18 abril, 2025

18 abril, 2025

Productores claman recibir incentivos para poder competir con EU y Canadá

Urgen al gobierno federal a reconsiderar su política agrícola, especialmente en materia de incentivos y uso de biotecnología.

CIUDAD VICTORIA, TAM.- Para el secretario general de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Tamaulipas, Raúl García Vallejo, la prohibición federal para sembrar maíz transgénico, es un hecho contradictorio que perjudica gravemente a los productores tamaulipecos.

Y esto, pese a que México lo importa en grandes cantidades de países como Estados Unidos, Brasil y Argentina.

En entrevista, el líder campesino detalló que durante un recorrido por la zona afectada por las recientes lluvias en municipios como Reynosa y Díaz Ordaz, García Vallejo abordó la situación actual del campo tamaulipeco y urgió al gobierno federal a reconsiderar su política agrícola, especialmente en materia de incentivos y uso de biotecnología.

“Hoy vemos con tristeza, y lo digo, que prohíben sembrar el maíz transgénico. Cuando ahora este nuevo presidente de Estados Unidos, en el T-MEC, le exige a México que tiene que comprarle todo el maíz o ciertos millones de toneladas de maíz que todo el maíz es transgénico, tanto Estados Unidos como Brasil y Argentina».

«Solamente México no lo está sembrando y eso va en contra de las ganancias de los productores”, señaló.

García Vallejo, argumentó que el uso de maíz genéticamente modificado reduce los costos de producción y hace más competitiva la agricultura nacional frente a los socios comerciales del norte.

Además explicó que, a diferencia de las variedades híbridas tradicionales que requieren múltiples fumigaciones, el maíz transgénico repele plagas por sí mismo, disminuyendo significativamente el gasto.

“Sembramos un maíz híbrido, una variedad, y hay que fumigarlo cuatro o cinco veces. Cada fumigada te cuesta entre 800 a mil pesos».

«Si son tres o cuatro, son tres o cuatro mil pesos (y) en el maíz transgénico, eso se ahorra”, puntualizó.

De igual manera, cuestionó el argumento oficial de que el maíz transgénico importado se destina únicamente a forraje, señalando que a él, como también productor, no le consta qué estos ea así.

“No me digan que todo el maíz transgénico que importan se va al forraje, al menos no me consta, y no lo creo”, puntualizó.

En torno a los estragos y beneficios que dejaron las recientes lluvias en la región norte de Tamaulipas, mencionó que en zonas bajas, algunos productores han tenido que drenar el agua con motobombas y tractores; sin embargo, también hay áreas que recibieron buena humedad, y otras que no se sembraron por falta de ella, sin que las últimas lluvias lograran corregir esa situación.

En cuanto al panorama general del campo tamaulipeco, fue claro: sin incentivos a la agricultura comercial, el futuro es incierto.

“Mira, sin incentivos a la agricultura comercial es muy difícil vislumbrar algo positivo. Qué bueno que lleguen apoyos para los pequeños productores, no estamos en contra de eso, pero nosotros lo que sí estamos pidiendo al gobierno federal son incentivos para que los productores seamos más competitivos con Estados Unidos y Canadá”, expresó.

También exhortó al gobierno del estado a redoblar gestiones ante la federación para recuperar los programas que desaparecieron en los últimos años, como los subsidios directos a la producción comercial de granos.

“No estamos pidiendo fuera de lo normal, es una necesidad para ser más competitivos con los demás países. Hoy vemos que estados como Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro sí están apoyando a sus productores a nivel estatal. ¿Y Tamaulipas? Aquí también hay recursos estatales que pueden activarse, no hay que estar esperanzados solo a lo que venga de la federación”, declaró.

Finalmente, reconoció algunos esfuerzos estatales como los apoyos en diésel y maquinaria agrícola, pero insistió en que el grueso de los recursos deben venir del gobierno federal, tal como ocurre con los subsidios agrícolas en otras naciones.

“La mayor parte de los recursos que siempre se han invertido son del gobierno federal. Y es ahí donde nos dicen que ya no hay recursos para la agricultura comercial”, concluyó.

Por Antonio H. Mandujano

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