MÉXICO.- ¿Alguna vez te has preguntado por qué las serpientes cambian de piel? Y es que dicha característica no es un fenómeno superficial ni aleatorio.
Se trata de un proceso biológico conocido como ecdisis, necesario para su desarrollo y bienestar.
Por esta razón las serpientes cambian de piel
Al no contar con una piel que se expanda con el crecimiento corporal, las serpientes deben desprenderse periódicamente de su antigua cubierta para dar paso a una nueva capa funcional.
Además de permitir el crecimiento, este cambio cumple funciones fundamentales para su salud y defensa contra agentes externos.
El proceso está influenciado por variables como la edad, el ritmo de crecimiento, la alimentación, el estado físico general y las condiciones ambientales, especialmente la temperatura y la humedad.
Aunque pueda parecer un acto rutinario, representa un momento crítico en el ciclo de vida de estos reptiles.
¿Qué es la ecdisis en las serpientes?
La ecdisis responde a una necesidad mecánica. A diferencia de mamíferos u otros animales cuya piel se estira o regenera sin desprenderse, las serpientes presentan una piel compuesta por escamas de queratina, una proteína fuerte pero poco flexible.
Esta característica, si bien les proporciona protección contra la abrasión y la deshidratación, impide que el tejido acompañe el crecimiento del animal.
A medida que una serpiente crece, su piel anterior queda pequeña e inadecuada. Entonces, comienza a desarrollarse una nueva capa bajo la existente.
Una vez lista, la piel antigua se desprende en su totalidad, generalmente en una sola pieza que incluye incluso la cubierta de los ojos.
Este “revestimiento” gastado suele eliminarse arrastrando el cuerpo contra piedras, ramas o superficies ásperas. De esta forma, la nueva piel se revela con colores más vivos y un estado óptimo.
¿Cuántas veces cambia de piel una serpiente en toda su vida?
Cabe destacar que, en condiciones normales, las serpientes pueden realizar este proceso varias veces al año.
Las más jóvenes lo hacen con mayor frecuencia, ya que atraviesan un crecimiento acelerado. Algunas serpientes pueden mudar su piel cada pocas semanas durante su juventud.
Por otro lado, adultos sanos con alimentación regular y en ambientes controlados pueden mostrar mudas menos frecuentes pero más regulares. Este ritmo puede reducirse a una o dos veces al año.
Este comportamiento es monitoreado de cerca por herpetólogos, ya que es un indicador confiable del bienestar del animal.
¿Cuáles son las cosas que pueden alterar el ritmo del cambio de piel en las serpientes?
El entorno en el que vive una serpiente incide directamente en la periodicidad de sus mudas.
La humedad ambiental, por ejemplo, favorece el desprendimiento adecuado.
En climas secos o sin acceso al agua, el proceso puede ser incompleto, generando fragmentos de piel adheridos que podrían generar infecciones si no son eliminados.
También la alimentación influye. Una serpiente que recibe una dieta balanceada y adecuada a su especie presenta mudas más constantes y saludables.
Por el contrario, si está desnutrida o enferma, el proceso se retrasa o puede fallar.
Las condiciones de estrés, manipulación excesiva o cambios de hábitat también afectan negativamente.
En entornos controlados, como zoológicos o terrarios, los especialistas deben vigilar signos de ecdisis mal lograda, ya que esto podría evidenciar problemas de salud más profundos.