CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En el municipio de Altamira podría construirse la planta de biocombustibles, cuya inversión se calcula en 100 millones de dólares.
De igual manera, Ciudad Victoria y Altamira se disputan la construcción de una planta que transformará el plástico en combustible.
“La de biocombustibles sería la primera planta en todo el país y de hecho el gobernador Américo Villarreal se estrenaría como el primer gobernador que le apostó por los biocombustibles”, declaró el secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, Walter Julián Jiménez.
Al acudir a la entrega de becas en la Presidencia Municipal de Altamira, precisó que en plantas como la de biocombustibles requieren para su manufactura más de 500 personas y en su fase de operación requerirá personal especializado.
Para la planta de biocombustibles -dijo- la principal materia sería el sorgo y la caña de azúcar, por tal motivo la dependencia a su cargo ya comenzó a tener pláticas con pequeños productores agrícolas.
“La estamos definiendo para aquí, ya platiqué con el Presidente Municipal para que podamos ubicarla en una zona con acceso a agua, aunque sea tratada y estamos viendo la parte de los polígonos”.
Añadió que también están en la búsqueda del predio para la inversión en materia del tratamiento de plásticos y puede ser en Altamira o Ciudad Victoria.
“Ambas plantas son un hecho, aquí la discusión más complicada son los polígonos para poderlas dotar de la infraestructura básica, tan pronto quede determinado eso, son 18 meses de construcción”.
Tan pronto se terminen los estudios de factibilidad y de identificación de terrenos, el tiempo de construcción es de casi dos años.
“La de plásticos estaría en la carretera Tampico Victoria o ver si la podemos acercar más a Victoria, esa es la discusión, el criterio no es sencillo porque depende de la cadena de suministros de la materia prima, hablamos del plástico que no se procesa como las carcasas de los celulares”.
Añadió Walter Julián Jiménez, que por medio de la planta de plásticos, sería fragmentar las cadenas de polímeros y eso produciría queroseno, parafina, gasolina y diésel, es decir combustibles limpios.
Por Óscar Figueroa
La Razón
