Si alguna vez has escuchado tu refrigerador hacer ruidos extraños durante la noche, como zumbidos, chasquidos o golpeteos, no estás solo. De acuerdo con especialistas en electrodomésticos, estos sonidos forman parte del funcionamiento normal del aparato, sobre todo porque el equipo está en uso las 24 horas del día.
Los ruidos del refrigerador suelen notarse más cuando el ambiente está en silencio, pero en la mayoría de los casos no representan una falla. De hecho, portales especializados como La Casa del Electrodoméstico y Grundig explican que los refrigeradores emiten distintos sonidos por los ciclos de enfriamiento, descongelación y circulación del gas refrigerante.
Sin embargo, no todos los sonidos son inofensivos. Algunos pueden ser una señal de desgaste o de que el equipo necesita mantenimiento preventivo.
¿Qué causa los ruidos nocturnos del refrigerador?
Durante el día, los ruidos del refrigerador pasan desapercibidos entre los sonidos cotidianos del hogar, pero en la noche se perciben con mayor claridad. La mayoría de los ruidos por la noche se deben a su funcionamiento interno.
Entre las causas más comunes están:
Encendido y apagado del compresor: cada vez que el compresor inicia o termina un ciclo de enfriamiento, se genera un clic o zumbido.
Movimiento del gas refrigerante: el paso del gas por los tubos internos puede producir sonidos similares a burbujeos o gorgoteos.
Cambios de temperatura: las piezas metálicas del refrigerador se dilatan o contraen con el frío, generando pequeños chasquidos o crujidos.
Los expertos señalan que estos sonidos son totalmente normales, especialmente en modelos modernos con tecnología No Frost, que realizan ciclos automáticos de descongelación para evitar la formación de hielo.
¿Qué ruidos del refrigerador son normales y no requieren reparación?
De acuerdo con el portal La Casa del Electrodoméstico, los siguientes sonidos no deben ser motivo de alarma, ya que forman parte del funcionamiento habitual del aparato:
Clics y chasquidos: aparecen cuando el termostato activa o finaliza un ciclo de enfriamiento o cuando el sistema No Frost entra en operación.
Golpecitos leves: pueden deberse a la expansión o contracción de las paredes internas por los cambios de temperatura.
Zumbidos o vibraciones suaves: generados por el compresor o los ventiladores cuando están en marcha.
Burbujeos o gorgoteos: resultado del movimiento del gas refrigerante dentro de las tuberías.
Silbidos o soplidos: causados por la circulación del aire frío en el interior del refrigerador.
Sonido de alarma intermitente: indica que la puerta quedó abierta o que la temperatura interna subió más de lo permitido.
Todos estos ruidos son normales y no requieren intervención técnica. Sin embargo, si se vuelven más intensos o aparecen de manera constante, pueden ser indicio de una falla que conviene revisar.
¿Qué ruidos pueden indicar un problema en el refrigerador?
No todos los sonidos son inofensivos. Algunos pueden advertir sobre un desperfecto o la necesidad de realizar mantenimiento. Según Grundig, los siguientes ruidos deben tomarse en cuenta:
Vibraciones excesivas: pueden deberse a que el equipo está mal nivelado o demasiado pegado a la pared.
Ruido fuerte del ventilador: podría indicar un problema con el ventilador del condensador o con el compresor.
Golpeteos internos: a menudo son provocados por baldas o bandejas sueltas, o por una mala distribución de los alimentos.
Ruidos en la parte trasera: podrían deberse a una bandeja de goteo mal colocada o floja.
Ruidos metálicos continuos: podrían ser señal de un compresor desgastado o de una acumulación de hielo en el evaporador.
Si estos sonidos se acompañan de una disminución en la capacidad de enfriamiento o de vibraciones notorias, es recomendable contactar a un técnico especializado en refrigeración para evitar daños mayores.
¿Cómo reducir los ruidos del refrigerador sin llamar al técnico?
Antes de pensar en una reparación, los especialistas sugieren revisar algunos aspectos básicos que pueden ayudar a reducir los ruidos del refrigerador:
Nivelación adecuada: usa un nivel de burbuja para comprobar que el electrodoméstico esté correctamente apoyado en el suelo. Si está inclinado, puede generar vibraciones.
Separación de la pared: deja unos 5 centímetros de espacio entre la parte trasera del refrigerador y la pared para permitir la correcta circulación del aire.
Distribución interna: asegúrate de que las bandejas y alimentos estén bien colocados. Una mala organización puede provocar golpes o vibraciones.
Descongelación periódica: si hay acumulación de hielo, descongela el equipo para liberar los conductos del evaporador.
Limpieza del condensador: el polvo o la suciedad en los ventiladores y serpentines puede intensificar los ruidos y afectar la eficiencia del motor.
En la mayoría de los casos, estas acciones simples reducen considerablemente los sonidos y mejoran el rendimiento energético del electrodoméstico.
CON INFORMACIÓN DE EXCÉLSIOR




