CIUDAD DE MÉXICO.-Una de las primeras cosas que aprenden las personas en la primaria al momento de al escritura es que al momento de hacer una lista de personas, primero se debe escribir el nombre de otros y al final colocar el propio. Esta idea se ha ido replicando en el habla y los textos a lo largo de décadas.
Esta práctica es tan recurrente que incluso no son pocos los maestros que a lo largo de los diferentes niveles de educación mencionan la frase «El burro por delante» para tratar de corregir el colocar el nombre propio antes que el de los demás en una oración.
No han sido pocas las personas que tienen dudas del motivo por el cual se lleva a cabo esta práctica, al punto de que la Real Academia de la Lengua tiene un artículo en su sección de Preguntas frecuentes para responder en específico a esta situación.
¿Qué dice la RAE sobre el orden de los nombres en las oraciones?
Si bien durante años se ha establecido como una señal de respeto a las demás personas el poner los nombres de otros antes del que enuncia la frase, no hay ningún sustento gramatical u ortográfico que sustente que esta práctica es mejor, más entendible o siquiera preferible a otra.
El único sostén para esta práctica es la tradición, por lo que no es correcto ni incorrecto su uso. No obstante, en ocasiones es necesario establecer cambios en esta formación para evitar equívocos. Uno de los ejemplos que coloca la misma Academia de la Lengua es el siguiente:
Las primeras en llegar a la meta fuimos yo, Eva y Ana».
En este caso, el usuario que se coloca al inicio puede hacer pensar que la primera persona que llegó a su destino es él, debido a que se presenta primero.
¿Cómo es correcto enlistar a las personas en una oración?
De acuerdo con la RAE, cualquier individuo puede usar el orden que guste a la hora de enlistar a un grupo de personas en el que está incluido, por lo que dependerá del gusto que tenga la persona que escriba, así como la forma en la que quiera que se entienda el mensaje.
Si bien no hay una limitante para cambiar la posición de los nombres, en contextos formales se recomienda seguir manteniendo a los demás antes que a quien emite la oración, a fin de que no haya algún tipo de malentendido o se crea que se está hablando sin respeto.
En los demás contextos, quien escribe la idea puede hacerlo a su gusto y sin necesidad de dar ningún tratamiento a los demás, sobre todo ante personas con las cuales tiene confianza.
Con información de HERALDO DE MÉXICO