CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La activista y rescatista animal Mia Fressi hizo un llamado a la ciudadanía para que antes de lanzar alertas sobre casos de maltrato o abuso hacia animales en redes sociales, se realice una investigación seria y se interpongan las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes.
Esto luego de que circulara una publicación sobre un gato presuntamente abusado en la ciudad, sin que exista un dictamen veterinario que lo confirme. Mia explicó que en su experiencia, existen enfermedades, venenos y otros factores que pueden generar signos como hocico abierto, lengua de fuera, expulsión de líquidos y pupilas dilatadas, los cuales pueden confundirse con signos de abuso.
“Hay un veneno que hace que los gatos expulsen un líquido transparente, como si fuera baba, y en esos casos también presentan pupilas dilatadas y el hocico abierto. Ya me ha tocado rescatar gatos así que sí lograron sobrevivir”, explicó.
Compartió también el caso de un gato con prolapso rectal, el cual inicialmente se pensó que había sido abusado, pero tras varios exámenes se determinó que la condición se debía a una diarrea severa y esfuerzos físicos extremos del animal, no a violencia.
La rescatista subrayó la importancia de contar con un dictamen clínico o una necropsia, en caso de que el animal ya haya fallecido. “Aquí hay un patólogo que es el que nos ayuda a determinar si hubo muerte violenta, envenenamiento u otro tipo de causa. Es muy importante que las personas acudan con evidencia y presenten una denuncia formal.
Las denuncias no se hacen en Facebook, se hacen ante Fiscalía”, puntualizó.
Mia recalcó que si alguien realmente está cometiendo actos de zoofilia o maltrato, es vital identificarlo legalmente, ya que podría representar un riesgo mayor incluso para personas.
“Si alguien es capaz de hacer eso con un animal, ¿qué no podría hacerle a un niño?”, expresó.
Añadió que en los últimos años no se ha confirmado ningún caso legalmente en la ciudad, ya que, aunque han surgido acusaciones en redes sociales, muchas veces no se presentan pruebas ni testimonios formales, lo cual impide actuar legalmente y favorece que los responsables se oculten.
“La gente debe saber que es peligroso alarmar sin fundamentos. Primero hay que investigar, obtener dictámenes y denunciar ante las autoridades. Solo así podemos proteger a los animales y castigar a quienes realmente los dañan”, concluyó.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON