Casi la mitad del agua utilizada en el sur de Tamaulipas termina en los ríos sin recibir un tratamiento adecuado, afirmó Raúl Quiroga Álvarez, secretario de Recursos Hidráulicos. Señaló que ni los organismos operadores de agua (COMAPAS) ni la industria de la región cumplen con los procesos de saneamiento antes de descargarla.
De acuerdo con el funcionario, el 45% del agua extraída para consumo humano e industrial en la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira se vierte directamente a los afluentes sin tratamiento.
Para contrarrestar esta problemática, se concretó un acuerdo con el sector industrial que permitirá mejorar los procesos de depuración y aprovechar un mayor volumen del recurso hídrico para el desarrollo de la zona.
«Esperamos que, a mediano plazo, se inicie un tratamiento adecuado del agua, asegurando su mejor aprovechamiento», indicó Quiroga Álvarez.
Sin embargo, esta situación no solo afecta al sur del estado. La falta de infraestructura y mantenimiento hidráulico también impacta el norte de Tamaulipas.
El secretario de Recursos Hidráulicos destacó que, en el distrito de riego 026, cada año se desperdician alrededor de 90 millones de metros cúbicos de agua.
Para mitigar estas pérdidas, el Gobierno Federal destinará 4 mil millones de pesos a la rehabilitación de la infraestructura hidráulica, lo que impactará positivamente en la disponibilidad del agua para las ciudades.
Uno de los proyectos clave es la modernización de la planta internacional de tratamiento de aguas residuales en Nuevo Laredo, lo que permitirá reutilizar el agua en lugar de verterla al río.
Asimismo, el gobierno estatal ha establecido contacto con el Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank) para diseñar un esquema de saneamiento en otros municipios fronterizos y frenar la contaminación del río Bravo.
«Queremos desarrollar un plan integral para tratar las aguas que hoy, en su mayoría, se vierten sin saneamiento en el cauce del río Bravo», explicó Quiroga Álvarez.
«En el sur ya se logró un acuerdo con los industriales para que, con recursos propios, traten todas las aguas residuales de Tampico, Madero y Altamira, permitiendo que el agua recuperada quede disponible para el desarrollo», concluyó.
Por Por Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZON