo necesita sangre para mantenerse estable. En un principio, se solicitaban 30 donadores, pero ahora la cifra ha aumentado a 50. “No nos imaginábamos que el donador llegaría tan rápido, no tuvimos tiempo de reunirlos antes”, explica su hija.
Un viaje de
esperanza
Para facilitar las donaciones, familiares y amigos han organizado un viaje gratuito a Monterrey este viernes 7 de febrero. Una camioneta tipo Urban transportará a quienes deseen donar. “Es ida y vuelta, solo queremos que más personas nos ayuden a salvar la vida de mi papá”, dice la joven, esperanzada en que la solidaridad de la comunidad marque la diferencia.
Las personas interesadas en donar pueden comunicarse al 834 246 16 21 para más información o acudir directamente al Hospital Universitario de Monterrey, mencionando el nombre de Marcos Daniel Morales Trujillo.
“Mi papá merece vivir”, dice su hija, con la fe puesta en la generosidad de quienes lean este mensaje.
“Es un hombre fuerte, trabajador, que ha dedicado su vida a ayudar a los demás.
Ahora nos toca a nosotros ayudarlo a él”.
La lucha de Marcos no termina con la cirugía. Cada gota de sangre es un paso más hacia su recuperación.
Su familia y amigos confían en que la comunidad responderá con el mismo cariño con el que él ha guiado a sus alumnos durante tantos años.
Porque salvar una vida es un acto de amor, y hoy, Marcos necesita el nuestro.
¿Quién puede donar?
Cualquier persona entre 18 y 65 años, con un peso mínimo de 55 kg, que no esté en tratamiento médico ni haya consumido alcohol recientemente, puede convertirse en donador. Se recomienda acudir con un ayuno mínimo de 4 horas y máximo de 12 horas.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON