Hoy domingo 29 de junio concluyó con éxito el primer curso estatal de capacitación para el manejo de cocodrilos en Tamaulipas, una iniciativa pionera organizada por la Comisión de Caza y Pesca Deportiva del Estado, con el objetivo de preparar a cuerpos de emergencia ante el aumento de avistamientos de estos reptiles en zonas urbanas.
La capacitación comenzó el pasado sábado 21 de junio y se llevó a cabo en la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) “Coco Canec”, ubicada en el ejido Jacinto Canec, municipio de Casas.
Durante todos estos días, especialistas en fauna silvestre instruyeron a personal de Protección Civil, representantes de instituciones educativas y organizaciones civiles sobre técnicas de captura, manejo y reubicación segura de cocodrilos.
Luis Eduardo García Reyes, vocal ejecutivo de la Comisión, subrayó la importancia de esta preparación ante el incremento de interacciones humano-cocodrilo, sobre todo en el sur del estado tras las intensas lluvias.
“Este curso no solo fortalece sus capacidades operativas, sino que también promueve el respeto y la conservación de esta especie”, expresó el funcionario estatal.
Así también, informó que a dicho programa, asistieron equipos de Protección Civil de municipios con antecedentes de conflictos con cocodrilos como Tampico, Madero y Altamira (principalmente), pero también de El Mante, Soto la Marina, Jiménez, Padilla, Güémez y Ciudad Victoria, además de personal estatal.
García Reyes, señaló de igual modo que también participaron la Facultad de Medicina Veterinaria de la UAT, el Instituto Tecnológico de Ciudad Victoria y asociaciones civiles interesadas en la preservación de la fauna silvestre.
Y como parte d si participación, al concluir el curso, los participantes recibieron una acreditación que les permitirá tramitar permisos oficiales para el manejo controlado de esta especie, conforme a la normativa vigente.
Esta capacitación, es de acuerdo al gobierno estatal, un parteaguas en las acciones preventivas de Tamaulipas, y sienta las bases para una estrategia integral de convivencia responsable entre humanos y cocodrilos.
Por Antonio H. Mandujano