2 julio, 2025

2 julio, 2025

VIDEO: Aislinn Derbez cuenta que sus papás «se odiaban»

Reveló momentos de su infancia que fueron difíciles, crudos y oscuros, mismos que impactaron en el resto de su vida

Aislinn Derbez, reconocida actriz y figura pública, compartió recientemente una mirada íntima y cruda sobre su infancia, marcada por la tóxica relación de sus padres. Sus declaraciones arrojan luz sobre el profundo impacto que un ambiente familiar hostil puede tener en el desarrollo emocional o las relaciones futuras.

Lejos de la imagen de una vida perfecta que a menudo se asocia con las celebridades, Derbez reveló un escenario de «gritos» y «odio» que la posicionó como «el teléfono descompuesto» entre sus progenitores. La actriz describe una niñez donde la confrontación era la norma.

«Cuando vives cosas tan duras en tu infancia, que eso es también un poco lo que pasó, que yo tuve unos papás que se odiaban a un nivel que no te puedes imaginar. Muchos gritos, no querían hablarse entre ellos, entonces yo era el teléfono descompuesto», confesó.

Lo más impactante de su testimonio es la exposición a la violencia verbal desde una edad temprana. «Escuché todas las groserías que tú puedas imaginar a los cinco años», reveló Aislinn, destacando la falta de «consciencia absoluta» por parte de sus padres. Describió a sus progenitores como «dos niños papás», una metáfora que subraya la inmadurez y la incapacidad de gestionar conflictos de manera saludable. En particular, señaló una «cierta cobardía para no poner límites» en su padre, Eugenio Derbez, lo que permitió que la situación escalara sin control.

Estas experiencias traumáticas la llevaron a desarrollar un mecanismo de defensa particular: la creación de una fantasía para protegerse del dolor: «Precisamente al vivir algo tan duro como que siento que te nublas y que empiezas a crear una fantasía en tu cabeza que dices: ‘A mí no me va a pasar y yo voy a hacer lo que tenga que hacer para que eso no pase'», explicó.

La consecuencia directa de esta fantasía, según Derbez, fue una tendencia a la entrega total y el autosacrificio en sus relaciones amorosas. «Primero digo: ‘Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que esta relación sí funcione y sí dure a diferencia de la de mis papás’, por eso es el abandono, poner todos los huevos en la misma canasta, por eso el desvivirme, por eso todo!», afirmó.

Las palabras de Aislinn Derbez son un recordatorio potente de cómo las dinámicas familiares en la infancia moldean nuestra percepción del amor y las relaciones. Su honestidad invita a la reflexión sobre la importancia de la sanación de heridas del pasado para construir vínculos más saludables y conscientes en el presente.

CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO

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