27 abril, 2025

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Tierra de Mamuts

Especialistas del INAH recuperaron restos fósiles de un équido, un camélido y un probable proboscidio de más de 10 mil años de antigüedad en Tula, Tamaulipas, reforzando la riqueza paleontológica de la región, que también alberga el histórico valle del mamut en Xicoténcatl

Un pedazo de historia que equivale a unos 10 mil años, es lo que estudia actualmente el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y que fue descubierto en el municipio de Tula hace más de una semana.

Son restos de criaturas que vagaron por esta región hace más de 10 milenios y que pertenecen de acuerdo al informe más reciente a un équido, un camélido y un probable proboscidio (familia de los elefantes, donde se incluyen mamuts y mastodontes).

El hallazgo, que ocurrió gracias a la mirada atenta de un ciudadano, fue atendido por un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que ahora estudia estos vestigios de la megafauna pleistocénica.

Todo comenzó cuando alguien notó un hueso asomando en la pared de un arroyo conocido como El Vado La Muralla, que conecta con el Ejido Calabacillas del municipio de Bustamante. Era el 17 de abril, y la alerta no tardó en llegar al Centro INAH Tamaulipas.

De inmediato, un grupo de especialistas (encabezado por la directora estatal del instituto, Tonantzin Silva Cárdenas) se trasladó al sitio, acompañados del biólogo Ángel Banda Ortiz y los arqueólogos Esteban Ávalos Beltrán y Hugo Fernández Ramírez.

En conjunto, registraron el área, excavaron con cuidado y recuperaron los restos antes de que pudieran ser saqueados o destruidos por la intemperie. Según explicó el biólogo Banda, el primer hueso detectado corresponde a un coxal (parte de la cadera) de un proboscidio.

Aunque todavía no se determina si pertenece a un mamut o a un mastodonte, el equipo también identificó parte de la mandíbula con dientes de un camélido y un molar superior de un équido.

“El área es un depósito aluvial”, explicó el especialista, “un tipo de terreno donde se acumulan sedimentos como arena, grava y limo. En estos sitios, con el paso del tiempo, se conservan los restos de animales de gran tamaño que vivieron durante el Pleistoceno”.

Durante dos días, los trabajos de rescate se extendieron con el apoyo del gobierno municipal de Tula y con la vigilancia de la Policía Estatal.

Hoy, los materiales se encuentran en el Centro INAH en Ciudad Victoria, donde pasan por un proceso de limpieza y restauración para su análisis detallado. De manera preliminar, los expertos sitúan los fósiles en el Pleistoceno tardío, es decir, hacia el final de la última glaciación, donde estos animales convivieron en un ecosistema que desapareció hace milenios y cuyos rastros ahora permiten reconstruir parte del pasado natural del noreste de México. La arqueóloga Tonantzin Silva celebró el trabajo conjunto entre el INAH, las autoridades locales y la ciudadanía: “Este es un caso ejemplar. Si alguien encuentra restos fósiles o arqueológicos, lo mejor es reportarlo al instituto.

Solo así podemos proteger y estudiar adecuadamente nuestro patrimonio”. Cerca del Altiplano donde se realizó el hallazgo más reciente, pero ya en la región Huasteca, se encuentra el paradigmático sito conocido como el Valle del Mamut, en Xicoténcatl, donde se han documentado hallazgos de restos fósiles de estos animales

Ahí, el siglo pasado se encontraron colmillos de más de tres metros, huesos con una altura de hasta cinco metros. En el verano de 1959, un equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México liderado por el doctor Liborio Martínez informaron al director de Información, Prensa y Turismo del Estado de Tamaulipas de ese año, el descubrimiento con un gran valor biológico, paleontológico, y arqueológico del sitio, con el fin de promover el turismo y proteger a la zona de erosión.

De acuerdo con investigadores, el Valle del mamut fue un gran lago con verdes praderas aptas para la alimentación, donde los mamuts llegaron a morir.

Igualmente hay evidencia de que dichos animales también fueron cazados en este territorio, debido a la presencia de fragmentos de lanzas y puntas de flecha. Probablemente también hubo saqueos en la zona. El Valle de los Mamuts, está ubicado a tan solo cinco kilómetros al norte de la cabecera municipal. Según relatos históricos, la presencia de restos de un mamut fue descubierta por un poblador del área, lo que dio lugar a posteriores investigaciones científicas que confirmaron la importancia del lugar.

Estos hallazgos han permitido enriquecer el acervo cultural y científico de la región, y han dado lugar a la creación de un museo que alberga estas piezas arqueológicas. Diversos especialistas han advertido sobre la necesidad de proteger este sitio para que se detenga su deterioro, pues desafortunadamente en el pasado fue objeto de saqueos masivos.

El INAH ha informado que en caso de encontrar fósiles, el primer paso que se tiene que seguir es notificar al Instituto para reportar el hallazgo. Es importante que durante el tiempo de espera, no se toque, ni manipulen los restos, puesto que podrían dañarse o alterar la evidencia. Hay que tener presente todo aquello que rodea el fósil. Datos como lo son la descripción del lugar donde se encontraron los restos, el tipo de terreno y cualquier otro detalle, pueden ser útiles para las y los investigadores. Tomar fotografías, pueden ser grandes referencias.

Por Antonio H. Mandujano

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