31 marzo, 2025

31 marzo, 2025

Una mujer gobernadora

CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

No hay en este momento, ninguna obligación explícita para que los partidos postulen candidatas mujeres en la próxima elección para la gubernatura de Tamaulipas.
Lo que sí hay son las condiciones políticas para que el estado sea uno de los tres donde las alianzas o los partidos que aparezcan en la boleta, atiendan la obligación de la llamada “paridad en todo”, un concepto cada vez más conocido, pero muy reciente en nuestra normativa electoral.
Fue hasta el 2019 cuando el Congreso de la Unión aprobó la reforma constitucional que obliga a que se aplique la paridad de género en todos los puestos de elección popular del país, incluidos los unipersonales como las gubernaturas.
Por eso, en las elecciones locales más recientes, el INE ha forzado a los partidos a postular candidatas mujeres en al menos la mitad de los estados que elijan al titular del Ejecutivo en determinado proceso electoral.
En el 2022, por ejemplo, cuando Américo Villarreal fue postulado por la alianza Sigamos haciendo historia, también hubo elección de gubernaturas en otros cinco estados: Oaxaca, Hidalgo, Aguascalientes, Durango y Quintana Roo, y en estos tres últimos, la 4T candidateó a mujeres.
En el 2028, por tanto, cuando se vuelvan a renovar estas gubernaturas, otra vez tendrá que haber por lo menos tres de ellos donde los partidos inscriban a candidatas.
Como cualquier reforma de esta magnitud, ésta ha enfrentado resistencias y ha desatado intensos debates jurídicos.
Sobre ello, en el 2020, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emitió una sentencia con dos resoluciones muy importantes y que se deben tomar en cuenta para lo que pudiera ocurrir en el 2028 en Tamaulipas.
La primera fue confirmar que, para atender la reforma constitucional del 2019, es correcta la determinación de que los partidos se vean obligados a postular candidatas mujeres en al menos la mitad de las entidades donde habrá elecciones en determinado proceso.
La segunda fue vincular a los congresos locales a reformar sus normativas electorales para garantizar la paridad de género en todos los comicios, incluidos aquellos donde se renueve la gubernatura.
Se cuentan con las manos de los dedos las entidades que han atendido esta indicación del Tribunal.
De los que eligen gobernador o gobernadora en el mismo año electoral, solo Hidalgo ha modificado sus leyes, para agregar en el articulo 62 de su Constitución que habla sobre la gubernatura la siguiente frase: “los partidos políticos deberán alternar el género en la candidatura para cada periodo electivo”.
Esto es, si en el 2022 su candidato fue hombre, en el 2028 deberá ser mujer.
Tamaulipas no ha entrado en esa discusión ni hay señales -todavía- de que planee hacerlo la actual Legislatura.
Pero más allá de eso sí hay en el ambiente político, una sensación cada vez más persistente de que el estado será uno de los que dentro de tres años, tendrá como protagonistas a mujeres candidatas.
Por múltiples razones: porque es una de las 12 entidades donde nunca ha habido gobernadora; porque de hecho en toda la historia del estado solo ha habido dos candidatas; porque las señales que se mandan desde Palacio Nacional apuntan en esa dirección; y porque quienes empiezan a atesorar mayor capital político-electoral son mujeres.
La mesa está puesta. Si los partidos políticos no se arredran, en el 2028 Tamaulipas tendrá a su primera gobernadora.

POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

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