En una de las áreas más vigiladas de Tampico, a escasos diez metros de la entrada de la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA), se encuentra la plaza Héroe de Nacozari «Jesús García Corona».
Este sitio resguardado por la Secretaría de Marina, es el hogar de Humberto Guerrero Aguilar, un veracruzano de corazón porteño que, a sus 50 años, se ha convertido en el «guardián» de este espacio público.
Desde hace aproximadamente un mes, la plaza ha sido su refugio.
«Cuando está bueno el tiempo aquí me quedo, pero cuando hace norte y agua, entra agua por el frente o por detrás».
Para esas noches de frío y lluvia, tiene un plan B: «Hay un edificio verde que está frente del Oxxo más cercano, ahí me voy a quedar a dormir.»
Su rutina diaria consiste en cuidar los vehículos estacionados y hacer mandados para los comerciantes locales, como el puesto de tortas.
«Cuido los carros, hago mandados al de las tortas, allá arriba, así me la paso».
A pesar de su labor, Don Humberto aclara que no recibe un salario del sindicato que se encuentra a un costado, pero el secretario general es quien le brinda un apoyo.
La falta de oportunidades laborales es una realidad que Don Humberto enfrenta diariamente.
Señaló que a sus 50 años de edad es casi imposible que le den trabajo, aunado a que no sabe leer ni escribir.
La vida de Don Humberto no siempre fue así
Originario del puerto de Veracruz, fue músico en su juventud. «Era músico, dice que tocaba con Claudio Rosas, de la orquesta Tampico, y la orquesta El Golpe, la Sonora Siguaray, que empecé a tocar, en andar en la música».
A la espera de un cuarto para vivir
Don Humberto ha encontrado un pequeño cuarto en alquiler por 800 pesos al mes, asegura que está cerca y lo están reparando para que próximamente pueda ser su hogar.
Javier Cortés
