CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS.- La mañana del sábado frente a las olas del Golfo de México y bajo un cielo nublado, se llevó a cabo una emotiva misa en playa Miramar para dar inicio a la Semana Vocacional, en el marco de la 62ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
Durante la homilía, el sacerdote destacó la importancia de orar por las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, especialmente en estos tiempos donde la Iglesia necesita nuevos sembradores del Evangelio.
“Encomendamos a Dios esta jornada que iniciamos, le pedimos su gracia y su compañía, hoy de manera especial iniciamos esta semana vocacional rumbo a la 62 Jornada Mundial por las vocaciones”.
El evento reunió a decenas de fieles de distintas parroquias de la Diócesis de Tampico, quienes se congregaron desde temprana hora en la zona norte del paseo costero.
El altar fue dispuesto sobre la arena, frente al mar, en un escenario que invitaba a la reflexión y la oración comunitaria.
Vestido con ornamentos litúrgicos rojos, el sacerdote oficiante dirigió la celebración eucarística, acompañado por un equipo de monaguillos y servidores laicos.
El sonido del mar se entremezclaban con los cantos y oraciones que, gracias al apoyo técnico de bocinas y micrófonos, alcanzaban a todos los asistentes.
Entre los asistentes se encontraban familias completas, jóvenes, adultos mayores, religiosas y miembros de grupos parroquiales.
También se observó la participación activa de músicos y coristas que animaron la liturgia.
La comunidad congregada con atención y recogimiento y se aprecia un retrato grupal al final de la misa, con el mar de fondo y el altar en el centro, enmarcado por una amplia participación de fieles.
Este tipo de celebraciones al aire libre se han convertido en una tradición en algunas diócesis del país, y buscan llevar el mensaje vocacional más allá de los templos, conectando con la creación y generando un impacto más directo en la comunidad.
La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones fue instaurada por el Papa Pablo VI en 1964, durante el Concilio Vaticano II, con el objetivo de sensibilizar al Pueblo de Dios sobre la necesidad de pedir por el aumento y la perseverancia de las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada.
Al concluir la misa, los organizadores agradecieron a todos los que hicieron posible la ceremonia y reiteraron la invitación a seguir participando en las actividades de la Semana Vocacional que continuará en diversas parroquias de la diócesis.
«Sigamos orando por las vocaciones para nuestra diócesis», fue el mensaje final que resonó entre los asistentes, quienes no dudaron en tomarse la tradicional foto del recuerdo con alegría y esperanza.
Por. José Luis Rodríguez Castro
Expreso-La Razón
