MÉXICO, D.F.- Tras la difusión del video en donde un policía blanco, identificado como David Eric Casebolt, somete a una niña afroamericana con pistola de por medio y lanza amenazas contra un grupo de adolescentes en una fiesta de alberca, se tiene previsto que cientos de personas protesten en el transcurso del día.
Ayer por la noche, alrededor de 500 personas salieron a las calles de McKinney, Texas, para protestar contra la agresión policial.
La manifestación estuvo conformada por activistas reunidos en una escuela primaria local, y fue organizada por Next Generation Action Network, una red de la justicia social, que anunció la marcha a través de su página de Facebook.
La mayoría de los asistentes era afroamericana y muchos conocidos de los jóvenes, a los que consideran buenos chicos que recibieron un trato injusto, reportó el periódico local The Dallas Morning News.
Pero algunos residentes no opinan lo mismo.
Uno de los vecinos de dicha comunidad, que fue grabado por Fox4, aunque no permitió que se viera su rostro, manifiesta su preocupación.
“Me siento muy mal por la policía y todo lo que está pasando”, sostuvo.
“Hicieron lo correcto (los agentes) cuando esos jóvenes huían insultando y amenazando a los guardas de seguridad”, sostuvo.
El debate racial se incrementó en las últimas horas después de que se conociera que, según otro video, algunos de los vecinos realizaron comentarios racistas contra algunos de los jóvenes afroamericanos que asistieron a la fiesta.
Según Tatiana Rhodes, de 19 años, varias personas se refirieron a sus amigos de manera despectiva e incluso los invitaron a que se fueran a las zonas donde están los proyectos sociales que las autoridades proveen a las personas con pocos recursos económicos.
¡Con 10 años de servicio!
La vocera de la ciudad, Anna Clark, identificó al oficial como David Eric Caseto, de 41 años, que se unió a la fuerza policial en agosto de 2005.
Caseto tomó ocho horas de entrenamiento en diversidad cultural en el Collin County Community College en febrero de 2009.
También tomó cursos en evaluación por perfil racial y uso de fuerza.
El Alcalde de McKinney, Brian Loughmiller, dijo que los funcionarios de la ciudad planean encontrarse con los líderes comunitarios para discutir el incidente.
“Realmente debemos unirnos como comunidad”, insistió.
Nikki Perez, una residente afroamericana de McKinney, asistió a la reunión del Concejo Municipal para expresar su preocupación por las acciones del policía.
“No perdono el comportamiento de esos adolescentes, pero si llamo al 911, no quiero que ese policía venga”, dijo Perez.
Robert Taylor, un profesor de criminología en la Universidad de Texas en Dallas, que hizo estudios para el Departamento Policial de McKinney, dijo que tanto el oficial como los adolescentes en la fiesta actuaron de forma inapropiada.
“Los adolescentes no seguían órdenes policiales, pero la decisión del oficial de sacar su pistola no ayudó”, comentó.
Con información de AP, The New York Times y The Dallas Morning News.