Si, como se perfilan los acontecimientos, la figura de Andrés Manuel López Obrador, sigue creciendo, y amenazando con desplomar los sueños presidenciales de los aspirantes panistas y priístas, es muy probable que, en dos años más, azules y tricolores, se unan en santa cruzada para tratar de frenar el proyecto de AMLO.
Eso incluiría por supuesto a Tamaulipas, donde actualmente, el discurso del sexenio entrante es de abierto distanciamiento con el Partido Revolucionario Institucional, a quien endosan el desmadre histórico, en todos los órdenes de la vida social, política y económica.
Lo anterior, no es nada nuevo: en las elecciones presidenciales del 2006, de donde salió electo Felipe Calderón, fueron los gobiernos estatales del PRI quienes coadyuvaron a este apretado triunfo, todo con tal de echar abajo los planes presidenciales de dos tabasqueños:
AMLO y Roberto Madrazo. Este último finalmente se fue hasta el tercer lugar de los resultados electorales. En el 2018, panistas y
priístas podrían hacer nuevamente causa común para derrotar a Andrés Manuel, pero ahora como candidato de MORENA.
Si usted me pregunta, a favor de quien se orientaría esa alianza pragmática, y no declarada oficialmente, podría ser a favor del PAN, a sabiendas de que el PRI, se encuentra en su nivel más deplorable. A como están las cosas, en el 2018, el PRI solo servirá para arrebatarle votos a las dos fuerzas preponderantes que serán los albiazules y los obradoristas. Irónicamente, el revolucionario Institucional quedaría como un tercero en discordia, que podría definir el triunfo, para cualquiera de los dos lados.
Depende de quien sea el candidato del PAN, desde Los Pinos, Enrique Peña Nieto estaría dispuesto a dejar solo al candidato a la Presidencia por el PRI, y meterle todo el apoyo a la carta panista. Eso ya sucedió también en el 2012, cuando Calderón abandonó a su suerte a Josefina Vázquez Mota, y respaldó al peñismo.
¿El PAN y el PRI cómo hermanitos en Tamaulipas? Habrá que verlo.
Define Sedena, como accidente, la caída del helicóptero
El clásico hermetismo, propio de eventos donde participan elementos de la milicia, priva en Tamaulipas, a raíz del desplome del helicóptero MD- 530F, matrícula 1134, tripulado por dos pilotos y un observador.
Para algunos suspicaces, queda la duda sobre una caída provocada, pero la verdad difícilmente se sabrá. A propósito de esto último, ayer en el Universal, el columnista Héctor de Mauleon dedica su comentario a Tamaulipas, y asevera que, en el caso de los hechos ocurridos en San Fernando, en el 2010, hasta ahora, no se ha dado a conocer la verdad. “El Gobernador Egidio Torre Cantú, evadió cualquier responsabilidad y se limitó a dejar el asunto en manos de la federación”. Pero esta tampoco hizo gran cosa. Prácticamente nada.
Magda y Paloma, algo más que una simple alianza
La amistad tan profunda entre Magdalena Peraza Guerra y Paloma Guillén Vicente, es una relación parecida a la del oleaje y la arena, del Golfo que ambas comparten. Recientemente la matriarca del poder tampiqueño acaba de extenderle al hijo de Paloma, Jorge Alberto Méndez Guillén, el nombramiento de Jefe de Adquisiciones, un puesto relevante para efecto del manejo del dinero público y la compra de insumos. Desde este cargo, ambas damas están impulsando la carrera política-administrativa del nuevo funcionario.
En el pasado inmediato, Magda fue pieza clave, en el triunfo de Mercedes del Carmen, como diputada federal. Paloma, quien por cierto, durante la campaña, solía contestar los mensajes, ya como legisladora y Presidenta de la comisión de Gobernación, se ha vuelto un tanto soberbia y pagada de sí misma.
Alejan a Germán Pacheco de Tampico
De acuerdo a la lectura política de los recientes nombramientos, emitidos por el Gobernador Cabeza de Vaca, la llegada de Germán Pacheco al ITIFE, el organismo constructor de escuelas en Tamaulipas, estarían alejándolo del puerto y cediendo el lugar para que sea otro el candidato a la alcaldía. Se dice que, Magda solo gobernaría dos años y sería invitada por Cabeza a un cargo en el gobierno.
De ser así, entonces, estaríamos presenciando, ya desde ahora un importante proyecto político del cabecismo en Tampico, una ciudad muy querida por Cabeza de Vaca, y de donde, se rumora, podría salir el candidato del PAN para gobernar Tamaulipas, a partir de 2022. Interesante escenario, el que se cocina en el sur.